Administrador de la Reserva Forestal vio por última vez a Guadalupe al entrar por la portería
El administrador de la Reserva Magallanes, Marcelo Martínez Bahamonde, fue uno de los últimos en ver con vida a Guadalupe del Carmen Oyarzún Cárdenas, de 54 años.
Se cumplirán 40 días desde que se le perdió todo rastro y nunca más se supo de ella.
Esto fue el 10 de julio pasado. Ese día Marcelo Martínez se encontraba de servicio en el acceso a la reserva.
En conversación con La Prensa Austral, recordó que entre las 14,30 y 15 horas llegó un vehículo, conducido por un hombre, del cual se bajaron dos personas: Guadalupe y su pareja Mauro Quevedo Quilodrán.
Pero antes entabló un breve diálogo con el conductor, quien le cuenta que andaban buscando unos animales extraviados.
Ahí es donde Martínez le comenta que el día anterior, haciendo un patrullaje por el río, vio rastros de animales en el área.
“Les muestro con la mano que están por ahí, cerca. Por eso se bajan acá (Guadalupe y Mauro), ya que no tenía sentido que siguieran en auto, y se introducen en la reserva”.
El conductor del vehículo da la vuelta y se regresa, “porque supuestamente se iban a encontrar más abajo”.
El ingreso de animales, vacunos y caballares, es más habitual de lo que quisiera. “Nos provocan bastante daño, sobre todo en los senderos, demarcaciones y cercos”.
Pasó la tarde y como no lo llamaron, Martínez dio por hecho que la pareja había salido por el sector donde habían acordado encontrarse con el conductor.
“Asumí que no habían tenido problema así que como las 17,30 horas nos fuimos, dejando todo cerrado. Hasta como las diez de la noche, que recibo un llamado y me dicen que andaba una persona perdida, pero en otro sector, por el Andino. De ahí hice un contacto con la Onemi y me dicen que era en la reserva. Hablé con Carabineros y la información que me entregan es que se trataba de una sola persona que andaba buscando animales. Ahí fue que les dije, pero si acá pasaron dos personas”.
Desde entonces la operación rastrillo no ha tenido el éxito esperado. Han llegado a ser hasta 50 personas por día buscando cada rincón, y nada. Carabineros, con varias de sus unidades especializadas, y grupos de socorro han emprendido la titánica tarea.
Ahora que bajó bastante la cantidad de nieve acumulada de seguro van a repasar algunos puntos de interés.
Desde el punto de vista de la experiencia y conocedor de este lugar, ubicado en lo alto de Punta Arenas, una zona muy boscosa, dijo que la mujer ingresó por el sendero, zona que está muy bien demarcada, con estacas y señalizaciones cada 50 metros, justamente para evitar extravíos.
“Ahora, si la persona ingresa por una zona de bosques se nos complica la situación, y si va más al interior peor, porque el área tiene galerías subterráneas, pertenecientes a las antiguas minas de carbón”.
Abundan los pumas
Consultado si al interior de la reserva existen mamíferos peligrosos, como pumas, Martínez respondió que “este año tenemos mucho registro de pumas, pero además hay zorros. Sin embargo la problemática mayor la tenemos con los perros asilvestrados. Para mi parecer son más peligrosos que el puma, porque estos ven a alguien y arrancan sin embargo los perros no, comienzan a rodear a la persona”.