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Enfermera Helena Pinochet Barrientos entregó su testimonio tras superar el Covid: “Es una sensación de muerte porque te falta el aire”

Miércoles 16 de Diciembre del 2020

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La enfermera Helena Pinochet Barrientos se contagió de Covid en octubre pasado y con ella toda su familia, la que debe luchar contra las secuelas de la enfermedad grave que se ha demostrado que puede ser mortal. Su madre, de 77 años, fue trasladada a Santiago en condición grave, encontrándose todavía hospitalizada.

“Muchas personas piensan que el coronavirus es inventado, que es un simple resfrío y que a todos nos tiene que dar, pero para el que tiene la sintomatología del Covid es una sensación de muerte. Sientes un cansancio tan grande que no puedes hacer nada y sientes que te mueres porque te falta el aire. Esta es una enfermedad grave que te deja secuelas y te daña los pulmones”, enfatiza la profesional de la seremi de Salud.

Helena recordó que ella se contagió primero. Su papá Heraclio Pinochet, recién había cumplido 79 años y llevaba postrado cinco años, falleciendo en septiembre por la enfermedad que padecía. Su esposa Lusvenia Barrientos, de 77 , con quien iba a cumplir 61 años de matrimonio el 31 de diciembre, lo cuidó hasta el final. Fue el golpe que los hizo bajar la guardia que finalmente provocó que la familia se contagiara.

Luego de la muerte del papá comenzaron a visitar a su mamá para brindarle consuelo. Y, es que es imposible vivir un duelo así en el aislamiento. “Un día nos juntamos a comer y en el acto de almorzar nos contagiamos todos. Yo estaba incubando la enfermedad y las personas que comieron conmigo se enfermaron”, recordó.

Ante su situación de contagio, optó por hacer su aislamiento en una residencia sanitaria, al igual que su mamá, quien lo hizo el 30 de octubre porque con su familia en cuarentena nadie podía cuidarle. Empero, la septuagenaria mujer cayó hospitalizada el 3 de noviembre y el 9 ingresó a la Unidad Cuidados Intensivos en el Hospital Clínico de Magallanes y el 10 ya la habían trasladado al Hospital Metropolitano, donde aún se encuentra internada.

“En el momento en que te dicen que se van a llevar a tu familiar sientes un montón de cosas. Ella viajó sola con un cosmetiquero con cremitas, eso es todo, porque no trajo ni su carné ni nada. Entonces es un proceso muy chocante…En el Hospital Metropolitano la atención ha sido excelente, al igual que la gente que trabaja ahí, todos son muy concientes de lo que estás pasando, pero aunque sean amables y acogedores, el sentimiento de soledad y de indefensión es enorme. Esperas todo el día un llamado para que te digan cómo está tu ser querido porque no lo puedes ir a ver, es algo que no dimensionas hasta que no lo vives”, plantea.

Señala que el Hospital Metropolitano es un referente Covid por lo que las visitas están restringidas, sin embargo se muestra muy agradecida de la atención que ha recibido su mamá.

“La gente perdió la percepción del riesgo, pero además hay un cansancio y ya no tienen cómo vivir, tampoco piensan en que les puede pasar a ellos. La gente piensa que porque viven juntos no le va a pasar nada. Mi mamá se cuidó y usaba doble mascarilla, estaba confinada, y cuando falleció mi papá, quien recién había cumplido 79 años, bajamos la guardia porque teníamos que contenerla, no podía quedar aislada viviendo su duelo”, concluyó.