Familia enfrenta por segunda vez choque de vehículo contra su casa
Vecinos del sector reclaman que es frecuente que día y noche transiten automóviles a alta velocidad. Piden más control de Carabineros.
“Sentimos un fuerte ruido como si fuera una explosión. Ya estábamos en el dormitorio y pensamos que era un choque, pero al venir al living nos encontramos con la camioneta volcada afuera y que había impactado contra la pared”, relató la vecina Rita Ruiño, quien junto a Fidel Vargas enfrentaron que por segunda vez un vehículo a alta velocidad choque contra el frontis de su casa en Avenida José Martínez de Aldunate 2220, vereda poniente, entre calles Ramón Freire y Francisco Antonio Pinto.
El accidente ocurrió pasadas las 1,30 horas de este domingo en momentos que caía una persistente lluvia. De norte a sur transitaba una camioneta Mitsubishi de color blanco conducida por un adulto y acompañado de un menor de 17 años.
El subcomisario de los Servicios de la Primera Comisaría de Carabineros, Fernando Quiñiñir, dijo que el conductor manejaba en estado de ebriedad y habría perdido el control del vehículo al llegar a calle Martínez de Aldunate con Ramón Freire.
Dijo que los propietarios de la vivienda avaluaron preliminarmente los daños en unos $2 millones y que los ocupantes de la camioneta resultaron con lesiones de carácter leve.
Para la dueña de la casa, Rita Ruiño, dijo que minutos antes estaban mirando televisión en el living y que justo cuando ocurrió el choque se habían ido al dormitorio para acostarse.
“Sentí como si fuera una explosión y se llegó a remecer la casa producto del impacto de la camioneta”, afirmó la dueña de casa.
Manfredo Chiguay, familiar, declaró que él vive a la vuelta de la casa afectada y que una vez más la imprudencia de conductores que transitan a alta velocidad y lo hacen bajo los efectos del alcohol provocan accidentes como estos y que agradece que no alcanzó a sus familiares.
Señaló que lo ideal sería que la municipalidad instalara una barrera de fierro en el borde de la vereda y frente a la casa porque es la segunda vez que ocurre un accidente similar.
Rita Ruiño recordó que la primera vez llegaron hasta romperse las cañerías de agua y que en ese entonces el dueño del vehículo pagó toda la reparación.
Los vecinos del sector demandaron la necesidad que haya más control de los carabineros en el sector porque a toda hora transitan vehículos con roncadores a alta velocidad y justo en el tramo donde está la casa hay una leve curva en la calzada que va de norte a sur.
Segundo accidente
Minutos después, cerca de las 2 de la madrugada, ocurrió otro accidente en el sector sur, en calle Santa Juana frente a la vivienda signada con el Nº0166, donde un conductor que manejaba un Chevrolet Spark perdió el control del vehículo impactando a otros dos vehículos estacionados en la vereda: un Hyundai Avante y un Datsun Bluebird.
Magdalena Trujillo dijo que estaban al interior de la casa cuando sintieron un fuerte estampido y al salir al exterior se percataron que el vehículo había chocado contra los dos vehículos. El Hyundai es de su hermano, aunque su padre Pedro Trujillo lo había reparado hace poco y también resultó dañado el station wagon Datsun que su padre adquirió hace poco con dineros del 10% que retiró de la AFP.
Pedro Trujillo, hijo, señaló que es habitual que muchos conductores transiten por calle Santa Juana a alta velocidad, incluso en hora de toque de queda y que lo ideal sería que se colocaran un par de lomos de toro. Además, llamó a los conductores a tomar precauciones porque por esa arteria siempre juegan muchos niños.
El capitán Fernando Quiñiñir dijo que en este segundo accidente el conductor adulto también conducía bajo los efectos del alcohol y que quedó a disposición de la Fiscalía al igual que el responsable del choque de Avenida Martínez de Aldunate.
Frente a los pedidos de los vecinos por mayor fiscalización de tránsito, sostuvo que atendido los requerimientos de los pobladores siempre se realizan patrullajes y controles, lográndose detener a conductores que lo hacen en estado de ebriedad. “Por muchos controles que hagamos si existe la predisposición de algunos a manejar en estado de ebriedad no miden las consecuencias. El llamado es a evitar este tipo de comportamiento, que la gente no conduzca si va a beber y si lo hace que entregue las llaves a quien no ha bebido”, expresó el subcomisario de los Servicios de la Primera Comisaría de Carabineros.