Claudia Saiter, figura destacada del básquetbol femenino en los ‘80
El básquetbol femenino siempre fue menoscabado con su par masculino, considerándolo como el pariente pobre pero, independiente de ello, tuvo épocas en las que también logró contar con un buen número de jugadoras que destacaron en un buen nivel, animando campeonatos atractivos y con varios equipos disputando campeonatos.
Una de ellas, entre varias otras, fue Claudia Saiter quien, con tan sólo 18 años, anhelaba llegar a integrar una selección nacional de básquetbol, como lo señalaba en una entrevista que concedió a la estudiante en práctica Elia Simeone para “La Prensa Austral” a comienzos de 1986.
“Esa debe ser la máxima aspiración de toda basquetbolista”, comentaba a su corta edad y añadiendo que aún no alcanzaba un buen nivel deportivo “me falta mejorar mucho como jugadora”, a pesar de que ya destacaba en las competencias locales.
La misma nota indicaba que a los nueve años pisó por primera vez una cancha y tomó contacto con el balón en un constante aprendizaje que la llevó a ir superándose permanentemente, tanto así que era considerada en ese tiempo como una de las jóvenes más destacadas y con mayor proyección en el básquetbol femenino local.
VARIOS NACIONALES
Ya a su edad había representado a la región en varios campeonatos nacionales, como el Nacional Escolar de 1980 y 1983 que se disputaron en Santiago y Puerto Montt, respectivamente.
También, jugando por la Asociación de Básquetbol de Punta Arenas, actuó en el Nacional jugado en Ovalle.
Nació deportivamente en el Club Deportivo Español, donde en sus inicios consiguió el título de campeón adulto en 1985 y vicecampeón juvenil ese mismo año.
Recordaba Claudia su participación en la selección juvenil de 1984, “fue uno de los mejores seleccionados. Tengo muy buenos recuerdos de ese tiempo porque el grupo humano era excelente y se dio un gran compañerismo”.
Pero también confidenciaba que su mayor satisfacción la obtuvo al participar en el Nacional de Puerto Montt el ‘83, en el que destacó como la segunda goleadora del torneo.
“Ahí fui llamada a la ‘Escuela de Talentos’, sin embargo, no pasó nada. Tomaron mis datos y me dijeron que en un tiempo más iba a saber de ellos. Yo me quedé con esa idea, pero no me llegó absolutamente nada, ni un telegrama ni una disculpa”, comentaba con tristeza.
Añadía que en el básquetbol uno de los momentos más desagradables eran las derrotas, pero que podría sobrellevarlas gracias al apoyo de los dirigentes y entrenadores que la instaban a continuar.
GRANDES FORMADORES
Entre ellos destacaba la labor que hacía Osvaldo Novión y Angela Castillo, “son dos personas a las que le tengo mucho cariño y respeto, porque ellos me crearon”.
“Han sido las personas que más me han ayudado a formarme como jugadora y como mujer”, comentaba Claudia sobre el matrimonio Novión – Castillo que en los ‘80 hicieron un gran aporte al básquetbol magallánico como profesores de educación física y entrenadores de baloncesto.
Egresó del, en ese entonces, Liceo B-3 de Niñas y por su bajo puntaje en la Prueba de Aptitud Académica (PAA) no quedó aceptada inmediatamente para seguir estudios superiores.
“Postulé a educación física. En la Umag no hay ninguna carrera que me interese. En verdad la que más me gusta es obstetricia, pero obtener una beca deportiva es más fácil si sigo educación física, porque el puntaje mínimo es mucho más bajo”.
A pesar de logros y éxitos deportivos, Claudia consideraba que el básquetbol femenino no se encontraba en un buen nivel.
“Si no estás en Santiago no logras nada. El aislamiento de la región afecta mucho. Aquí hay pocos implementos, poca disponibilidad de gimnasios, pocos entrenadores buenos”.
“Además, el nivel se mantiene bajo porque no hay renovación de jugadoras, siempre estamos jugando las mismas y no tenemos mayores exigencias”, argumentaba la jugadora.
DEPORTE RUDO
Pensaba que las niñas no se dedicaban al básquetbol porque era un deporte aparentemente muy rudo o “porque tienen miedo de mostrar las piernas”.
Claudia agregaba sobre esta última razón que “en lo personal no me inquieta ya que hace tanto tiempo que muestro las piernas que ni siquiera me da vergüenza”.
Sin embargo, a pesar de todos los inconvenientes, reconocía que en el básquetbol local “existen buenos valores y creo que es posible formar un equipo femenino ideal (de esos años). Este lo integrarían Marisol Villarroel como conductora; aleros Angela Castillo y Eva Contreras y en el ‘pivotaje’ Ivonella Ojeda y yo por supuesto”, declaraba sonriendo.
También se aventuró a nominar un quinteto masculino con los mejores de esa época, “podría componerse con Fernando Pletikosic en la conducción; como aleros, Osvaldo Novión y Carlos “Kiko” Lauler y oficiando de pivots, Mauricio Kusanovic y el panameño Víctor Chiari”.
Claudia estuvo largas temporadas actuando en el básquetbol femenino local, integrando varios clubes y demostrando su calidad deportiva y simpatía dentro y fuera de la cancha.