Necrológicas

La vacunación debe ser un compromiso social

Por Ramón Lobos Vásquez Miércoles 10 de Febrero del 2021

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Para los que juegan o saben del Truco no siempre el tener buenas cartas asegura un triunfo. Es necesaria una estrategia que se vaya acomodando a cómo juegan los otros, estar pendientes y atentos a cómo es el desarrollo del juego, adivinando escenarios y planificando jugadas. Más que un juego de azar, es uno de estrategia. Por lo mismo, se define hasta la última jugada.

En estos largos meses de pandemia hemos visto muchas estrategias y escenarios de planificación. Hemos escuchado de tareas que rápidamente han sido cambiadas, como quien tira una carta y se puede arrepentir y cambiar por otra.

Tenemos que ser claros también que la actitud y comportamiento de muchos no ha estado ni remotamente con lo que se esperaba que cumpliéramos como comunidad responsable, eso también es parte del juego y una de las variables a considerar.

Hoy en Chile se está jugando la última y mejor carta para cambiar la paliza de proporciones que ha sido el desarrollo de la pandemia en Chile, ya que en distintas mediciones y comparaciones siempre hemos quedado en el tercio inferior de la tabla.

Pero cuando tenemos la vacuna y la posibilidad de usarla masivamente como la gran carta en esta pandemia, también el gobierno ha llegado con mensajes y directrices equívocas, que más que informar, confunden a la población.

Hace tiempo, que lo que pensábamos era una de las grandes fortalezas del sistema público: los planes de vacunación cumplidos casi al 100%, ya no son lo mismo. Recordamos y valoramos esos tiempos y el trabajo de tantos funcionarios de la salud en Chile, que permitieron cumplir con esos programas como ejemplo mundial de la tarea a desarrollar.

Con el devenir de los años y el cambio en el modelo de atención y financiamiento en salud, las actividades preventivas se fueron dejando de lado y ya no se promocionó tanto el vacunarse y así fueron cayendo las cifras en el país. Para nadie fue un motivo de preocupación o un testeo de que algo sucedía; entonces fueron ganando espacio quienes se oponían a las vacunas, sin un contrapeso ministerial potente y categórico. El mensaje caló y hoy son muchos los que cuestionan y rechazan vacunarse. Por lo cual la campaña en tal sentido debiera retomarse, o debió retomarse con vistas a este potente momento histórico que estamos viviendo.

Chile se juega su última carta en cambiar el destino de esta pandemia; pero se necesita que un alto porcentaje de la población se vacune, que haya muchos inmunes. Así la posibilidad de circulación viral disminuirá en la población (no llegará a cero, todavía) y por ende la posibilidad de mutar será menor, haciendo más efectiva aún la vacuna.

¿Qué ha ocurrido? Se ha seguido viviendo del prestigio y adhesión a estas campañas de los grupos más comprometidos: los adultos mayores y los funcionarios de la salud.

Claro, son los que más han sido permeados a esta estrategia: sandias caladas en este trabajo. Por eso al llamado de vacunarse han respondido con la responsabilidad de siempre.

El verdadero desafío está en otros grupos etarios, donde no se ve una estrategia acorde a los tiempos para lograrlo. Basta darse una vuelta por las redes sociales donde se vanaglorian que no se vacunarán y son reforzados por otros que tampoco lo harán. Las encuestas según el grupo etario varían entre un 30-40% o más de rechazo al plan de vacunación.

¿Y dónde está el Estado y el gobierno? Como gerentes de empresa están en el momento exitoso: cuando llegan las vacunas hay muchas fotos, caravanas y selfies. Muchas más cuando empezó la campaña con los mayores. Pero hasta el momento ningún mensaje para el resto de la población.

Por eso se valora tanto esfuerzo desplegado por la salud primaria en todo el país y especialmente en Magallanes, que de la mano de las municipalidades se han desplegado para cumplir la tarea. Pero insisto en que todo este esfuerzo puede ser poco efectivo si no se consiguen las altas tasas de vacunación en la población objetivo. Lo digo porque han sido semanas respondiéndole a mayores y sus familias si se vacunaban o no. Ha sido mi modesto aporte. Recalcando que no basta con que ellos se vacunen para sentirse seguros, también su entorno debe estar protegido.

El trabajo de años en terreno de la salud pública es hoy reemplazado por un mensaje en un perfil de Twitter, Facebook o Instagram. Un mensaje que no logra convencer y motivar a los usuarios. Se necesita calle y puerta a puerta de las autoridades y gestores para que esto ocurra.

La tarea es de todos. Partiendo por los que están desplegados en campañas políticas en el territorio, ellos serían un gran aporte. También de los funcionarios de gobierno y de las municipalidades. Esta no es sólo una tarea de salud, nunca fue exclusiva de salud: era y debe ser una tarea de estado.

Hoy nuestros mayores dieron ya el ejemplo de vacunarse, ahora depende de los más jóvenes, cumplir y apoyarlos en esto.

Poniéndole el hombro a la vacuna.
Podemos tener el 7 de espadas en la mano, pero mal jugado puede ser nada. Dependemos de todos, nos necesitamos todos. Los adultos mayores de Magallanes y Chile le piden ese esfuerzo y retribución hoy. Por ellos, pero también por ustedes.