Funeraria Jesús Nazareno enfrentó su sepelio más difícil y doloroso al tener que despedir a su querido propietario

Más de un centenar de personas plasmó en el Facebook de La Prensa Austral su sentimiento de profundo pesar y congoja por el fallecimiento en la noche del miércoles en el Hospital Clínico del empresario funerario Sergio Asencio Vargas, cuyo deceso se produjo a la edad de 60 años víctima de una falla renal.

Conceptos como “una gran persona, siempre dispuesta a ayudar”, “de corazón humilde”, “generoso”, “solidario” y “sencillo” se multiplicaron entre los cibernautas.

Su profundo sentido humanitario se manifestaba cada vez que una familia no tenía los recursos para pagar un servicio fúnebre de un ser querido y también cuando dejaba de existir un abuelo del Hogar de Cristo o una persona en situación de calle.

Para su hijo Pablo y los colaboradores de la empresa Jesús Nazareno, el funeral de este jueves, que se inició en el Hospital Clínico con una caravana vehicular que hizo un alto en las instalaciones de la Funeraria, en Avenida José Martínez de Aldunate, en el barrio 18 de Septiembre, y que terminó con el sepelio en el Parque Cementerio Punta Arenas, sector Leñadura, fue sin duda el más difícil y doloroso en los 20 años que la familia Asencio lleva en este rubro.

Le sobreviven su esposa Maureen García y sus hijos Pablo y Fernanda.