Como una vergüenza y una falta de respeto a la ciudadanía califican manejo del vertedero

Alcaldesa electa Antonieta Oyarzo indicó que se trabajará en el manejo ambiental del lugar y que se transparentará la situación del relleno sanitario

La alcaldesa electa Antonieta Oyarzo Alvarado calificó como una vergüenza y una falta de respeto a la ciudadanía la forma como se ha manejado el vertedero municipal.

Indicó la futura autoridad que el incendio del vertedero que se produjo el domingo 30 de mayo evidenció “una vez más la falta de diligencia y responsabilidad de la actual administración municipal. Primero en resguardar y proteger la seguridad de quienes viven en el sector, vulnerando su derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación”.

Por otro lado, dijo que contaba con la información que el recinto no contaba con nochero y menos con condiciones aptas para sus trabajadores. A lo que se sumaría la falta de medidas de control durante los fines de semana, lo que facilitaría el ingreso de persona al lugar. Además se encontrarían en mal estado la maquinaria requerida para el trabajo al interior del recinto.

Una falta de respeto

Todo ello dijo “es una vergüenza más y una falta de respeto a la ciudadanía, de parte de la alcaldía saliente. Por ello, al ingresar contaremos con un equipo de gestión ambiental que evaluará en forma inmediata esta situación. También se diseñará un plan de manejo de este vertedero y transparentaremos la situación real del relleno sanitario”.

Esta último proyecto aún no cuenta con las autorizaciones para el inicio de sus operaciones, luego de siete años del inicio de las obras, que comenzaron en el verano del 2014.

El alcalde Fernando Paredes manifestó en su momento que ya había sido despachada a la seremi de Salud la solicitud para el funcionamiento del relleno sanitario, lo que podría concretarse en el segundo semestre de este año.

Se trata de la primera iniciativa de su tipo en la región la que ha implicado una inversión aproximada a los $5.368 millones.

Los trabajos a cargo de la empresa KDM se proyectaron en una superficie total de 45 hectáreas.

El relleno sanitario -que tendrá una vida útil de 21 años- se ubica en la prolongación del camino a Villa Cariño, a 7 kilómetros del límite urbano, en el sector alto de Puerto Natales y a 10 minutos en vehículo desde la ciudad.