La labor del Constituyente

La Convención Constituyente, cuyos integrantes fueron elegidos por votación universal es, sin duda, el órgano más representativo de la diversidad actual en nuestro país que tiene a cargo una labor exclusiva e inédita en la historia de nuestra sociedad: redactar el texto de una nueva Constitución Política de la República.

El contenido de dicho texto establecerá la forma de gobierno; la configuración y poderes del Estado; las formas de participación y de decisión de la ciudadanía; los derechos fundamentales y su protección con especial indicación de nuevos catálogos de derechos y consideraciones actuales en relación al medio ambiente, derecho de propiedad, bienes comunes; los nuevos principios constitucionales que deben ser el reflejo de nuestro país al día de hoy: la posibilidad de un Estado Plurinacional, las declaraciones de igualdad en torno al género, la servicialidad del Estado y la tutela judicial efectiva de los derechos, entre tantas cuestiones urgentes.

Pero, además de esta tarea de fondo, la primera labor de los constituyentes constitucionales elegidos, será la de elaborar un reglamento que defina el funcionamiento de la Convención, normativa que debe determinar el proceso que permita arribar a los acuerdos y a los contenidos constitucionales, que determinarán su dirección y aspectos administrativos que permitan el libre desarrollo de las ideas que pasarán a plasmarse en el texto constitucional. La tolerancia y el respeto serán elementos vitales para obtener un éxito en este enorme desafío, valores que al día de hoy no son usuales en el ejercicio de la política y que espero, fervientemente, sean considerados por el bien común de todos los chilenos, particularmente aquellos que durante muchos años hemos defendido y soñado con la necesidad de una nueva Constitución que refleje el país de hoy y del futuro.

Me parece necesario compartir y dar cuenta de esta labor determinante y trascendental porque en los últimos años uno de los tantos problemas que ha presentado nuestro sistema político y social ha sido la intromisión de nuestras autoridades y representantes en tareas que no le son propias, así las cosas, un Poder Ejecutivo que se inmiscuye en tareas propiamente legislativas o judiciales; Poder Legislativo que pretende gobernar cuando sus integrantes se inmiscuyen en  la gestión territorial de las autoridades del Ejecutivo; Concejos Municipales que pretenden administrar un municipio y van más allá de sus tareas propias de fiscalización de la gestión municipal; en fin, consejeros regionales con perfil de alcaldes, alcaldes con perfil de parlamentario, concejales con perfil de gobernadores y un largo listado de autoridades que se desvían de sus asuntos propios para extender su gestión  a materias que son de otras.

Lo señalado, para que se entienda bien, no es una pretensión de impedir o censurar la libertad que tiene cualquier persona a pensar y desarrollar la gestión que estime pertinente, si no que una reflexión que tiene que ver con que cada autoridad, al igual que cualquier ciudadano que debe desempeñar sus propias labores para sostener su vida y contribuir a la sociedad con su trabajo, se avoque a las tareas que tiene la obligación de cumplir, sin distraerse en otras tareas que, por lo demás, ya están asignadas a otras y otros representantes populares, pues de esta forma aseguramos una dedicación exclusiva que nos permita concretar el sueño de una nueva Constitución.

Por ello me parece que la opinión, válida, expresada por algunos constituyentes en torno a cuestiones que a muchos nos preocupan en relación con los asuntos contingentes relacionados con los detenidos a propósito del estallido social, a la flagrante violación de los derechos humanos y otros aspectos de trascendencia, es preocupante, pues la tarea de ellos es clara y como ciudadano tengo muy claro que votamos por constituyentes y no por otro tipo de representantes ya que lo peor que podría pasar es tener a los constituyentes, al igual que a los diputados, en los matinales opinando de esto y aquello y no trabajando en lo que les ha convocado en la Convención.