Estado de excepción regionalizado
Aunque con una serie de reparos, ayer el Congreso Nacional aprobó el proyecto enviado por el Ejecutivo para extender, por otros 90 días, el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe. Esto, luego de que la Cámara de Diputados aprobara el requerimiento presidencial por 98 votos a favor, 38 en contra y 6 abstenciones; y que, en el Senado, se registraran 26 sufragios favorables y 12, en contra.
La iniciativa regirá desde el 1 de julio próximo hasta el 30 de septiembre y todo el debate tuvo como fantasma la variante Delta plus del coronavirus y la detección del primer caso en Chile.
Varios diputados ya habían planteado que condicionarían su venia a que el gobierno imprimiera modificaciones al Plan Paso a Paso, las cuales no se anunciaron, al menos, hasta la hora del debate en la Cámara Baja.
La solicitud de La Moneda gatilló posiciones encontradas. La bancada Udi cumplió su amenaza de rechazarla. En el caso regional, Sandra Amar y Karim Bianchi sufragaron en contra.
En el Senado también se plantearon cuestionamientos, pero pareció primar el temor expresado por el ministro Paris respecto del impacto epidemiológico de la variante Delta.
Un tema que se observó fue que gran parte de las medidas sociales en aplicación están ligadas al Estado de Excepción, de tal forma muchos beneficios podrían dejar de extenderse a las personas si ya no existiera la referida excepcionalidad, dejando en pésimo pie a miles de familias.
Otro asunto que cruzó el debate fue la necesidad de permitir que las restricciones asociadas al Estado de Catástrofe tengan una mirada regionalizada, permitiendo adaptarlas a la realidad de cada región, a fin de no castigar a aquellas poblaciones que han tenido un comportamiento ejemplar.
Mientras el alcalde de Punta Arenas vaticinaba que ya está próximo el toque de queda regionalizado, el diputado Gabriel Boric exponía en la cámara que no resulta justo para la población de Magallanes que se le siga imponiendo ciertas restricciones y, de paso, se limite su capacidad de reactivación económica.
Llevamos más de un año bajo este estado excepcional y, si bien se comprende que aún el combate de la pandemia lo requiere, es cada vez más obvio que tiene que ser más flexible, a fin de observar las particularidades regionales.