Trabajadores de pueblos originarios

La construcción del país se hace con el aporte de todos sus habitantes, si bien siempre han existido sectores muy rezagados. Uno de ellos es el de los pueblos originarios, respecto de los cuales la sociedad chilena tiene una deuda histórica.

En Magallanes, esta temática recién ha comenzado a mirarse con otra óptica en la última década, habiendo primado la invisibilización de este segmento de nuestra sociedad.

Esto ha comenzado a romperse, siendo la reciente elección de dos mujeres constitucionalistas en representación de las comunidades kawésqar y yagán un tremendo avance.

En Chile, parte de esta mayor conciencia se ha expresado en la declaración del 21 de junio como el Día Nacional de los Pueblos Indígenas.

Estamos en un proceso para avanzar hacia una nación plurinacional y multicultural y Magallanes no puede estar ajena a esto.

Por esto, pareció pertinente el trabajo desarrollado por el Laboratorio Laboral Magallanes, que en su último informe abordó este tema, definiendo en términos comparativos que a nivel nacional el 12% de la fuerza laboral se vincula con algún pueblo originario y que este porcentaje sube a 22%, en el caso magallánico. En nuestra región, las comunas con mayor porcentaje son Puerto Natales y Porvenir.

En Magallanes, el 57% son hombres y el 43%, mujeres, reconociéndose el 81% como mapuche y el 3%, como kawésqar. El 16% restante indica otro pueblo ancestral.

La escolaridad promedio es de 11 años, siendo que el total de la población regional y nacional presenta un promedio de 12 años.

Basado en antecedentes del Censo 2017 y la encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen) de ese mismo año, también estableció que estas personas perciben un ingreso inferior al promedio regional. En el caso de los hombres de etnias originarias esta brecha es de -15,6%, mientras que la diferencia de las mujeres es aún mayor, con un -31,7%.

Estos y otros datos deben comenzar a incorporarse en todas las definiciones de políticas públicas, pues estamos hablando de más de 28 mil personas que viven en Magallanes, que tienen una pertenencia a un pueblo originario y que, como todos los habitantes de esta zona, deben tener acceso a educación, capacitación y acceso a un trabajo digno.