Necrológicas

La última semana de vacaciones se vivió esquiando

Jueves 29 de Julio del 2021

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En el Club Andino

Desde que se abrió la temporada y se pudo volver a la actividad, producto del avance de Punta Arenas a la Fase 4 del plan Paso a Paso, gran cantidad de niños y jóvenes han acudido a disfrutar de la nieve y aprender esquí y snowboard

Las vacaciones de invierno 2021 estarán marcadas por el regreso. El Club Andino reabrió sus puertas, aprovechando que Punta Arenas avanzó a la Fase 4 de Apertura Inicial, en el plan Paso a Paso, que además, coincidió con las vacaciones de invierno. Y como más encima nevó, el panorama era ideal para volver a respirar aire puro en la montaña, esquiar y practicar snowboard.

Durante estos días, cientos de niños y jóvenes contrastaron con sus trajes de colores, la blancura del cerro Andino y el café de los árboles desprovistos de su ropaje verde. En zigzag aparecían desde lo alto, a distintas velocidades, mientras que en otros sectores, los más pequeños o aquellos que recién aprendían a moverse en la nieve, superaban el miedo a las caídas, siempre con la supervisión de los instructores del Club Andino.

Uno de ellos es Vicente González, que no se atreve a calcular una cantidad exacta de cuántos niños y jóvenes asisten a las cerca de cincuenta horas de clases semanales, “que son particulares o algunas de dos, tres personas, o grupales, de cuatro a cinco niños por profesor. Al cuarto día de apertura comenzamos con las clases, y nos ha ido súper bien; los papás están con muchas ganas de que los niños, al fin, jueguen en la naturaleza, en espacios libres, después de un año tan difícil, y están viniendo mucho, al punto que se tuvo que duplicar la cantidad de profesores. Partimos con seis de base y hoy tenemos 12 de esquí más tres de snowboard, y tanto por redes sociales como de manera presencial se están agendando, tanto que ya tenemos copado hasta el lunes”.

La mayoría de los estudiantes que acuden son de enseñanza básica, desde los niveles principiantes, donde se les enseña a deslizarse, hacer giros, y si aprenden a controlar a velocidad, se les sube en telesilla a medida que vayan progresando. Aparte, está el semillero de esquí alpino, que son preparados para competiciones.

“De la escuela, me gustaría destacar el caso de Agustina, que la semana pasada partió en una clase grupal, que era un grupo de 12 niños, se les asignaron tres profesores y hubo chicos a los que les fue muy bien, entre ellos, Agustina, que los días siguientes tomó clases particulares, fue mejorando, al punto que aprendió a girar, se subió a la telesilla, probando distintas pistas, subió de categoría y ya está en la escuelita, que funciona tres horas en la mañana, durante toda la semana”, detalló Vicente González, antes de invitar a “los niños, niñas, mamás, papás, grupos de amigos, a que vengan a la nieve, las condiciones están súper buenas, estamos viviendo una temporada increíble y justo cuando más lo necesitábamos, porque el encierro nos tenía agotadísimos. Estamos con toda la disposición para atender a todas las familias que quieran disfrutar de la montaña”.

Ignacia Lira cursa cuarto básico en el Colegio Británico y junto a su amiga Antonia Flores, que va en tercero en el mismo establecimiento, tras recorrer algunas pistas, comentaron su experiencia en la nieve. “Cuando tenía como tres años y medio comencé a practicar de a poquito. Este es mi quinto día esquiando y la nieve está buena, muy buena experiencia. Opino que debemos seguir aprovechando la nieve, ha estado buena la temporada, porque hace dos años que no esquío, y vamos retomando todo lo aprendido. Cuesta aprender, porque después de este tiempo se ha hecho difícil. El año pasado fue complicado, la cuarentena vuelve loca a toda la gente”, consideró Ignacia, mientras que su amiga Antonia agregó que “a los tres años comencé y a los cuatro, tomé clases. Me costó volver a acordarme, porque igual son dos años sin esquiar. Ha estado bonita la nieve, un poquito de hielo nomás, lo que más me costó fue volver a hacer el zigzag. El encierro no costó tanto, pero igual echaba de menos venir”.

Vicente Garrone, en tanto, va en primero medio en el Colegio Alemán y lleva una semana aprendiendo esquí. “Ha sido divertido, al principio un poco más difícil estar acá abajo y después subir. No hay miedo, pero a veces uno se descontrola un poco al no tener tanta experiencia. Unos amigos me invitaron a venir, y así fuimos viniendo de a poco”. En tanto, Trinidad Rohers, estudiante de quinto básico del Colegio Alemán también tuvo sus primeros deslizamientos en la nieve. “Es divertido, al principio da un poco de miedo, pero no ha habido problemas. Quise venir porque mis papás esquiaban y quería aprender”.

Su hermano, Joaquín Rohers, quien cursa segundo básico también en el Alemán, es otro de los principiantes aunque reconoce que “es más divertido que difícil. Además practico bicicleta, pero me gusta más el esquí”.

Finalmente, Milan Ivelich, estudiante de tercero en el Colegio Británico, recordó que solamente había ido al Andino “a andar en trineo, pero a esquiar es primera vez. Me gusta, es más o menos difícil, cuesta al principio. Tuve caídas, pero la nieve hace más liviana la caída. Mi mamá quiso que aprendiera a esquiar y pensé que era buena idea”, contó el alumno tras su primera clase. “Hay que aprovechar de venir, por lo poquito que dura la nieve”, finalizó.