Antarctica21 proyecta una temporada acotada si autorizan turismo internacional

Empresa con capitales magallánicos debió rescindir del arriendo de los otros dos buques y por ahora solamente operaría con el Magellan Explorer, el barco que debutó en la temporada 2019-2020.

Rolando Martínez

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“La pandemia nos ha golpeado. Está demás decirlo. Fue un año absolutamente inoperativo el 2020 y, por lo tanto, fueron puras pérdidas desde mantener el staff de profesionales, de gente, y mantener el barco”, describe el presidente de la empresa Antarctica21, Jaime Vásquez, al recordar lo complicado que ha sido pasar el último año sin turismo antártico.

La crisis económica, desatada en el mundo por la ocurrencia del Covid-19 y que devastó inmediatamente la industria del turismo mundial, repercutió directamente en la Región de Magallanes y Antártica Chilena al desplomarse la temporada turística 2020-2021, que ya venía con “heridas” por los efectos del estallido social a fines de 2019 y el término anticipado de esa temporada en marzo de 2020 cuando se declaró la pandemia.

Antarctica21 venía mostrando un buen índice de crecimiento en el flujo de los turistas y en la temporada 2019-2020 debutaron con la incorporación de un tercer barco, el Magellan Explorer, construido en los astilleros de Asenav en Valdivia. En ese periodo realizaron 40 cruceros con tres buques y movieron unos 3 mil pasajeros.

El ejecutivo precisa que la situación los obligó a rescindir los contratos de los otros dos barcos que tenían arrendados para la suspendida temporada. “Por los mismos tipos de contratos que teníamos, eso costó plata, no fue gratis. En el fondo, puro signo negativo”.

Agrega: “Afortunadamente fuimos lo suficientemente conciente que el escenario venía malo y habiendo sido la temporada 2019-2020 una excelente temporada, todo el beneficio que esa temporada nos dejó, nosotros lo dejamos en caja. Y no se fue ningún peso para ninguna parte. Ni de retiro de socios, ni de otras inversiones. Sencillamente se quedó en la caja. Y la verdad es que eso nos permitió salvar la primera temporada no operada sin dificultad. No tuvimos que meter la mano al bolsillo de nuevo ni tocar las puertas para poder salvar la temporada”.

Sin embargo, dice que como se veía oscuro el panorama para el inicio de este año postularon a los créditos Fogape y que han sido de gran ayuda hasta ahora. “Son créditos bastante blandos en plazos y en tasas y esas platas las tenemos y nos permite financiarnos en esta segunda temporada”.

Apuestan por una
temporada acotada

Claro está que para el periodo 2021-2022, con una temporada aún incierta, igual debieron devolver los dos buques que arriendan cada verano antártico y sólo han resuelto mantener a la expectativa el crucero Magellan Explorer”, que permanece amarrado en la marina existente en el canal de Tenglo, en la zona de Puerto Montt, donde también está el Stella Australis de Cruceros Australis.

“Hoy tenemos un compromiso de venta bastante aceptable y, bueno, ahí estamos a la espera que la autoridad permita hacer turismo antártico”, explica Jaime Vásquez, quien recalca que turistas que van a la Antártica pueden controlarse fácilmente porque al moverse en grupos se suben al avión y después al barco, sin dispersarse cada uno por su lado en la región o una determinada ciudad.

“Todo es muy controlado y, por ende, hacer la trazabilidad a este tipo de pasajeros es muy fácil. Y por lo tanto, nosotros confiamos en que la autoridad eso lo entienda y nos permita hacer la temporada reducida, a menos del 50%, pero que, por lo menos, nos dará oxígeno para afrontar la temporada 2022-2023 sino normal, cuasi normal”, anticipa el ejecutivo.

Si se permite el turismo internacional y prospera el deseo de los gremios del turismo a que Magallanes sea una región piloto, en Antarctica21 proyectan al menos realizar un 40% de los cruceros a una época normal. Así cree que podrían hacer unos 16 viajes o cruceros por la península antártica y estiman que moverían unos mil turistas. Claro está que el inicio de la temporada se retrasaría en un mes a una época normal, comenzando a fines de noviembre.

Si bien el Magellan Explorer puede llevar 100 pasajeros, en el avión a la Antártica la capacidad queda acotada a 62 personas.

Inversión en sistemas
de sanitización

Además, han hecho una inversión importante en el Magellan Explorer para afrontar una temporada bajo el escenario Covid-19. El barco ya pasó por los astilleros de Talcahuano donde se cambiaron las hélices propulsoras y, al mismo tiempo, se instalaron sistemas de ventilación y calefacción por medio de aire caliente con unidades manejadoras de aire.

También se está intercalando un sistema de sanitización certificado y que ha sido probado con éxito. Es un equipo bipolarizador que se coloca en el flujo de aire de retorno y elimina absolutamente todo tipo de virus y bacterias.

“La gracia que tiene es que esta bipolarización dura como 300 segundos desde que se produce y el aire que está pasando se lleva esta bipolarización y sigue matando el virus que pueda circular. No es como la luz ultravioleta. Este otro sistema mata por la bipolarización, pero sigue eliminando por cinco minutos. Eso nos da fortaleza para colocar en las tres unidades manejadoras de aire que tiene el buque un equipo por cada planta”, explica Jaime Vásquez.

Igualmente se crearon ocho habitaciones sanitarias: cuatro para pasajeros y cuatro para la tripulación. Cada habitación también cuenta con un bipolarizador más pequeño, que funciona permanentemente con una intensidad mayor, en depresión.

Vásquez admite que puede ocurrir que, a pesar que las personas cuenten con sus dos vacunas, puedan enfermarse de Covid-19 sin sentir síntomas, algo que personalmente lo vivió hace un tiempo cuando viajó a Osorno a ver a su hija y nietos y, al acudir a tomarse el PCR para regresar a Punta Arenas, fue alertado que tenía el coronavirus y no había sentido ningún síntoma, ni siquiera fiebre, estando ya con sus dos dosis de vacunas.

Advierte que, por un lado, el país exige a la gente que llegue de afuera que tenga sus vacunas, los protocolos que exigirán en Antarctica21 no solamente será que la gente llegue vacunada, sino que además les harán un antígeno al momento del embarque. “Y si se nos enferma alguien lo podremos ubicar en estas habitaciones sanitarias y estarán con aire en depresión con respecto al resto del buque. Si hay algún infectado, ese aire no se retorna, sino que se va siempre al exterior”.

Destaca que esta implementación les otorga tranquilidad y seguridad que aunque tuviesen un caso de Covid-19, que es probable que lo haya, no pasará a ser una situación grave, primero porque los turistas estarán todos vacunados y segundo porque habrá una limpieza permanente del aire.

Asimismo, han monitoreado el inicio de la temporada de cruceros en el Hemisferio Norte y se han podido desarrollar cruceros, aunque también ha habido casos en que se han suspendido viajes como lo ocurrido en Alaska donde hubo una embarcación turística que a dos días de navegación debió retornar al puerto al registrar siete casos de coronavirus.

Sin embargo, Jaime Vásquez cree que el escenario en esta parte del Hemisferio Sur es distinta porque en la medida que la vacunación avanza la situación se pone mucho más llevadera.

“Nosotros, como empresa chilena, y el éxito que ha significado la vacunación en Chile y especialmente en Magallanes con el 92% vacunado, confiamos en que la autoridad permita la entrada de turistas extranjeros este año o de lo contrario se nos complicará mucho la situación”, advierte.

Es partidario de la factibilidad de establecer un corredor sanitario directo entre el aeropuerto de Santiago y Magallanes, como lo han pedido los gremios del turismo al ministro de Economía, Lucas Palacios. “Si las personas vienen con sus protocolos cumplidos, si los chequeamos al ingresar a Chile y los chequeamos al llegar a su hotel de destino, teniendo una tasa de vacunación como la tenemos, creo que la situación toma aires de normalidad, por lo menos en carácter piloto”, resalta.