Cuando el odio se apodera de la Convención
Este sábado junto al Constituyente Rodrigo Álvarez dimos cuenta del trabajo que ha desarrollado la Convención a dos meses de su instalación, y muchos comentarios nos llegaron en el mismo punto de prensa y a través de las redes sociales acerca de la buena señal que se entregó al levantar esta instancia en conjunto, pese a las diferencias políticas. Y claro, no es difícil entender la sorpresa, cuando la forma en que la comunidad accede a la información es a través de los medios hegemónicos, en donde lo que “vende” es la controversia, pero además donde claramente existe una línea editorial tendenciosa con sus propios intereses, más allá de los económicos (o a la larga, precisamente para resguardar esos mismos).
Me tocó verlo también en entrevistas a medios locales esta semana, donde nuevamente las preguntas se centraban en iguales temáticas: ¿Qué pasa con las asignaciones? ¿Es verdad que nos subimos el sueldo? ¿Chile ya no será República? ¿Por qué aún no comienzan a escribir la Nueva Constitución? ¿Trabajamos poco? O lo contrario: ¿Se toman buenas decisiones si se sesiona hasta la madrugada? Y con mucha paciencia y contundentemente respondimos cada una de esas noticias falsas que tan fuertemente se han instalado sobre la Convención.
Y Ciper ya lo comentó hace unas semanas: al menos ocho mil bots, ocho mil cuentas únicas en Twitter han sido creadas como tropa digital para atacar orquestadamente este proceso constituyente y a nuestra
lamngen presidenta Elisa Loncón. Y los medios hegemónicos no se quedan atrás: el duopolio de Copesa y el Mercurio (que de acuerdo a datos del Colegio de Periodistas de Chile concentran un 82% de lectoría y 84% de publicidad del sector) insisten en instalar este desprestigio a través de noticias, columnas de opinión, cartas al Director (y para qué comentar lo de Canal 13 o la Cadem…).
También hemos tenido que ver esa virulencia, originada principalmente de hombres, quienes con tremenda violencia instalan sus discursos de odio, especialmente contra mujeres, defensoras de Derechos Humanos, y de pueblos originarios como lo es también nuestra lamngen Machi Francisca Linconao. Y lo duro que ha sido presenciar que estos discursos permean tan fácilmente en grupos extremistas que por segunda vez asediaron a la Machi esta semana a la salida del ExCongreso.
De acuerdo al estudio de Onu Mujeres con la Usach, la violencia política de género se ha instalado contra el 75% de las mujeres de la Convención en Twitter. Un 65% utilizan la violencia psicológica: weona, ignorante, tonta, loca; un 25% de los mensajes usan la violencia moral: ladrona, oportunista, asesina, vendida; un 14% violencia ideológica: vende patria, comunista ql, abortista, facha, marxista asquerosa, terrorista.
¿Qué pasó entonces con este proceso delicado que comparaban a un embarazo, al cual había que prodigarle todos los cuidados? ¿Por qué esta campaña del Rechazo ahora continúa con el Rechazo de salida, sin querer levantar ningún espacio de diálogo o de entendimiento? ¿Cómo avanzamos hacia la paz social y la reconciliación con un debate público con tal nivel de estridencia?
Desde la vereda del feminismo, y aunque nos ha tomado toda una civilización llegar a este momento de la historia y a este nivel de incidencia, seguiremos el camino difícil: porque creemos que sólo desde la sororidad, desde el apoyo mutuo, desde el trabajo colaborativo, tendiendo puentes de diálogo y de encuentro profundo, podremos avanzar junto a nuestros pueblos.