Apoderados del Liceo Industrial necesitan $30 millones para mejorar los talleres
No tan armónico ha sido el regreso a clases presenciales en el Liceo Industrial. Los estudiantes de los talleres son quienes han dado vida el establecimiento, que poco a poco retoma su normalidad, entre ellas, las deficiencias que mantienen desde hace tiempo en estos espacios de práctica. Es por ello que los apoderados y directivos quisieron mostrar estas falencias y necesidades, que los han llevado a hacer campañas y donaciones para poder atenuar estos efectos.
La presidenta del Centro de Apoderados del establecimiento, Rosa López, explicó que “faltan herramientas, materiales y también hubo problemas con falta de guantes y mascarillas por el tema del Covid, que tuvimos que donarlos. Volvieron los terceros y cuartos, pero necesitamos las respuestas que el liceo le ha pedido a las autoridades. Son treinta millones que se necesitan para comprar las herramientas y materiales. Nosotros estamos organizando una colecta entre los apoderados, de cinco mil pesos cada uno, para paliar un poco, pero además, estamos organizando el ‘sobre solidario’ que será externo y se llevará a empresas o supermercados. Hay apoderados que también han hecho chulengos para vender y costear lo que se está necesitando”.
En lo específico, en el taller de Mecánica Automotriz, “los carros que necesitan los alumnos, que por el protocolo Covid tienen que ser todos individuales, salen $400 mil cada uno y hay apoderados que no lo pueden financiar. Aparte que el próximo año llegan más alumnos y son cosas que deben quedar en el liceo. El director ha enviado correos y todo lo necesario a las autoridades, y no hemos tenido respuesta”, criticó López, que citó a los concejales de la comuna a una reunión, a fin de “por último, hacer un proyecto para presentarlo al gobierno regional y que se puedan aprobar las platas”.
En ese sentido, recordó que sobre el Liceo Industrial pesa un “castigo” que debiera finalizar en 2022. Ello lo reafirmó el inspector general Ramón Barrientos. “Cada establecimiento recibe anualmente fondos para que puedan manejarse, se entrega a la Corporación, que la hace llegar a los establecimientos. Cuando hay una mala gestión, se ‘castiga’, por ejemplo, si se entregan 200 millones y solamente se gastaron 100, lo restante, al año siguiente no se entrega. De esta manera, hace cuatro años, cuando estaban otros directivos, sucedió eso, y la Secretaría Ministerial optó por un castigo de cuatro años, que finaliza este año y que implicó que se trabajara con un 60% menos en este establecimiento. Esto nos repercutió en el regreso a clases presenciales, donde tenemos a 180 alumnos asistiendo a los talleres”. Sin embargo, la apoderada Rosa López especula que el motivo de esta sanción se debió a la “toma” que hubo en el liceo en 2018.