Mujeres PPD se toman sede partidaria para protestar contra el centralismo y la discrimación
El movimiento de mujeres del PPD se tomó la sede central y dependencias en distintas regiones, como la de Magallanes, cansadas de las malas prácticas de la directiva nacional, estamento al que acusan de no respetar los procesos democráticos internos de elección de candidaturas, entre otras acciones que consideran altamente cuestionables.
En la acción participan representantes de mujeres militantes, adherentes y dirigentas de diversas comunas y regiones, entre ellas La Cisterna, Peñaflor, Quilicura, y las región de la Araucanía y Magallanes, entre otras.
Las mujeres PPD emitieron un comunicado, en el cual se quejan del centralismo como expresión de la concentración de poder e inhibidor del pueblo y de comunidades en la toma de decisiones. Indican que éste debe ser combatido en todos los frentes y que los partidos políticos no son la excepción.
“El Partido Por La Democracia (PPD) debe democratizarse si su pretensión es seguir existiendo. El PPD camina en una dirección distinta a lo que indica el sentido común para una organización política que se define de izquierda, descentralizada y feminista. Se dice de izquierda y no respeta su declaración de principios ni su propio Estado de Derecho, descentralizada y niega la toma de decisiones a las regiones y comunidades, feminista e impide que mujeres militantes representen a través de la orgánica a los colectivos ciudadanos donde ejercen liderazgo. Es claro que esta organización política vive su etapa terminal si mantiene esta lógica de funcionamiento. Las que estamos en esta acción reivindicativa, somos mujeres de distintos territorios y regiones del país, que en representación de cientos de personas que vivimos la militancia activa, nos oponemos al manejo sesgado y antidemocrático de esta organización. Estamos convencidas que es posible recuperar el PPD para causas justas y necesarias como las que protagonizo en muchos momentos en los 34 años que van de su historia; estamos convencidas que es posible recuperar el PPD del secuestro político en que lo mantienen un puñado de dirigentes que lo ven y lo usan como parte de su propiedad privada; estamos convencidas que es vigorizante para la democracia hablar fuerte y claro como lo hacemos hoy, como lo hacemos mujeres que vivimos la militancia con dignidad y no desde el servilismo a una elite política y empresarial”.