Necrológicas

Otorgan el Nobel de Literatura a autor que se convirtió en la voz de los desplazados en Africa

Viernes 8 de Octubre del 2021

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bdulrazak Gurnah, escritor de origen tanzano galardonado este jueves con el Premio Nobel de Literatura, ha sido un agudo observador de los efectos del colonialismo y la inmigración durante una carrera de 35 años aclamada por la crítica. “Sólo quiero escribir con la mayor veracidad posible y tratar de decir ‘algo noble’”, explicó en una entrevista concedida en Alemania en 2016 este autor nacido en Zanzíbar en 1948 que comenzó a escribir tras trasladarse al Reino Unido como refugiado adolescente, después de una insurrección en la isla del Océano Indico en 1968.

“Fue en los primeros años de vivir en Inglaterra, cuando tenía unos 21 años, cuando empecé a escribir”, explicó en una ocasión al diario británico The Guardian.

“En cierto sentido, fue algo con lo que tropecé por accidente más que el cumplimiento de un plan”, reconoció.

“En gran medida, tuvo que ver con la abrumadora sensación de extrañeza y diferencia que sentí allí”, recordó sobre sus primeros años de emigración. Pasaron casi otros 20 años hasta que publicó su primera novela, “Memory of Departure”, en 1987. Le siguieron “Pilgrims Way” un año después y “Dottie” en 1990. Las tres exploraban las experiencias de los inmigrantes en el Reino Unido de aquella época.

El reconocimiento de la crítica le llegó gracias a su cuarta novela, “Paradise” (1994), ambientada en el Africa Oriental colonial durante la Primera Guerra Mundial y que le valió un puesto en la lista de finalistas al prestigioso Booker Prize británico.

Su obra de 1996 “Admiring Silence” narra la historia de un joven que regresa a Zanzíbar 20 años después de marcharse a Inglaterra, donde se casó con una británica y trabajó como profesor.

Identidad, desplazamiento,  colonialismo y esclavitud

Las obras de Gurnah están “dominadas por las cuestiones de la identidad y el desplazamiento, y cómo éstas son moldeadas por los legados del colonialismo y la esclavitud”, escribió sobre él el académico Luca Prono en la página web del British Council, organismo público que promueve la cultura británica.

“Todos los relatos de Gurnah se basan en el impacto que emigrar a un nuevo contexto geográfico y social tiene en la identidad de sus personajes”, subrayó.

“Las cuestiones que planteo no son nuevas”, reconoció el escritor a The Guardian sobre su propio trabajo.

Sus últimas obras incluyen “Desertion”, de 2005, preseleccionada para el premio de escritores de la Commonwealth de 2006, y “The Last Gift” (2011), que la revista Publishers Weekly describió como una “novela inquietante” que contiene “una trama sólida con poderosas reflexiones sobre la mortalidad, el peso de la memoria y la lucha por establecer una identidad poscolonial”.

La última novela de Gurnah, “Afterlives”, salió a la venta el año pasado y cuenta la historia de un niño que fue vendido a las tropas coloniales alemanas.

El escritor se jubiló recientemente como profesor de Literatura Inglesa y Postcolonial en la Universidad de Kent, y vive en Brighton, en el sur de Inglaterra.

 

Orgullo para Zanzíbar

 

La noticia del premio fue recibida con entusiasmo en Zanzíbar, donde quienes conocían a Gurnah lo describieron como una persona modesta de voz suave. “La reacción es fantástica. Muchos están felices, pero muchos no lo conocen, aunque los jóvenes están orgullosos de que sea de Zanzíbar”, dijo Farid Himid, quien se describió como un historiador local cuyo padre fue maestro del Corán del joven Gurnah.

“No he tenido la oportunidad de leer ninguno de sus libros, pero mi familia habló de ello”, agregó.

Gurnah no suele visitar Zanzíbar, dijo, pero de repente se ha convertido en un tema recurrente de conversación de los jóvenes en la región isleña semiautónoma.

“Y muchas personas mayores están muy, muy felices. También yo, como zanzibarí. Es un nuevo paso hacer que la gente vuelva a leer libros, pues internet los ha relevado”, añadió.

Hamad Mbarouk Hamad, director del Centro de Artes Culturales en Zanzíbar, dijo que se sentía “orgulloso” por la noticia, aunque admitió que no ha leído ninguna de las obras del escritor.

“Es famoso entre aquellos a los que les gusta estudiar. Para la gente común, no lo creo”, dijo Hamad.

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