Princesa Mako deja la realeza japonesa al casarse con un plebeyo
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a princesa Mako de Japón ha dejado de formar parte de la familia imperial del país de forma oficial tras contraer matrimonio este martes con Kei Komuro, un compañero de la universidad que no pertenece a la alta sociedad, cuatro años después del anuncio de una boda de ensueño tornada en escándalo que ha salpicado la imagen de la familia imperial por una rencilla financiera.
La pareja volvió a verse el lunes pasado por primera vez en más de tres años, cuando Komuro visitó a los padres de Mako, el príncipe heredero Fumihito y su esposa Kiko, antes de la boda, para presentar sus respetos y dar explicaciones sobre la disputa, todavía abierta y que ha sido el escollo del matrimonio.
El joven abogado volvió a Japón el mes pasado desde Estados Unidos, adonde se trasladó en agosto de 2018 para cursar un postgrado de Derecho en la Universidad de Fordham de Nueva York y presentarse al examen para ejercer la abogacía en el país norteamericano.
La marcha de Komuro se produjo medio año después de posponerse su enlace con la princesa, que se justificó por falta de tiempo para los preparativos, y que coincidió en el tiempo con la revelación de una disputa financiera de su madre, Kayo, con su ex prometido.
La boda, que inicialmente se había fijado para el 4 de noviembre de 2018, volvió a posponerse en el contexto de la pandemia. Con la escaramuza monetaria aún en el aire y oposición en ciertos sectores sociales, la pareja optó por celebrar un enlace civil y dejar de lado los característicos ritos vinculados a las bodas reales para reducir al mínimo su exposición pública.
Mako, que el sábado cumplió 30 años, es la primogénita del príncipe heredero Fumihito (55), hermano del emperador Naruhito (61); y hermana mayor del príncipe Hisahito (15), segundo en la línea sucesoria.
La pareja tendría previsto mudarse a Nueva York tras contraer matrimonio para iniciar su nueva vida, ya lejos -o eso esperan- de los focos mediáticos nipones.