Por brutal abuso sexual a mujeres adultas fue detenido por Carabineros y enviado a la cárcel
Como José Marcelo Aya Reyes, de 55 años de edad, fue identificado el detenido por cometer tres delitos de abusos sexuales en contra de mujeres adultas, con edades entre los 79 y 92 años de edad.
Escalofriantes detalles de la brutal agresión a personas adultas se conocieron ayer en la audiencia de formalización de cargos, donde el fiscal jefe de Punta Arenas, Fernando Dobson Soto, pidió la prisión preventiva para el imputado.
El sujeto verificaba primero que la víctima estuviese sola y luego utilizaba el mismo formato. Les pedía un vaso de agua y, cuando iban a buscarlo, ingresaba a la casa.
Fue detenido el sábado en la tarde por efectivos de la Primera Comisaría de Carabineros, justo cuando estaba abusando de una anciana que pedía ayuda. Los funcionarios irrumpieron en el domicilio y, al entrar, el tipo estaba sobre la víctima.
Pero la descripción coincidió con otras denuncias similares, lo que llevó al fiscal a entregar la investigación a la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones.
La primera denuncia surgió el domingo 24 de octubre, cuando el depravado atacó a una mujer de 92 años de edad que vive sola en un domicilio de la Población Juan Williams.
José Aya tocó la puerta y le pidió a la mujer un vaso de agua. Inocentemente, ella accedió y, cuando fue a la cocina, el hombre ingresó, procediendo a agredirla sexualmente.
En la medida de lo posible la víctima forcejeó con el imputado, “y en señal defensa comenzó a gritar el nombre de familiares lo que alertó al imputado que se retiró de la casa”, mencionó Dobson.
Abuso con intento de violación
Pasaron unos días y el sábado en la mañana el sujeto volvió al ataque. Esta vez fue una mujer de 91 años de edad, con la semejanza de que también vive sola. El antisocial tocó la puerta y volvió a utilizar el truco del agua. La mujer no se resistió a tan noble pedido, pero cuando fue en busca del vaso el supuesto sediento entró abruptamente a la vivienda. Fue cuando tomó a la indefensa nonagenaria, se abalanzó sobre ella y la empujó a un sillón, volviendo a cometer actos de connotación sexual, pero esta vez intentó violarla.
No logró su nefasto cometido dada la férrea resistencia de la víctima, que incluso golpeó al sujeto, pese a que éste la tomó fuerte de los hombros y muñecas.
Así y todo, en un momento ella logró sacárselo de encima y salió a la calle a pedir ayuda a gritos. Una vecina escuchó y la socorrió, tras lo cual el tipo se fugó del lugar.
Producto de esto la víctima sufrió diversas lesiones constatadas en el Hospital Clínico.
Tercer abuso
Ese mismo día sábado, pero en la tarde, el depravado volvió al ataque. Ahora fue al interior de un domicilio de la población Cecil Rasmussen.
Con la misma artimaña, tocó la puerta y solicitó un vaso de agua porque tenía mucha sed. La dueña de casa, de 79 años de edad, le creyó, instancia que el sujeto aprovechó para meterse a la casa. “De manera violenta la agredió, la arrojó al suelo hasta que logró bajarle la ropa”, indicó el fiscal.
Al cometer el abusó se subió encima de la mujer, acto que realizó de forma violenta, y mientras gritaba y pedía auxilio, logró ser escuchada por funcionarios de Carabineros, quienes ya habían sido alertados de la presencia del sujeto en el lugar.
Los funcionarios policiales lograron frustrar la violación y procedieron a su detención. La mujer sufrió erosiones múltiples en manos, muñecas y rostro.