Todos unidos por un mismo fin: poder ver a sus familiares al otro lado de la frontera
“Vemos con sorpresa que llegan cruceros, aviones comerciales, se invita a los turistas a conocer Magallanes y a nosotros, que sólo buscamos algo básico y fundamental, no nos escuchan”
“Se vienen las fiestas de fin de año y más encima tengo una nieta que nació este tiempo y aún no la conozco. Dos cumpleaños de mi hijo que no puedo ir. Tratamos de tener paciencia y mantener la fe de que las autoridades hagan algo”
Las historias de vida se entrelazan. No se conocían pero hoy están unidos por la misma causa. Abogan por la apertura de las fronteras terrestres. Un anhelo que en Magallanes es muy fuerte y distinto al resto del país.
Por décadas chilenos y argentinos han transitado de un país a otro, porque el arraigo y apego es muy fuerte entre los habitantes del sur de ambas naciones, como Río Grande, Río Gallegos, Ushuaia, El Calafate, Río Turbio, Punta Arenas, Puerto Natales, Porvenir, en Tierra del Fuego.
Chilenos con familias al otro lado del alambre y argentinos con seres queridos en nuestros “pagos”.
Los emblemas de Chile y Argentina volvieron a flamear ayer al mediodía. Esta vez cerca del monumento al Ovejero, en el bandejón de Avenida Bulnes con una demanda que es transversal: la reapertura de la frontera terrestre.
María Antonieta Rodríguez, del Movimiento Fronteras dijo no entender que por un lado se abra el turismo en Magallanes y a la gente de acá no la dejen viajar por tierra para ir a Argentina, y viceversa. “Vemos con sorpresa que llegan cruceros, aviones comerciales, se invita a los turistas a conocer Magallanes y a nosotros, que sólo buscamos algo básico y fundamental, no nos escuchan”.
Testimonios
Isabel Soto, conocida profesional ligada al área de la salud, participó ayer de esta manifestación porque tiene a sus consuegros en la ciudad de Río Gallegos. Y los hijos de ambas familias viven en Puerto Natales, “y no se han podido ver desde febrero del año pasado. Prácticamente no conocen a la nieta más pequeña. Realmente es inhumano. Yo tengo un primo que está grave y me encantaría poder visitarlo, pero no se puede. Siento que falta voluntad política y deben entender que nuestra realidad local es diferente”.
No conoce a su nieta
Carlos Alvarado González, es nacido en Chile, pero ha vivido siempre en Argentina, entre Ushuaia y Comodoro Rivadavia. “Tengo mi hijo y nieta allá. Mi casa permanece cerrada y necesito regresar. Debo estar llamando a gente amiga, mientras vivo esperanzado en que reabran la frontera. Realmente tenemos que viajar. Se vienen las fiestas de fin de año y más encima tengo una nieta que nació este tiempo y aún no la conozco. Dos cumpleaños de mi hijo que no puedo ir. Tratamos de tener paciencia y mantener la fe de que las autoridades hagan algo”.
Peluqueros
Mónica Fernández: “Soy de Córdoba y vivo hace 14 años en Punta Arenas. Mi marido también es argentino y tenemos toda nuestra familia allá. Tengo hijos que hace dos años no los veo y necesito que por favor se pongan una mano en el corazón, porque también somos seres humanos y es primordial estar con nuestras familias. Aunque sea para verlos unos días. No es por vacaciones, sólo quiero abrazar a mi hijo y estar con él unos días”.
Eduardo Cuello, el marido, añadió que ambos son peluqueros y tienen residencia permanente en Punta Arenas. “En mi caso tengo nietos y bisnietos que no los conozco y quisiera verlos. Al igual que mis padres que tienen 88 años de edad y están ‘embromados’ de salud. Nos mantenemos esperanzados de poder viajar”.
Horacio Vera Oyarzo es magallánico pero la familia es paraguaya. “Mi queja es más que nada con los entes del Estado, como Salud, porque es muy injusto ver una tremenda cantidad de turistas circulando por la ciudad. La pregunta es por qué ellos pueden entrar al país y nosotros no podemos salir”.
“Le pido al gobierno que se ponga la mano en el corazón. Nos hicieron vacunar. Estamos con todo en regla, entonces por qué no abren la frontera de una vez por todas”.