En prisión quedó conductor que ya tenía condena por conducir ebrio con resultado de muerte

En su extracto de filiación figuran 10 condenas para Juan Canales Vidal, el conductor detenido el jueves por protagonizar un violento accidente en calle Zenteno, manejando en estado de ebriedad y contra el tránsito.

Esto finalmente pesó en la decisión del juez de Garantía de enviarlo a la cárcel de Punta Arenas, a solicitud del fiscal Manuel Soto, que lo formalizó por conducir en estado de ebriedad, circular sin licencia de conducir y provocar daños.

Faltando 15 minutos para las dos de la tarde del jueves, Canales desató un violento accidente cuando manejaba en contra del tránsito por calle José Robert, población Juan Williams, un vehículo Hyundai, modelo Euro Accent.

Al llegar a Zenteno, debido a su estado de ebriedad, perdió el control y terminó impactando en la parte frontal al conductor de una camioneta Mazda.

Al llegar al lugar personal de Carabineros pudo constatar que el protagonista guiaba bajo los efectos del alcohol.

Si bien el imputado se negó a someterse a la prueba respiratoria, y al examen de alcoholemia posterior en el Hospital Clínico de Magallanes, el médico de turno dejó constancia en el dato de atención de urgencia etilismo agudo, ebriedad manifiesta.

Los dos acompañantes del imputado resultaron con lesiones leves.

“Conducción de vehículo motorizado en estado de ebriedad, daños, lesiones leves, manejar sin licencia”, además de un “delito a negarse de forma injustificada a practicarse la alcoholemia”, fueron los cargos por los que se le formalizó.

A prisión

“Una persona agresiva, no dispuesta a cooperar con el procedimiento”, consignó Carabineros en el parte policial.

Para justificar la prisión, el fiscal Manuel Soto sacó a relucir el prontuario de Juan Canales, que registra 10 condenas. Hay tres que son por el mismo delito: manejo en estado de ebriedad con daños y personas lesionadas. Pero hay una que destaca, que es una condena por manejo bajo la influencia del alcohol con resultado de muerte. Otra por lesiones graves, delitos de hurto, amenazas y lesiones graves. Y una por robo con intimidación, condenado el 2018 a 4 años de cárcel, beneficiado con libertad condicional.

Los argumentos fueron más que suficientes para el magistrado de turno, Ricardo Larenas, que decretó la prisión preventiva por 60 días.