Magallánicos coparon de solicitudes la agenda de enero del Registro Civil por ley que posibilita el cambio en el orden de los apellidos
Desde el año pasado en que la ley “Cambios en el Orden de los Apellidos” sólo era un proyecto, mucha gente ya preguntaba en el Registro Civil si podían llevar a cabo la tarea de invertir sus apellidos, pero, luego de su promulgación el pasado lunes y posterior puesta en marcha el martes, sin dudas estas consultas han aumentado muy fuertemente. Ya no hay espacio para nuevos requerimientos durante este mes.
El director regional del Registro Civil, Mauricio Peña y Lillo, aseguró que dentro de los próximos días se abrirá nuevamente la plataforma en el sitio web para poder agendar una de las dos horas disponibles de manera diaria y así concretar lo que para muchos resulta un sueño de toda una vida: invertir el orden de sus apellidos.
Este trámite se realiza en el área de inscripciones del Registro Civil, el cual además involucra otros trámites como posesiones efectivas, rectificación de nombres y rut, gestión de matrimonios, entre otros, motivo por el cual sólo se pueden realizar dos rectificaciones al día.
“Hacer el trámite con hora previamente agendada nos permite mantener un orden mayor y así evitar aglomeraciones y exponer innecesariamente a un posible contagio a las personas. Por ahora, estamos en un proceso de evaluación de cómo actúa la gente ante esta nueva ley. Por tanto, esperamos pronto poder abrir cupos de manera más prolongada en el tiempo”, señaló Mauricio Peña y Lillo.
Una medida
para acercarnos a la paridad de género
Hasta el lunes recién pasado, sólo los hombres de la familia eran los autorizados ante la ley chilena para continuar con el apellido hacia las nuevas generaciones, sin posibilidad de llegar a un acuerdo al respecto. Hoy, hemos avanzado a una nueva etapa en la que se transforma el modo de concebir las nuevas generaciones, en la cual las mujeres pueden tomar un mayor protagonismo en el nombre de sus hijos y, por otro lado, a las personas que no se sienten contentas con que el primer apellido que llevan sea el del padre.
“Con mi marido, sabíamos que se había aprobado la ley de cambio de apellidos a principio del año pasado y decidimos que nuestro primer hijo llevaría mi apellido. La decisión fue para rendir un homenaje a mi papá que ya falleció”, comentó Gabriela Saralegui, quien tuvo a su primer bebé antes de que se promulgue definitivamente la ley.
“El tema es que mi hijo nació el 5 de noviembre y, cómo no había mucha información sobre la puesta en marcha de la ley, mi marido fue al Registro Civil a inscribirlo con mi apellido y le dijeron que no se podía porque administrativamente la ley no estaba lista para ser implementada. La única opción era realizar el trámite de cambio de apellido a través de abogado, como se realiza normalmente. Ahora que entró en vigencia, tenemos que llenar dos formularios, el C7 y C9, para solicitar el cambio del acta de nacimiento. En general, creemos que es una buena ley ya que permite que las madres tengamos más protagonismo en la historia familiar”, agregó Gabriela.