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Turismo antártico vive su temporada a media máquina con menos barcos y pasajeros

Sábado 22 de Enero del 2022

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La empresa chilena Antarctica21 programó 17 cruceros para este verano y ha sufrido un 25% de cancelaciones de reservasde turistas que estaban programadas con anticipación. Esta semana apareció un primer caso de contagio a bordo y se reprograma el próximo crucero para adoptar todos los procedimientos sanitarios.

74.401 turistas visitaron la Antártica en la temporada 2019-2020 según reportó la IAATO, organización internacional que agrupa a un centenar de empresas que desarrollan turismo en el continente helado

Afortunadamente hasta ahora hemos estado libres de contagios, con la excepción de esta semana en que apareció un caso a bordo y por ello estamos adoptando las medidas sanitarias. Tendremos que suspender el próximo crucero por medidas sanitarias para retomar posteriormente la actividad”, señaló Jaime Vásquez, presidente de la empresa Antarctica21, refiriéndose al complejo escenario que han debido enfrentar los distintos operadores de cruceros en la Antártica ante la vigencia de la pandemia del Covid-19.

La emergencia sanitaria obligó a que durante la temporada 2019-2020 no hubiera ninguna actividad turística en el continente blanco y la máxima Asociación Internacional de Operadores Turísticos Antárticos, IAATO por su sigla en inglés, planificó a mediados del año pasado el desarrollo de una temporada bajo estrictas normas sanitarias para el centenar de empresas operadoras asociadas a esta organización.

Gina Greer, directora ejecutiva de la IAATO, dijo tras una reunión celebrada en septiembre pasado que “el último año y medio ha sido un desafío a medida que aprendimos más sobre el Covid-19, y nosotros y nuestros miembros hemos estado reevaluando constantemente la viabilidad de una temporada. Esto ha requerido una gran flexibilidad y un trabajo ágil en nombre de nuestros miembros y las conversaciones continúan a medida que se acerca la temporada”.

“Ha sido alentador ver la guía reciente de Argentina y Chile relacionada con el turismo antártico, pero la realidad es que será un desafío para algunos operadores implementarla”, complementó la ejecutiva de IAATO.

La última temporada normal fue en la pre-pandemia en el verano 2019-2020 donde se registraron 74.401 turistas que visitaron el continente blanco, de los cuales 4.679 pasajeros lo hicieron a través de la modalidad de aero-crucero que combina el traslado de pasajeros vía aérea desde Punta Arenas a la isla Rey Jorge, principalmente y otras operaciones menores desde Ushuaia. Así los turistas evitan navegar el cruce del mar o paso Drake que ocupa entre dos días y medio a tres días de navegación.

El presidente de Antarctica21, Jaime Vásquez, expresó que esta temporada realizan los cruceros con el barco Magellan Explorer y que es una temporada atípica que no se compara con la que vivieron en el verano 2019-2020 en que realizaron unos 40 cruceros y movieron poco más de 3 mil pasajeros con la operación de tres barcos.

Para este verano se propusieron realizar 17 cruceros y todo estaba normal, hasta esta semana, que apareció el primer caso de Covid y por ello se aplican los controles de sanitización, postergándose el siguiente crucero.

El empresario admitió que bajo este escenario de emergencia sanitaria el operar con turismo no es fácil: “Es un año muy difícil, con volúmenes de pasajeros menores a los de una temporada normal y con menos cantidad de cruceros lo cual comercialmente no es el mejor de los escenarios, pero nos permite mantener la actividad y nos permite seguir creyendo en el futuro”.

Sin embargo, las ventas de boletos de Antarctica21 para la temporada turística 2022-2023 se muestra casi en condiciones de normalidad y eso les da mucha fortaleza para seguir “empujando” la actividad.

Consultado si este verano han tenido muchas deserciones de turistas que han suspendido sus viajes, Jaime Vásquez respondió que “ha habido mucha cancelación. Dentro de lo que habíamos vendido estamos, por lo menos, con un 25% de cancelaciones por sobre lo vendido. Aún así, para un año normal para nosotros es del orden de los 3 mil pasajeros y esta temporada creemos que estaremos en el orden de los 900 o quizás ojalá mil pasajeros. Un tercio de lo habitual”.

Este verano, en la península antártica, se visualiza menos de la mitad de los barcos que habitualmente operan en torno al continente blanco. “De esa mitad hay muchos que están retenidos o detenidos en el puerto o en la bahía de Punta Arenas por distintas condiciones sanitarias como ha ocurrido últimamente. El movimiento en la Antártica hoy es bastante inferior”, acotó el presidente de la empresa Antarctica21, Jaime Vásquez.

Turismo creciente

Turismo a la Antártica ha mantenido un sostenido crecimiento y cada vez las empresas que operan esta actividad en el continente más limpio del planeta deben hacerlo bajo estrictas regulaciones que también son supervigiladas por la Asociación Internacional de Turismo Antártico, IAATO, por su sigla en inglés que desde 1992 mantiene un permanente monitoreo de la actividad.

De los 74.401 pasajeros que viajaron a través de más de un centenar de empresas asociadas a IAATO a la Antártica, 18.506 lo hicieron en seis grandes cruceros que no realizan desembarcos en ninguno de los fiordos o bahías de la Antártica. Otros 731 turistas viajaron al interior del continente blanco, hacia el Glaciar Unión o al mismo Polo Sur o al otro lado del territorio antártico llevados vía aérea.

Asimismo, 165 pasajeros viajaron a bordo de 12 veleros que operan un turismo acotado y otros 4.679 turistas lo hicieron en la modalidad aero-crucero, que contempla operaciones aéreas desde Punta Arenas a la isla Rey Jorge.

Desde la IAATO se destaca que la Antártica recibe relativamente pocos visitantes, comparado con otros destinos, pero su particularidad requiere de exigentes medidas de protección y cuidado con el hábitat y el medio ambiente.

Parte de este trabajo que lidera la asociación internacional es el lanzamiento anual del programa de buques que van a la Antártica transformándose en una herramienta útil para el Sistema del Tratado Antártico con el objetivo de establecer los límites de tiempo y el número de pasajeros permitidos, número de visitas diarias a sitios específicos y atractivos alrededor de la costa antártica durante casi dos décadas.

Para ello la entidad trabaja estrechamente con los gobiernos y las instituciones científicas, que son parte del Tratado Antártico, más organizaciones ambientales interesadas en el cuidado antártico.