“El mundo público tiene que adquirir nuevas capacidades técnicas para que la ciencia sea parte de la marcha del Estado”
- En su última visita a la región asistió a la firma de la Declaración de Punta Arenas, así como al lanzamiento del Observatorio del Cambio Climático, además de recorrer el santuario Bahía Lomas, el parque de estromatolitos, la Reserva Natural Pingüino Rey y se reunió con la Fundación Hach Saye y Corporación Selk’nam.
Una intensa semana de actividades cumplió en Magallanes, el ministro de Ciencias, Andrés Couve. Un paso por Tierra del Fuego, donde conoció el santuario Bahía Lomas, el parque de estromatolitos, la Reserva Natural Pingüino Rey y se reunió con la Fundación Hach Saye y Corporación Selk’nam fueron sus primeras actividades. Luego firmó la Declaración de Punta Arenas, un compromiso para convertir a la región austral en un polo que contribuya a través de la investigación y la innovación, a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Y cerró su visita con el lanzamiento del Observatorio del Cambio Climático y recibiendo al Presidente Piñera en su recorrido por la planta de HIF para producir hidrógeno verde.
Todas acciones para dejar una base para quien será su sucesor, Flavio Salazar, el ministro de Ciencia nombrado por el Presidente electo, Gabriel Boric. Por ello, Couve destacó todos estos logros recientes y los de su etapa como primer ministro de esta cartera creada en 2018.
“En estos tres años, muy difíciles, en que nos tocó una crisis social, una pandemia y que el mundo se hizo consciente de una crisis climática muy profunda. Pero a pesar de ello, pudimos instalar toda la institucionalidad del ministerio. Una nueva Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, cinco seremías a nivel de macrozonas, un Consejo Asesor Presidencial. Pero además, tenemos planes de largo plazo, porque la investigación requiere esa mirada. Tenemos un plan de centros de excelencia, dos de ellos, el Chic y Mi Base van a tener parte importante de su investigación en la región y tenemos un plan de desarrollo de talentos. Pero ahora, hace falta una segunda etapa, en la que considero que el gran desafío es que esta comunidad científica, articulada por el Ministerio de Ciencias, logre realmente, tener un impacto en el desarrollo del país. Para ello se necesita incorporar no solamente al mundo académico sino también a que la empresa invierta más en investigación y desarrollo. El mundo público tiene que adquirir nuevas capacidades técnicas para que la ciencia sea parte de la marcha del Estado y todo es un proyecto de crecimiento estratégico del sistema, para que tenga impacto en el país, y eso obviamente requiere financiamiento, pero debemos primero, tener el plan”.
Uno de estos programas a largo plazo que involucran a la región tiene relación con la producción de energías limpias, como el hidrógeno verde. Al respecto, el ministro de Ciencias destacó que, para atraer inversión, “desde el Estado hemos establecido un subsidio de 50 millones de dólares para atraer inversión extranjera en el ámbito del hidrógeno verde. Incorporar investigación y desarrollo para esa nueva actividad productiva, para tener capital humano formado, infraestructura, conexión con las universidades y tener una visión de transferencia de tecnologías y capacidades, de incorporación de innovación a este nuevo rubro económico”.
Relación ciencia y privados
En esta nueva institucionalidad, el Ministerio de Ciencias ha debido lidiar entre dos visiones que, a veces, pueden ser antagónicas, como son aquellas vinculadas al sector productivo y empresarial, donde la opinión del mundo científico no siempre es tomada en cuenta. “Yo creo que en Chile la comunidad científica y la que participa del desarrollo tecnológico es una comunidad pequeña, de muy buena calidad, pero que históricamente, ha estado desvinculada del sector productivo, del mundo cultural, del mundo de la educación y del mundo político. Todavía hay grandes distancias entre las universidades, los centros de investigación y las empresas, por lo que tenemos que generar instrumentos y un ambiente que permita ese acercamiento. Hoy los tenemos a través de una Ley de Incentivo Tributario para que las empresas hagan investigación; un mirada en nuestros consejos asesores donde se incorpora el mundo privado. Hay un acercamiento en la dirección correcta, pero que tiene mucho que avanzar”.
La ciencia y la educación
A nivel escolar, la ciencia ha tenido significativos avances. Un ejemplo lo representan los programas Explora, de los cuales el ministro Couve opina que “han avanzado hacia promover las trayectorias científicas desde niños a través de talleres y congresos. Hemos hecho este despliegue territorial con Judith Pardo, que es paleontóloga de Porvenir y que se inspiró a seguir una carrera científica justamente porque participó en un campamento de Explora cuando era niña. Esa línea continúa, pero en el Ministerio abrimos una línea nueva: Ciencia pública, que es parte de una división que llamamos Ciencia y Sociedad, que tiene un componente hacia la educación, con Explora y uno hacia el mundo de la cultura, que tiene concursos distintos, para generar productos y proyectos entre las comunidades y para espacios físicos que sirvan para poner en valor el conocimiento y divulgación científica. Si bien Explora se acerca al mundo escolar, lo que no tenemos todavía es un vínculo formal entre el Ministerio de Ciencia y el Ministerio de Educación, donde la comunidad científica pueda asesorar en el currículum, metodologías e incorporar mucha más investigación en el aula. Y ahí hay un camino por recorrer para el nuevo ministro”.
Es por ello que el mundo de la cultura no puede estar ajeno y en esa línea se enmarcó el encuentro con Fernanda Olivares y Hema’ny Molina, de Fundación Hach Saye y Corporación Selk’nam, respectivamente. “Se conversó sobre la necesidad de tener esta visión muy transdisciplinaria y de contar con instancias de acercamiento, entre las comunidades indígenas y la investigación en muchas áreas”.
Recursos
Andrés Couve recuerda que el nacimiento del Ministerio forma parte de una nueva institucionalidad, en la que además de generar conocimiento, surgió. Por lo mismo, se generaron fondos para responder a la emergencia, como la que se vive. “Se crearon fondos para la investigación del Covid-19, distintos a los que estamos acostumbrados, proyectos más cortos, 12-18 meses, la convocatoria, evaluación y adjudicación fue rápida. Ese aprendizaje del Covid también lo aplicamos en sequía y se acaba de adjudicar para hacer investigación específica para proponer soluciones. Son fondos que se destinan, pero no significa que haya cosas que dejen de financiarse, pero aprendimos a destinar fondos, rápidamente a temas urgentes, y esa es una capacidad nueva que hemos adquirido en el Ministerio”.