Hugo Bravo: Se fue un grande del Scout y del fútbol magallánico

• Gran jugador que por más de 50 años defendió a la institución verdinegra, siendo también dirigente del club y permanente seleccionado de Punta Arenas.

El deporte magallánico una vez más debe lamentar la partida de uno de sus grandes representantes, Hugo Bravo Morales quien fue un destacado futbolista que defendió casi toda su vida los colores del Club Deportivo Scout y de la selección de Punta Arenas, dejándonos a los 67 años de edad.

Hugo le dedicó toda una vida a su pasión que era el fútbol, deporte que abrigó desde muy pequeño cuando acompañaba a su padre, Teófilo Bravo, a ver los encuentros en la Asociación 18 o en el estadio “Ramón Cañas Montalva”.

Se inició en el club Independencia bajo la conducción técnica de Luis “Maravilla” Aguilar, quien lo cambió de la posición de delantero para ubicarlo como defensa central, puesto que no dejó hasta el final de su carrera deportiva.

INICIOS EN EL SCOUT

En 1967, José “Pepe” Arenas, uno de los grandes dirigentes que tuvo el Scout, se lo llevó al club verdinegro donde llegó con 13 años y del cual no se fue más, llegando a cumplir más de cincuenta años en la institución, incluso también como jugador senior y destacado dirigente del club.

Logró con el equipo de sus amores cinco títulos en la Asociación de Punta Arenas, retirándose de la actividad a fines de los ‘80 con 38 años y alcanzando la última corona que obtuvo el Scout en la Asociación Punta Arenas.

En paralelo también representó deportivamente, en los inicios de lo que fueron las ligas locales de futsal, a instituciones financieras como el antiguo Banco O’Higgins (actual Santander) y el Banco Chile, esta última donde fue funcionario por 33 años, logrando también representar a Magallanes en eventos a nivel nacional.

SELECCIONADO

Además destacó como un defensa central con grandes condiciones técnicas en un sin número de nominaciones a la selección de Punta Arenas que participaban en clasificatorias regionales y campeonatos nacionales amateur.

Aparte de sus grandes características como deportista, Hugo en lo personal fue una gran persona, gran amigo de todos, un caballero dentro y fuera de la cancha, muy respetado y admirado por sus compañeros, rivales y también las nuevas generaciones que jugaron con él o que lo vieron desde las tribunas, siendo un ejemplo a seguir.

En la actualidad trabajaba en un emprendimiento familiar junto a su esposa Violeta Mancilla y su hija Gabriela.

Su fallecimiento se produjo en Santiago, sus restos serán trasladados mañana a nuestra ciudad y sus funerales se avisarán oportunamente. Gracias Hugo por todo lo que aportaste al deporte regional, sin duda nunca se te olvidará.