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Tardaron 11 días y recorrieron poco más de 200 kilómetros

Tres magallánicos rodearon en kayak la península de Brunswick hasta llegar al estrecho de Magallanes

Martes 1 de Febrero del 2022

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on el recuerdo respetuoso en los habitantes de los pueblos canoeros australes, como los kawésqar y los yámanas, que surcaban los canales sin ningún apoyo extra y sin las facilidades tecnológicas actuales, los magallánicos Charlie Gibbons, Igor Trincado y Alfredo Barbería cumplieron por primera vez una travesía en kayak que llamaron “Vuelta a la Península” y que comprendió 11 días de travesía y el recorrido de 210 kilómetros al navegar desde el seno Otway en torno a la península de Brunswick hasta llegar al estrecho de Magallanes.

Los tres coinciden en que fue una travesía exigente y que enfrentaron con buena preparación física, con dos años de entrenamiento, aunque esta travesía pensaban realizarla en 2020, pero la pandemia la postergó.

La travesía la completaron hace poco más de un mes, pero en sus mentes tienen grabada cada jornada donde lidiaron con la lluvia y el viento, siempre respaldando cada planificación con el chequeo meteorológico y el apoyo desde Punta Arenas, mediante comunicación satelital, con Federico Quijada, quien mantenía permanente contacto con la Armada respecto al avance de la travesía.

Alfredo Barbería recuerda: “A mediados del año 2019 entre un grupo de amigos kayakistas surgió la idea de realizar una travesía al sector del fiordo Wickham (seno Otway) como una forma de ir conociendo sectores desde la perspectiva que nos gusta, la navegación en kayak. En distintas salidas dominicales comentábamos y planificábamos cada detalle que iban surgiendo en nuestras conversaciones. La idea era hacerlo en noviembre  del 2020. Pero la pandemia dijo otra cosa y nos obligó a confinarnos. Es así que se tomó la decisión de postergarlo hasta noviembre del 2021”.

Agrega que al ver que había más tiempo para planificar se propuso una pequeña modificación a la navegación inicialmente planteada. “Se decidió hacer la vuelta a la península, incorporando por tanto el paso terrestre que conecta el fiordo Wickham con el estrecho de Magallanes a través del sector del lago Caballero y el río Bachelor y de esta manera retornar por el estrecho de Magallanes”.

Así definieron track o ruta de navegación, tiempos estimados de recorrido y lugares donde acampar. “En agosto teníamos claro que la actividad nos llevaría unos 10 días con un margen de 5 días que debíamos considerar por esperas necesaria por razones climáticas o imprevistos que pudieran surgir durante la travesía. Se notificó a la Armada de los detalles de la actividad y así dar cumplimiento a toda la normativa vigente”, relata Barbería.

Charlie Gibbons, Igor Trincado y Alfredo Barbería iniciaron la travesía el 24 de noviembre desde río Caleta y recalaron el 4 de diciembre en el sector de punta Arbol, después de 11 días de travesía y más de 200 kilómetros.

Cruzar el río Bachelor

Uno de los desafíos desconocidos que enfrentaron los tres kayakistas fue un “porteo” o cruce con los kayak en un tramo de 16 kilómetros que consideraban terrestres, pero que también incluyeron navegaciones en lagunas y ríos.

Igor Trincado, quien lleva una década radicado en Magallanes y con experiencias de navegaciones por el río Baker y desde el río Exploradores hasta laguna San Rafael, admite que para él fue su primera gran travesía en Magallanes. “Había oportunidades que se debía luchar contra el viento. Hubo algunos puntos complejos. Lo más dificultoso creo que fue la entrada al río Bachelor porque estaba lleno de palos, árboles, y como los kayak son largos los atraviesa la corriente y cuesta gobernarlos. Creo que eso fue lo más crítico.

No teníamos referencia de ese sector. Navegar en mar no hay problema, pero del río no teníamos antecedentes respecto a lo que podíamos hallar.

Por el caudal que lleva el Bachelor nos impuso desafío”, recalca.

“Concuerdo con Igor -agrega Alfredo Barbería- en que lo más nuevo fue el área del ‘porteo’ porque nunca habíamos hecho uno tan largo. Teníamos que cubrir más o menos 16 kilómetros. Cuando se mapeó se vio que había cursos fluviales que nos podían servir para aligerar un poco el ‘porteo’ del kayak y que llevándolos por el agua sería bastante más sencillo, pero nos encontramos con la sorpresa que los ríos no son tan limpios, que hay bastantes palos que se han caído y eso nos complicó más que nada porque no esperábamos tanto obstáculo. Pensábamos que el Bachelor era más ancho como el San Juan y que la parte del desaguadero del lago Caballero, donde se inicia el Bachelor”, precisa Barbería

Luego recalca: “Ese fue el momento más complejo por el escenario, pero lo más relevante fueron dos cosas: el espíritu de equipo desarrollado y eso nos permitió enfrentar las situaciones de manera acertada y lo otro la condición física. Creo que tomamos muy en serio en prepararnos bien físicamente. Y en casa uno de los puntos críticos que tuvimos en la travesía con la condición física y la actitud de equipo nos hizo más llevadera cada una de las dificultades”.

Para Charlie Gibbons hubo un momento en la travesía: “Me pasó algo especial en la parte del estrecho de Magallanes, en unos tramos largos con oleajes largos, que nos atravesaba un poco y podía ponerse complicado. Y yo en vez de batallar entré en un estado muy calmado con las olas. Lo pasé bien porque fui disfrutando en vez de batallar. Y un mar que era complicado lo viví muy relajado. Eso me gustó mucho. Fue una sensación de tranquilidad en aguas agitadas. Eso producto de una historia de estar practicando, jugar con olas de no defenderse sino amigarse de ellas”.

Preparación exigente

Coincide con sus compañeros que la travesía fue exigente, pero habían entrenado bastante en lo aeróbico y muscular. “Hay sectores desconocidos y por más que uno vea mapas y meteo (pronóstico) igual enfrenta condiciones de viento, corrientes y tipo de olas que son diferentes o inesperadas”, afirma.

En las últimas semanas han descansado, pero ya retoman los kayak y vuelven a las salidas de fines de semana. Sin embargo, Alfredo Barbería ya piensa en una próxima travesía que poco a poco han ido conversando. Esta sería navegar desde Puerto Edén para ir al Pío XI, pero con la idea de seguir con la experiencia vital de navegar los canales. La otra opción es navegar en torno a isla Navarino y dar la vuelta completa con la idea de reconocer áreas que fueron de otros navegantes emblemáticos como los yámanas.

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