Oficial de la PDI declaró en juicio por tráfico de drogas
Seis son los años de cárcel efectiva que la fiscalía está pidiendo para una mujer de nacionalidad colombiana por tráfico de cocaína.
El juicio oral en contra de Linda Masgohe Cortés Mosquera comenzó ayer en la tarde, ocasión en que se leyó la acusación que presentó el Ministerio Público.
En ella se consigna el procedimiento de la Brigada Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones, cuando detuvieron a la mujer extranjera, producto de antecedentes que manejaban de tráfico.
Las indagaciones permitieron establecer que la acusada comercializaba constantemente droga en Punta Arenas, principalmente cocaína.
Los contactos con los consumidores los establecía vía telefónica, por mensajería de texto y de whatsapp.
Las entregas las hacía cerca de su casa, donde citaba a los compradores.
Esto fue así hasta el 14 de junio del año pasado, a las 18,35 horas, cuando la PDI allanó el domicilio de la mujer, en calle Daniel Molina, y encontró en una cómoda en uno de los dormitorios del segundo piso una bolsa con sustancia blanca en trozos compactos, que resultó ser clorhidrato de cocaína.
Además, había dos balanzas digitales, de las que se utilizan para el pesaje de la droga, un teléfono celular, una cartera con cinco bolsas de nylon transparentes con droga y dinero en efectivo.
La droga incautada fue sometida a las pruebas respetivas confirmando que se trataba de clorhidrato de cocaína, cuyo peso fue de 353,74 gramos.
Cristofer Contreras Vargas, uno de los funcionarios de la PDI que tomó parte en la investigación, declaró al inicio del juicio confirmando cada uno de los antecedentes que hicieron posible la detención de la ciudadana colombiana.
La Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) interceptó el teléfono de la mujer y en los monitoreos detectaron conversaciones sospechosas, que dejaban al descubierto la venta de droga a variados consumidores y pequeños traficantes.
La fiscalía decidió solicitar al tribunal la orden de allanamiento porque la PDI escuchó cuando la mujer señaló a un “cliente” que pronto viajaría al extranjero.