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La Onu habría acordado con China demorar su informe sobre los abusos contra los uigures para después de los Juegos Olímpicos

Viernes 4 de Febrero del 2022

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mil uigures están confinados en campos de detención a lo largo de todo China, con la idea de cambiarles el pensamiento político y sus creencias religiosas usando los abusos físicos y verbales

Pese a las presiones de Occidente y de organizaciones humanitarias, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, que encabeza la ex Presidenta chilena Michelle Bachelet,habría accedido a las exigencias del régimen de Xi Jinping, según revela el periódico South China Morning Post.

Este viernes 4 de febrero comenzarán en China unos Juegos Olímpicos de Invierno bajo la sombra del coronavirus y en medio de fuertes denuncias desde Occidente por violaciones a los derechos humanos en el gigante asiático. Pese al “boicot diplomático” ejercido por Estados Unidos y varias potencias occidentales, para el régimen de Xi Jinping este evento deportivo representa una oportunidad para lograr algo de prestigio en el escenario geopolítico mundial.

En ese contexto, el Partido Comunista Chino (PCC) no se puede dar el lujo de que la Organización de Naciones Unidas (Onu) publique su informe sobre las denuncias de abusos y violaciones a los derechos humanos contra la minoría musulmana uigur en la región de Xinjiang, ubicada al noroeste del país. Por eso, el régimen desde hace meses viene trabajando sigilosamente para evitar que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), a cargo de la ex Presidenta chilena Michelle Bachelet, difunda sus conclusiones en medio de los Juegos.

Según revela el periódico South China Morning Post, habría un acuerdo entre las partes para demorar la publicación del tan ansiado informe, que requirió una preparación de casi tres años con varios obstáculos interpuestos por las autoridades chinas.

Liz Throssell, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado, sostuvo que no hay fecha para la publicación del reporte, pero confirmó que “no estará listo antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno”. Sin embargo, se cree que ya está finalizado y preparado para su divulgación.

Hace un tiempo se informó que el régimen chino pidió a la Onu retrasar la publicación hasta después de los Juegos, que culminan el próximo 20 de febrero. Estados Unidos, en cambio, solicitó que la difusión del informe se hiciera antes de la ceremonia de apertura del viernes, a la que asistirá el secretario general de la Onu António Guterres, pese al “boicot diplomático” encabezado por Washington.

Emma Reilly, ex funcionaria de derechos humanos de la Onu convertida en denunciante, calificó como un “estancamiento conveniente para ambos” este presunto acuerdo entre China y el máximo organismo internacional. Según indicó, no habría intenciones políticas de “molestar” al gigante asiático.

Reilly fue despedida el pasado mes de noviembre por la Onu, tras publicar pruebas de que la organización estaba compartiendo los nombres de los disidentes con el régimen chino.

Reinhard Bütikofer, jefe de la delegación del Parlamento Europeo en China, reclamó que ahora que la atención del mundo está puesta en Beijing con motivo de los Juegos de Invierno, “no podemos permitir que el gobierno chino lave su reputación” frente a las “atrocidades” que están teniendo lugar en la región de Xinjiang.

El pasado mes de diciembre un grupo bipartidista de legisladores norteamericanos se comunicó con Bachelet para recordarle que su oficina se había comprometido en septiembre del año pasado a que la publicación del informe sería inminente.

“Creemos que su publicación sería un importante recordatorio de que ningún país puede eludir el escrutinio internacional por cometer graves abusos contra los derechos humanos”, remarcaron los legisladores norteamericanos en la carta enviada a la alta comisionada de la Onu para los derechos humanos.

Las potencias occidentales esgrimen, además, falta de firmeza por parte de la Onu a la hora de presionar al régimen de Xi Jinping para que permita una inspección en Xinjiang. Ambas partes llevan dos años negociando las condiciones de esa visita, y China desde el comienzo de las conversaciones no ha cambiado de postura.

Al respecto, Throssell confirmó que “hay conversaciones en curso” para que Bachelet visite esa región del noroeste chino “posiblemente en la primera mitad de 2022”.

“Es importante que esa visita sea significativa, con acceso no supervisado a una amplia gama de actores y lugares de la sociedad civil, así como un compromiso de alto nivel con funcionarios del gobierno. Como ha dicho el Alto Comisionado, es crucial un acceso significativo y sin restricciones a la región de Xinjiang”, aclaró Throssell.

Sin embargo, Beijing desde el comienzo de las negociaciones ha condicionado la visita de Bachelet a Xinjiang. En las últimas horas el régimen exigió que el viaje debe ser de carácter “amistoso” y no enmarcado en una investigación.

Pero en su carta enviada a Beijing, la Oficina del Alto Comisionado señaló que “una misión de investigación”, como la que solicitó la ex presidenta de Chile, debe llevarse a cabo bajo las condiciones de la delegación y no del país anfitrión.

En ese sentido, la misiva aclara que se debe garantizar “la libertad de movimiento en todo el país”, así como la libertad de investigación, incluyendo “el acceso a todas las prisiones, centros de detención y lugares de interrogatorio”, y “el contacto confidencial y sin supervisión con los testigos y otras personas privadas”.

El informe de South China Morning Post sostiene, además, que Beijing está tratando de impedir que funcionarios de la Onu reciban o se reúnan con representantes de Taiwán, el Tíbet o Xinjiang.

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