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Alejandro Fabres pertenece a la Orden Vicentina

Párroco cumplió 21 años de sacerdocio y destaca la oportunidad de estar en Porvenir

Martes 8 de Febrero del 2022

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  • El padre Alejandro Fabres ha demostrado una faceta constante de preocupación por los migrantes, que en un estimado de 500 personas se han establecido en Tierra del Fuego en los últimos meses

Veintiún años de sacerdocio cumplió el párroco de Porvenir, padre Alejandro Fabres, quien se ordenó el año 2000 y su primer destino fue en Puerto Montt. En esa ciudad estuvo durante 5 años, trabajando en las áreas educacional, social y de Cáritas, armando numerosos proyectos en favor de la comunidad. Luego, de regreso en Santiago, de donde es originario, sirvió en varias parroquias de la zona sur de la Región Metropolitana, en La Pintana, San Ramón y La Legua, donde conoció la compleja situación de los habitantes de esas comunidades.

Volvió después a su Casa Provincial por 11 años, de la que se hizo cargo, para continuar como rector de la Iglesia y superior de la Casa, siempre haciendo clases en colegios, institutos y universidades en ramos de ética, derechos humanos y vulneración de derechos, “que hacen falta en Chile”, comenta.

Continuó vinculado a temas de derechos humanos, por situaciones familiares y de acción de vida, reconoce, con organizaciones como el Movimiento contra la tortura Sebastián Acevedo, comunidades cristianas de base y Vía Crucis Popular.

Sus referentes son los padres Mariano Puga, Alfonso Baeza, José Aldunate, Roberto Bolton, “curas que marcaron mi formación sacerdotal y formación como cristiano, marcando mi ruta en este trabajo”.

Asimismo, trabajó en Dichato para el terremoto de 2010, el aluvión de Copiapó y en las poblaciones quemadas de Constitución.

Además hizo misiones en Perú por 3 años y la primera en Cuba post revolución, por un mes. En 2018, sus superiores lo invitaron a vacacionar y conocer la comunidad de Tierra del Fuego, justo cuando la Misión Territorial Salesiana dejaba el territorio, habló con el provincial para que lo dejara venirse a Porvenir.

“Le pregunté a la única mujer que me interesa, que es mi madre, si estaba de acuerdo con esta decisión, y así me hice cargo de la Parroquia San Francisco de Sales, el 1 de mayo de 2018”.

“Llegué en pleno invierno, pero aquí he pasado menos frío que en otros lugares, porque todo es calefaccionado. Aquí cuesta acostumbrarse al tema de la lluvia, de la nieve y la escarcha, pero hemos tenido inviernos bastante benignos. Me llegó la pandemia, donde gracias a Dios hemos hecho mucho por la comunidad cristiana”. Claro porque el padre Fabres ha realizado operativos de ayuda a los migrantes, regularizando sus papeles con ayuda profesional, ha atendido a adultos mayores y la parroquia continuó prestando servicios, abierta siempre a todo público y entregando cerca de 700 paquetes de alimentos.

Preocupación por migrantes

El padre Alejandro Fabres ha demostrado una faceta constante de preocupación por los migrantes, que en un estimado de 500 personas se han establecido en Tierra del Fuego en los últimos meses.

Su dedicación, con el lema “Migrar no es un delito” se incrementó desde que la ex Gobernación de Tierra del Fuego se transformó en Delegación Presidencial Provincial, porque con ello dejó de tener una oficina que atendiera a este importante segmento de la población fueguina.

Lo anterior motivó en el sacerdote la adhesión a numerosas instancias de regularización de quienes, llegados del exterior, deciden radicarse en suelo insular, por razones de trabajo, facilidades de instalación y motivados por familiares adelantados en este destino. Los operativos tienen el fin de ayudar a resolver dudas sobre temas de visados y aspectos de la nueva ley migratoria, para lo cual suele pedirles a los migrantes tener a mano alguna estadística y hacer su inscripción previa en la parroquia San Francisco de Sales, aunque las atenciones suelen centrarse en el Colegio María Auxiliadora de Porvenir.

En ese contexto, el padre Fabres celebró, de modo discreto y con una felicitación de la Orden Vicentina y de sus más cercanos feligreses, sus 21 años de labor y servicio sacerdotal, en buena parte de Chile y países cercanos, feliz hoy de hacerlo en la isla austral.

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