Francés viajó hasta Magallanes para conocer el río que lleva su apellido
Como ‘increíble’ definió la sensación de estar a las orillas del río Gennes el francés Marc de Gennes, quien junto a su pareja Delfina iniciaron su viaje por Latinoamérica conociendo el río que fue bautizado por uno de sus ancestros hace más de 300 años. Esperan concluir su viaje en Ecuador para tomar un vuelo de regreso a Francia.
En tres días y medio lograron el desafío de caminar más de 80 kilómetros ida y vuelta desde San Juan hasta cabo Froward, al sur de Punta Arenas, lo cual usualmente toma entre 5 a 7 días para una persona bien preparada físicamente para esta actividad. “Nos gusta caminar y hacerlo rápido”, enfatizó al respecto Marc de Gennes en visita a La Prensa Austral.
Toda esta idea no existía en la mente de Marc antes de que su padre le enseñara un libro que se hallaba en su biblioteca y que daba cuenta de que un familiar de ellos de hace 3 siglos realizó la gran hazaña de atravesar el mundo para llegar desde Francia hasta el estrecho de Magallanes: “Relato de un viaje”.
En este libro se evidencian algunas de las dificultades del viaje, anécdotas, las paradas que hicieron, y además se relata y define el encuentro que tuvieron con los patagones. Según cuenta Marc y Delfina, el libro escrito en francés contiene información relacionada con los descubrimientos realizados y no relata hechos oscuros dentro de las acciones cometidas por la tripulación del barco.
“En ese tiempo Francia estaba en guerra con España, y como España estaba haciendo mucho dinero con sus viajes a Perú, probablemente Francia quería hacer lo mismo en otras zonas de Latinoamérica, lo cual no sé hasta qué punto pudo ocurrir”, teorizó Marc de Gennes.
“Una sensación increíble”
Tras un viaje de 26 horas desde París a Santiago y luego a Punta Arenas, los franceses Marc y Delfina rápidamente emprendieron su viaje hacia el sur del continente, donde los estaba esperando el río de Gennes para revivir un pedazo de la historia familiar de Marc.
Al llegar al lugar, fieles a su estilo, hicieron una caminata muy rápida que les permitió acceder rápidamente al río, lugar en que planeaban dejar un tesoro enterrado para que algún día pueda ser encontrado por cualquier persona o tal vez por un futuro heredero de la familia.
Durante la noche del entierro del tesoro, la labor no se veía fácil ya que llovía muy fuerte y la marea estaba alta, sin embargo el plan ya estaba preparado. Dentro de la caja ubicaron distintas cosas de los padres de Marc, cosas que les gustan a ambos, además de otras que prefirieron mantener en secreto para no arruinar el misterio de la ceremonia. Curiosamente los franceses incluyeron también la edición del día de La Prensa Austral para identificar la fecha en que se enterró el tesoro, además de dos textos que fueron escritos uno cada uno, pensando en que estaba siendo relatado para la otra persona.
“La idea era que no leyéramos los mensajes que nos habíamos escrito y queden sepultados ahí para siempre o hasta que alguien lo encuentre. Sin embargo le dije a Delfina que ella lea lo que le escribí porque era algo importante. En el papel le preguntaba si se quería casar conmigo… Le dije que podía responderme o dejar la carta en el tesoro, ¡y me dijo que sí!”, relata emocionado el francés.
Comprometidos el uno con el otro, Delfina y Marc emprendieron su último día de caminata para volver a Punta Arenas pero sin nada de alimento, caminando desde la mañana hasta las 21 horas sin haber comido nada, para luego recibir el apoyo de un vehículo que los trajo ‘a dedo’ hasta la cuidad. “Fuimos a un restaurante y dijimos: tráiganos mucha comida”, cuenta entre risas Marc.
“Fue increíble haber estado en un lugar donde un ancestro mío estuvo hace más de 300 años, es una sensación indescriptible. Mi padre falleció, pero mi madre está muy contenta por lo que hicimos, y en un principio estaba la idea de que ella nos acompañara, pero menos mal que no lo hizo porque es viejita y el trekking es muy complejo. El lugar es hermoso y nos gustaría que se mantengan así, salvaje y natural, y ojalá que el tesoro pueda encontrarlo alguien en algún futuro, espero que algún familiar de las futuras generaciones”, subrayó Marc de Gennes.
Marc y Delfina continuaron su viaje luego de su corta pasada por la provincia de Magallanes, para realizar el circuito ‘O’ en Torres del Paine. Luego de esto continuarán en su primer recorrido por tierras latinoamericanas para luego volver al viejo continente, para tal vez algún día, poder volver a pisar tierras magallánicas… Si comieron calafate, por supuesto.