“Tarjeteros” se sienten desprotegidos y reclaman que muchas veces deben poner de su bolsillo lo que no les pagan

• “Si estás todos los días recibiendo malos tratos, en algún momento vas a explotar, tampoco defiendo la violencia en ningún caso, pero de repente igual te sacan de quicio, más en los trabajos de calle, en especial éste, que es infravalorado y de alguna forma, la gente no la toma muy en serio”.

La pelea en la que se vieron involucrados un operador del servicio de estacionamiento del perímetro central con el chofer de un vehículo, el pasado viernes, si bien llegó a extremos, sí da cuenta de un ambiente que está lejos de ser agradable entre quienes se encargan de cobrar por el servicio de estacionamientos y los conductores. Las discusiones son diarias al igual que los malos tratos; también es muy común que haya gente que se va sin pagar.

Reconocen que son mirados en menos y eso le agrega dificultad a la labor que despliegan.

Marcelo Cifuentes es uno de los “tarjeteros” del centro y de entrada lamenta que “la mayoría de la gente no quiere pagar y se arranca, o no tienen plata, y no entienden que cuando uno hace cortar el ticket, al final lo paga uno, entonces es fome estar pagando del bolsillo de uno. Yo he pagado hasta 7 mil pesos cuando me hacen cortar el ticket y no quieren pagar; a veces llegan prepotentes, te insultan y ahí hay que tratar de no tomarlos en cuenta y dejarlos alegando solos, no entrar en la discusión con ellos. Lo de las peleas es muy raro que pase, pero sí es común que la gente se arranque, no quiere pagar y hay días en que se levantan con el pie izquierdo y se desquitan con uno y este es un trabajo sacrificado, donde uno pasa frío…”.

En calle Bories, Sara Jofré advierte que “la gente nos mira como si tuviéramos sarna, porque apenas bajan el vidrio algunas personas y otros nos tratan mal. A mi compañero yo lo entiendo, porque si una persona baja a pegarme, me voy a defender. He leído muchos comentarios en Facebook en que lo han tratado mal, pero bueno, cada uno tiene su educación”, criticó. Igual reconoce que hay “muchas personas educadas y súper buenas, pero no porque uno trabaje en esto significa que no tiene su educación y respeto, pero hay gente que aunque pareciera que tuviera todos los estudios, la educación se la pasan por cualquier parte”.

Y los que se van sin pagar “es de todos los días, porque a veces hay gente que está desde las 9 de la mañana, cuando uno los marca y se van a la una, dos de la tarde, al sacar la boleta, dicen ‘no tengo plata’ o dicen ‘voy al cajero y vuelvo’ y uno tiene que pagarlo de su bolsillo. A veces 3 mil, 4 mil pesos, lo máximo que he tenido que reponer son $5.600 de mi bolsillo. Para mí, son sinvergüenzas porque una está todo el día acá, trabajo de las 9 a las 20 horas y no es justo que vengan a estacionarse y por último, que digan que no tienen dinero y se van a estacionar a otro lado, porque gratis uno no puede tenerlos”.

En Avenida Colón, otro trabajador que primero se identificó, pero luego pidió reserva de su identidad para no tener represalias, concuerda con esta visión. “Si estás todos los días recibiendo malos tratos, en algún momento vas a explotar, tampoco defiendo la violencia en ningún caso, pero de repente igual te sacan de quicio, más en los trabajos de calle, en especial éste, que es infravalorado y de alguna forma, la gente no la toma muy en serio”.

Finalmente, el operador de cobro de estacionamiento que se identificó solamente como Leonardo (por las mismas razones de su compañero), dio cuenta de otro hecho frecuente. “Hay gente que se estaciona tres, cuatro horas, y tú los ves que se suben al auto, con cabros chicos, tomando helado o bebida y te dicen ‘no tengo plata’; pasa eso todo el tiempo. He tenido humillaciones, combos, no es algo aislado, ya se acostumbró el usuario a estar unas cuantas horas y no pagar. Es en todos lados, te mandan al Savoy, a cualquier calle y pasa lo mismo, estamos acostumbrados ya”.