Rusia calificó de “extremistas” a manifestantes contra la invasión
7
mil 640 arrestos fueron denunciados junto con múltiples casos de abuso policial
La Fiscalía General de Rusia alertó que la participación en las protestas convocadas por la oposición rusa contra la invasión de Ucrania ordenada por el Presidente ruso, Vladimir Putin, en Ucrania, serán calificadas como “extremistas” y penadas en consecuencia.
“Muchos de estos llamamientos (a protestar) parten de organizaciones prohibidas por sus actividades extremistas. Al seguir estas convocatorias, los ciudadanos no sólo se convierten en potenciales víctimas de provocaciones, sino que se implican en actividades de organizaciones radicales”, señaló la entidad en
un comunicado.
La Fiscalía General señaló que la participación en este tipo de manifestaciones es penada por la ley por “participación en una organización extremista”.
“En condiciones de un ataque informativo sin precedentes contra Rusia, en internet se difunden llamados a los ciudadanos a participar en protestas antibélicas supuestamente pacíficas”, añadió la Fiscalía.
El pasado lunes los seguidores del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, actualmente encarcelado, llamaron a los rusos a la “desobediencia civil” contra la guerra en Ucrania.
El gobierno ruso declaró “extremistas” e ilegalizó tanto el Fondo de Lucha contra la Corrupción, fundado por Navalni, como su red de oficinas, tras lo cual sus colaboradores más cercanos se vieron obligados a salir del país, pero continúan denunciando al régimen de Putin desde el extranjero.
Pese a que las autoridades rusas ya han amenazado con represión a los rusos que se oponen a la guerra en Ucrania, miles de personas continúan saliendo a las calles a protestar.
Según el portal OVD-info, organización especializada en el seguimiento de arrestos y la defensa de detenidos, la policía rusa ha efectuado desde el pasado 24 de febrero un total de 7.640 arrestos, y documentó múltiples casos de abuso policial.
El consejo de directores de Gazprom Media, propietaria de la radioemisora “Eco de Moscú”, uno de los pocos medios que ofrecía espacios a las voces críticas con el Kremlin, ordenó el cierre de la estación y de su página web.
Fundada en agosto de 1990, la emisora fue creada como una alternativa a Gostelerradio, el monopolio soviético de la radiotelevisión.