“El incendio de la capilla afectó en muchos aspectos a nuestra comunidad”
Como “una gran pérdida” catalogan los vecinos el incendio intencional provocado el 31 de diciembre del 2020 a la antigua capilla Virgen del Carmen de Río Seco, para encubrir un robo.
La capilla fue testigo de innumerables actividades religiosas durante sus más de 100 años de vida, tales como matrimonios, bautizos, comuniones, velorios, e incluso los Cevas (Centros de Vacaciones Solidarios), tradicional actividad para niños y jóvenes que se realiza año a año en distintas comunidades religiosas.
Actualmente, las misas que se realizaban tradicionalmente en la capilla Virgen del Carmen de Río Seco, se vienen haciendo en la sede del comité cultural del sector, luego de haber estado cerca de 3 meses con sus actividades en la sala de la junta de vecinos. Hoy se encuentran trabajando en restaurar un salón de la capilla que resultó menos afectado por el fuego, esto con dinero donado por cerca de 100 vecinos a través de una “campaña del sobre” con lo que han podido comprar pintura, madera, planchas para el cielorraso, planchas de zinc, vidrios, una puerta y su chapa, entre otras cosas.
“La capilla cumplió el rol de ser un centro de atracción para vecinos tanto de Río Seco como de Pampa Alegre y sectores cercanos. Durante nuestros cultos de día domingo, generalmente llegaban unas 20 personas, pero cuando realizábamos actividades especiales esto se llenaba. Esperamos en mayo poder estar utilizando nuevamente este lugar y aquí nos quedaremos porque es nuestro espacio, ya que en la sede del comité cultural estamos complicando a otras personas que no son de la iglesia con sus actividades”, explicó Pedro Romero, coordinador de la capilla Virgen del Carmen.
Futura restauración
Tras el incendio de 2020, poco y nada fue lo que se pudo rescatar de los objetos históricos que se encontraban dentro del recinto religioso. Hoy en día, a pulso entre los vecinos a través de donaciones han logrado tener su altar en la sede del comité cultural, lo cual es consecuente con el trabajo que se ha hecho siempre desde los vecinos para levantar las iniciativas ya que, comentan, no han recibido ningún apoyo de autoridades.
“Si no fuera por los vecinos esto queda botado para siempre. Nuestra idea es poder traer de vuelta a la vida nuestra capilla, claramente no va a ser lo mismo de antes pero nuestra comunidad cristiana está muy viva y queremos que se mantenga así. Las cotizaciones para restaurarla rondan los $120 millones y eso para nosotros es imposible de alcanzar. La Fundación Pro Cultura se hará cargo de la restauración postulando a fondos, pero es un proceso muy lento que podría tardar al menos 5 años”, complementó Pedro Romero.
Para poder habilitar de manera oficial su espacio para reunirse los días domingo, aún tienen que invertir en disponer los servicios básicos y así poder calefaccionar y tener acceso a agua al menos. Por ahora, no son muchos fieles que asisten, ya que gran parte de ellos son adultos mayores y se han mantenido al margen por la propagación del Covid-19.
“El incendio de la capilla afectó en muchos aspectos a nuestra comunidad, porque un pueblo que pierde historia, pierde identidad. Sin dudas que la gente se ha ido desmotivando por haber perdido su riqueza histórica, pero no queremos que esto se pierda, y es por eso que estamos trabajando en restaurar nuestro espacio en la misma capilla y retomar nuestras actividades como se venían realizando hace más de 100 años”, concluyó el coordinador.