Necrológicas
  • – Pedro Barrientos Bahamóndez
  • – José Luis Fuentealba Jara
Según cifras de la Superintendencia de Insolvencia

26 empresas quebraron entre el 2020 y el 2022 en la Región de Magallanes

Sábado 12 de Marzo del 2022

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  • No obstante, el abogado del estudio jurídico Defensa Deudores, Mario Espinosa, asegura que durante la pandemia no se acentuaron estas cifras porque ya venían en aumento.

Actualmente el estudio jurídico Defensa Deudores se encuentra tramitando más de 800 causas de quiebras de personas y de Pymes a nivel nacional, cuyas cifras entre 2020 y 2022 alcanzan las 1.775 en todo el país. En tanto, nuestra región ha sufrido la quiebra de 26 empresas durante el mismo periodo: 15 durante el 2020, 10 en 2021 y sólo 1 en lo que va de 2022.

Chile en estos momentos se encuentra superando varias de las principales problemáticas que fueron desatadas tras la crisis sanitaria, esto gracias a la habilidad que han tenido algunos empresarios y emprendedores para sortear las dificultades y, por otro lado, el apoyo desde el Estado, que fue un factor que influyó en que el impacto en la economía no fuera tan lapidario.

Frente a esto, el abogado de la firma Defensa Deudores enfatizó en que esta situación de quiebras en empresas no sólo ocurre en Magallanes sino que en todo el territorio, y que los números pre pandemia no eran positivos independiente incluso de otros factores como el estallido social: las medidas coyunturales adoptadas por el Estado pudieron impedir un descontrolado declive de ingresos especialmente para las Pymes.

– ¿Qué medidas impidieron una quiebra más masiva de empresas?

– “Muchos de los accionistas, socios, emprendedores y empresarios hicieron uso de retiros de fondos previsionales para inyectar recursos a sus empresas y así soslayar una disminución de sus ingresos. Esto, en conjunto con la postergación del pago de créditos que fueron entregados por algunos bancos, además del acceso a algunos préstamos con garantías estatales generó que se suspendiera el estado de insolvencia de muchas Pymes y así pudieran sobrevivir. A esto podemos sumarle la suspensión de procesos judiciales y la caída en la cantidad de ingreso de demandas por los mismos conceptos. Sin embargo, muchas de estas medidas cesaron, ya no habrá más retiros ni medidas de postergación y viene un proceso en el cual las empresas van a tener que arreglárselas por sí mismas”.

– ¿Cómo evaluarías el rol del Estado frente a esta necesidad?

– “Creo que el Estado no fue lo suficientemente ágil al momento de presentar las ayudas, pasó demasiado tiempo en entregar medidas reales a favor de las Pymes, e incluso cuando estas ocurrieron, no tuvieron la profundidad que la crisis ameritaba. Estas ayudas del Estado sólo contribuyeron en la sobrevivencia de estas empresas, pero no entregaron ninguna solución de fondo. Una de las grandes soluciones entregadas fueron los nuevos créditos, y lo que dijimos nosotros en un inicio es que no se debió haber entregado créditos, sino que pensar en buscar refinanciar las deudas preexistentes de créditos anteriores. Aún así muchas empresas quedaron fuera de créditos estatales”.

– ¿Cuáles fueron los principales motivos de quiebra previos a la pandemia?

– “Las Pymes siempre han tenido problemas, y esto no es algo que haya sido provocado por la pandemia o el estallido social. Desde antes existían estos problemas de ingresos en Pymes, muchas veces derivados de postergación de pagos de grandes empresas a proveedores que eran Pymes, lo cual generaba un estrés muy importante en el flujo de la caja de estas pequeñas empresas. Por otro lado, el poco acceso que han tenido las Pymes a créditos bancarios por la cantidad de requisitos que les piden ha sido un factor relevante, mientras que el desconocimiento del emprendedor en materias de gestión, administración y finanzas, los ha llevado en muchas ocasiones a tomar malas decisiones que han sepultado sus esperanzas de viabilizar un negocio en el mediano o largo plazo”.

– ¿Qué medidas debería considerar el nuevo gobierno en este sentido?

– “Una de las prioridades debería ser la modificación de la ley de insolvencia en lo que dice acceso a las Pymes al procedimiento de reorganización y el procedimiento judicial de empresas a través de reestructuración con acreedores, asegurando viabilidad de pagos a largo plazo. Hoy en día este proceso existe, pero las Pymes generalmente quedan fuera, por eso es que debería haber enfoque en permitir ese acceso para mantener la existencia de estas Pymes y esperar que cumplan con sus compromisos. Por otro lado sería bueno fomentar el acceso a financiamiento en buenas condiciones para las Pymes, porque aquellas que postulan para acceder a créditos muchas veces se encuentran con barreras asociadas a exigencias más allá de lo que uno pudiera entender como viable. El acceso a estas posibilidades es muy caro, entonces es importante que podamos avanzar en entregarle las posibilidades a las Pymes de que puedan crecer, crear empleo y ser sostenibles en el tiempo”.

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