Desarrollo de bahías y caletas de Magallanes
Emilio Boccazzi Campos
Arquitecto
Las cuatro capitales provinciales de la Región de Magallanes y Antártica Chilena, es decir Punta Arenas, Puerto Natales, Porvenir y Puerto Williams, son todas ciudades costeras. El estrecho de Magallanes presente en dos de ellas, Punta Arenas como capital regional y Porvenir como capital de Tierra del Fuego.
La capital del turismo con las bellas aguas interiores del Pacífico y Puerto Williams en el mítico canal binacional Beagle.
Son ciudades que tienen su sentido de fundación, de historia, de modo vital, con su mar, con su borde costero. Con su impronta de ser ciudades portuarias esencialmente Punta Arenas y Puerto Williams con la presencia de la Armada y del movimiento portuario general. En el caso de Puerto Natales, esencialmente por la llegada de los transbordadores que nos conectan directamente con el resto de Chile. En el caso de Tierra del Fuego, el otrora “Puerto Porvenir”, hoy ha dado paso a bahía Chilota, como su puerto y su localidad que conecta con el mar en sus distintas expresiones. Tierra del Fuego y la región tiene que preguntarse y trabajar con bahía Yendegaia y caleta María como punto de conexión marítima con el sur de la isla o con su punto intermedio.
Claramente en algunos puntos el tema es la pesca artesanal y en otras, otros lugares, localidades, bahías o caletas son la conectividad con el territorio interior.
La pregunta de qué hacer con la pesca artesanal y toda su cultura, es inevitablemente preguntarse ¿qué pasará con la Industria acuícola y principalmente con la Industria salmonera? (No quiero que nadie piense que planteo que esta no exista, pero si, que funcione respetando la “laxa” normativa ambiental). Pues, hay demostraciones tangibles de los desastres que se ha provocado en otras regiones. Lo que no se puede hacer en los mares de Noruega no se debe poder hacer acá. Y la exigencia debe ser aún mayor, pues nuestra región registra dos reservas de la Biósfera (Torres del Paine y Cabo de Hornos), de lo cual se debe tomar conciencia, porque lo que hoy da el turismo, no lo será más en el futuro, si nuestros mares comienzan a provocar problemas ambientales por su manejo laxo y desprolijo.
Pero sin rehuir lo anterior, que ya dejamos opinión, el tema es ¿qué potenciamiento daremos a la pesca artesanal? A la actividad que es una de las más masivas en contratación de mano de obra. Que es parte de nuestra cultura gastronómica más vernácula. Que es de escala humana y de un menor impacto ambiental, por lo tanto, más sustentable.
Cuando el tema alimentario, se transforma y transformará en un factor esencial de tener previsto, para dar seguridad alimentaria (en los crecientes problemas de la humanidad con el cambio climático y las tensiones oriente occidente) el tema de ¿qué se hará con la pesca artesanal? Cómo se hará ese apoyo a una eventual política pública, ¿Dónde?, ¿Cuándo? y ¿Cuánto?
Pienso que una primera etapa debe ser un potenciamiento de las condiciones generales de infraestructura básica (agua potable dulce, energía y tratamiento o recolección de aguas servidas) de Localidades o Lugares como Bahía Mansa, Rinconada Bulnes, Barranco Amarillo, Puerto Zenteno, San Gregorio, bahía Chilota, bahía de Porvenir, caleta María, Puerto Toro, Puerto Williams, Puerto Navarino, Yendegaia o bahía Azul.
En Ultima Esperanza, en primer e indiscutido lugar y orden la urgente necesidad de ocuparse adecuadamente de Puerto Edén y más cerca de Puerto Natales, el mismo Natales y su terminal de pescadores de la ciudad al final de la Costanera, pero como se logra rescatar lo que fue en algunos aspectos, el Puerto Bories y su primer puerto como fue Puerto Consuelo.
Lugares de degustación adecuados y de alto nivel higiénico en la mayoría de estos lugares, para recuperar y cambiar los hábitos alimenticios de una región con población obesa y con múltiples patologías vasculares o cardiacas es también un factor clave en el diseño de una política pública de equipamiento, claramente pactado también con el sector de la pesca artesanal, en que los valores ($) de venta de los productos para la población magallánica debe ser a precios de costo, pues el Estado estará por el otro lado apoyando su actividad, (la pesca y sus derivados) reconociéndola y potenciándola a través de recursos públicos ( o sea de todos). Y sin contar los incentivos que da a su actividad como lo hace con otras industrias, como el Decreto Ley 889 o la Ley Austral o la Ley Tierra del Fuego y Navarino por nombrar sólo a algunas.