Necrológicas

Acceso en regularidad y precio justo de los alimentos producidos en la región

Por Emilio Boccazzi Campos Lunes 11 de Abril del 2022

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La semana pasada, proponíamos el aseguramiento de que la población de Magallanes, pueda acceder en cantidad y precio justo, al producto estrella de las nuevas exportaciones chilenas, como es el salmón. Chile se ha transformado en el segundo productor mundial, con el 27% de la producción, y en particular la Región de Magallanes, hoy día produce el 20% de las exportaciones chilenas. Esto quiere decir que Magallanes hoy día genera casi el 6% de la producción mundial de salmón.

Y decíamos en dicha columna, que la accesibilidad general de la población a este producto, es casi inaccesible. Un kilo (del producto de rechazo o que no califica para las exportaciones y que por lo tanto obligadamente se queda aquí), cuesta entre $8.000 y $ 10.000/kg. Es decir, imposible de acceder para una familia modesta de esta región. Se agrava esta mirada egoísta de la industria salmonera, pues recibe ingentes subsidios del Estado, agrede al medio ambiente, con sobreproducción u ocultamiento de información, ante organismos del Estado, incapaces de cubrir todas las posiciones en nuestra “larga y extensa geografía”.

Dos o tres centros de venta permanente en Punta Arenas, y en las capitales provinciales de la región (a precio justo, pues se produce acá con las bondades de las aguas australes) sería la adecuada inserción de la Industria con la necesidad apremiante de acceder a buen producto, a buena proteína y con esto a cambiar hábitos alimenticios que tienen masivamente afectada a la población, con obesidad e hipertensión. Somos de las regiones que tenemos los más altos índices de estas patologías y enfermedades.

Pero en este contexto, queriendo que esta industria se consolide (pero haciéndolo bien, sin faltar a sus propios compromisos ambientales, cumpliendo lo que sí hacen en Noruega) y con una poderosa política de socialización e inserción comunitaria. No podemos pagar en Magallanes casi $10.000 por un kilo de salmón, versus un kilo de carne importada por $5.000 o $6.000.

Queriendo que esta industria se consolide (no confundir la crítica con un deseo de acabar con esta industria como podrían tenerlo otros, otras u otres), ¿qué pasa con la industria pesquera?, que se alimenta o nutre principalmente de la pesca artesanal. Hace pocos años, se construyeron en Puerto Natales y Punta Arenas, terminales pesqueros artesanales (que nutren con sus productos a la industria). En el caso de ambos, se han transformado prácticamente en lugares cerrados que sólo sirven a sus propósitos económicos. ¿Por qué en dichos lugares como en la caleta de Barranco Amarillo no existen puntos de venta a la población y a precios decentes? ¿Por qué no existe un solo punto de degustación como en cualquier caleta del norte del país? Nos parece que la industria pesquera regional, ha sido distante con la población y, los precios y el acceso al producto del mar es escaso y a precios que no se condicen con productos que son obtenidos en la región, en el mismo mar que utiliza la Industria salmonera.

Y en el caso de la ganadería ovina y bovina presente en Magallanes, ¿cuán accesible es la carne ovina y bovina de “nuestras extensas praderas magallánicas? Porque este “sector”, el sector ganadero, el pesquero artesanal, el pesquero industrial, y por cierto también la industria salmonera, obtienen del Estado de Chile, miles de millones de pesos anuales en subsidios, aportes, exenciones, incentivos, bonificaciones y todo cuanto el Estado puede hacer por el estímulo de la actividad económica. Quiero indicar que no estoy diciendo que no haya incentivos estatales que se contienen en una extensa batería de leyes y decretos ley, sino que lo que quiero e insisto, es que se visualice, ¿cuánta retribución directa a la población existe de estos sectores e industrias?

Esto lo planteo, en tiempos de crisis económica, con un sostenido encarecimiento del costo de la vida. Estimo que la autoridad regional, (delegada y de gobierno regional) debieran proponer ajustes, cambios o lisa y llanamente efectúen las gestiones con estos favorecidos sectores por parte del Estado, para que se actúe con una mirada de “ida y vuelta”, de reciprocidad. Los subsidios, exenciones y bonificaciones se les entregan con los recursos de todos los chilenos y magallánicos, por lo que, lo mínimo que pudiera esperar la población (la “Sra. Juanita” de la población 18, de la Rubén Darío de Natales, de Cerro Sombrero o Puerto Williams), es que la Industria alimenticia de la región sea solidaria con su población, toda vez que el Estado de Chile los ha apoyado sostenidamente para su consolidación.

Seguiremos, insistiendo.

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