Contrarias posiciones genera propuesta de la Convención de poner fin a militarización de las policías

La Comisión de Sistema Político de la Convención Constitucional dio “luz verde” el Viernes Santo a una indicación que señala que las policías son “instituciones civiles de carácter centralizado”, las que dependerán del ministerio a cargo de la seguridad pública.

Básicamente, esta propuesta busca sacar de las instituciones de Carabineros y de la Policía de Investigaciones (PDI) toda orden de estilo militar y jerárquica que no corresponda a las labores de estos, de acuerdo a los planteamientos de los constituyentes.

El constituyente por Magallanes, Mauricio Daza, opinó que esta idea propone distinguir las labores de defensa nacional a cargo de las Fuerzas Armadas de las labores de orden público que cumplen las policías. “En Chile tenemos a los Carabineros que cumplen un orden jerárquico y militarizado, quienes basan sus funciones en la prevención del delito. Por otro lado tenemos a la PDI con un orden jerarquizado pero de orden civil a cargo de la investigación de estos delitos. La novedad de esta propuesta plantea que las policías deberían ser desmilitarizadas, y esto involucra que el modelo de gestión y organización no replique el que opera en las Fuerzas Armadas. Se abre una posibilidad de espacio a mayor flexibilidad respecto a sus estructuras y funcionamientos, precisamente lo que ocurre en policías preventivas e investigativas de países como Estados Unidos y el Reino Unido”.

Para el diputado Christian Matheson, “le parece peligroso y muy dañino para el país este ánimo refundacional que inspira a la Convención Constituyente. Con la lógica de la ‘retroexcavadora’ se busca borrar de un plumazo a una institución que está próxima a cumplir 95 años de historia. Por cierto, que se han cometido errores de parte de los altos mandos de Carabineros, pero eso es propio de cualquier organización humana y puede ser corregido mediante una buena reforma. Creo que como chilenos tenemos que estar orgullosos de nuestros Carabineros, que en muchos casos han sido culpados injustamente. Podemos reformar la institución para elevar sus estándares de probidad, pero de ahí a reemplazarla por una “policía civil” que, a mi juicio, parece ser más cercana a lo que hoy es la Policía Nacional Bolivariana venezolana, pienso que es un profundo error. Pienso que la creación de un cuerpo de policía “civil” al estilo venezolano, implica un retroceso para Chile y le hace correr el riesgo de que nuestras policías puedan ser intervenidas por los políticos de turno, a su regalado gusto”.

Por último, Pablo Cifuentes, consejero regional, subrayó que “en primer lugar es necesario ser muy enfático en decir que el fin de la policía militarizada no significa el fin de la institución de Carabineros, sino más bien se presenta como una manera de abordar las diferentes irregularidades y problemas de administración y estructura, que hace mucho tiempo afectan a las policías en nuestro país. Me parece que pasar a tener policías subordinadas a una administración civil, facilita los procedimientos de seguimiento y control; al mismo tiempo que parece representar un enfoque más coherente con su función de resguardar el orden civil bajo un irrestricto respeto a la Constitución, las leyes y los derechos humanos”.