Un Día de la Victoria sin victoria: Putin evalúa lanzar una guerra total
- A lo largo de los años, el Presidente ruso ha utilizado la celebración del triunfo soviético sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial para legitimar su gobierno cada vez más autoritario.
En la víspera de la fiesta más patriótica y sombría de Rusia, el Día de la Victoria, este lunes, no hay victoria en la guerra contra Ucrania, pero sí muchos rumores de que el Presidente Vladimir Putin ordenará una movilización general de soldados para asegurar el aplastamiento de Ucrania.
Los analistas consideran que la movilización es la mejor esperanza de Rusia para cambiar el rumbo y derrotar a Ucrania, reforzando las fuerzas desmoralizadas y volviéndolas a meter en la guerra. Pero los riesgos -admitir que la campaña militar hasta ahora ha sido un fracaso y encender la oposición interna- pueden ser demasiado grandes.
Se suponía que la campaña militar rusa de 10 semanas no iba a llegar a esto.
El día de la invasión, una jubilosa Margarita Simonyan, redactora jefe de la cadena estatal RT, bromeó diciendo que la campaña rusa no era más que “un ensayo de desfile estándar” para el Día de la Victoria. “Es sólo que este año han decidido celebrar el desfile en Kiev”, tuiteó.
Pero los esfuerzos de Rusia por fusionar el Día de la Victoria -su celebración de la victoria soviética sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial- con una victoria en su guerra contra lo que Moscú llama “nazis” en Ucrania se vinieron abajo con el fracaso de la toma de Kiev.
A lo largo de los años, Putin ha utilizado la festividad para legitimar su gobierno cada vez más autoritario, explotando el mito de Rusia como una nación que nunca invadió a nadie, que sólo lucha en defensa propia y que salvó por sí sola al mundo de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, con el asombroso coste de 27 millones de muertos rusos en la guerra.
“Putin va a utilizar este día para justificar su guerra contra Ucrania y para subrayar, como él cree, la misión histórica de Rusia de luchar contra el fascismo. Tiene que legitimar su guerra, y está tratando de presentarla al mundo y a los rusos como una especie de lucha por la justicia histórica”, dijo Tatiana Stanovaya, directora de la consultora política R.Politik, con sede en París, en una entrevista.
Si Putin declarara la guerra total y movilizara a los reclutas, tardaría al menos seis meses en entrenarlos, dijo Stanovaya. Eso sería también un reconocimiento de que la “operación militar especial”, como Moscú llama a la invasión, ha sido un fracaso, y “Putin no puede admitirlo”, dijo.
Si Putin convoca una movilización general, “Rusia tendrá una guerra muy larga”, dijo Phillips O’Brien, profesor de estudios estratégicos en la Universidad escocesa de St. Andrews, en una entrevista. “Primero los rusos tendrán que formar a los instructores para entrenar a toda esa gente”.
Este año, Putin se enfrenta a una tarea más delicada y difícil que en anteriores Días de la Victoria. Aunque los medios de comunicación rusos han ignorado en gran medida las pérdidas de Rusia en el campo de batalla, éstas han sido considerables. Rusia ha perdido un número significativo de tanques, vehículos blindados, aviones y buques de guerra, sobre todo el Moskva, el buque insignia de su flota del Mar Negro, destruido con la ayuda de la inteligencia estadounidense. Entre 7.000 y 15.000 militares rusos han muerto, según una estimación de la Otan.
La reputación de Rusia como potencia militar de primer orden se ha visto gravemente empañada, y el país se enfrenta a un debilitante aislamiento económico que probablemente durará años.
Infobae