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El fenómeno de los conductores ebrios

Por La Prensa Austral Martes 10 de Mayo del 2022

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– La capacidad de reacción de un conductor que ha consumido alcohol se puede reducir en un 10% a 30% en comparación con una persona sobria. Además, la visión se vuelve borrosa y las nociones de distancia, velocidad y peligro se deterioran.

En nuestra edición de ayer dimos cuenta de una seguidilla de accidentes automovilísticos ocurridos este domingo en la ciudad, donde nuevamente la ingesta alcohólica se constituyó en el patrón común de estos hechos.

El consumo de alcohol perjudica la capacidad de las personas para ejecutar una serie de acciones motoras. Conducir vehículos es una actividad que requiere de precisión, dependiendo, en gran medida, de las habilidades, los reflejos y la capacidad de tomar decisiones rápidas. La capacidad de reacción de un conductor que ha consumido alcohol se puede reducir en un 10% a 30% en comparación con una persona sobria. Además, la visión se vuelve borrosa y las nociones de distancia, velocidad y peligro se deterioran.

En el país, 1 de cada 10 accidentes fatales se debe al alcohol en la conducción. Durante la última década, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, a través de Conaset, ha logrado avances importantes en materia de leyes de alcohol y conducción: en marzo de 2012 se implementó la “Ley Tolerancia Cero” y en septiembre de 2014 entró en vigencia la “Ley Emilia”.

Empero, los nuevos instrumentos legales no han sido suficientes para inhibir a las personas de no consumir alcohol al momento de conducir un vehículo motorizado.

Carabineros ha insistido hasta el cansancio en su preocupación sobre el tema. Las campañas a través de medios de comunicación se han sucedido y sin embargo seguimos siendo testigos de una muy débil respuesta de parte de los automovilistas. Y para muestra un botón. Hasta mediados de abril de este año, la autoridad policial había sacado de circulación a 116 personas por manejar en estado de ebriedad.

Hay que tener presente que la labor fiscalizadora de Carabineros rebota posteriormente a nivel del Ministerio Público y también de la Defensoría Penal Pública, a raíz de la judicialización de los choferes ebrios.

El alarmante aumento de los conductores sorprendidos manejando en estado de ebriedad ha llevado a la Defensoría Penal a plantear que más que sancionar como delito dicha conducta, es menester que este fenómeno sea abordado como un problema de salud pública.

No obstante, la legislación vigente persigue esta práctica como delito, toda vez que es en los accidentes en el tránsito, donde adquiere otra dimensión, no sólo por la responsabilidad que le asiste a quienes conducen un vehículo bajo los efectos del alcohol, o por la gravedad de sus consecuencias, sino que la sociedad exige una reparación por el mal causado, a través del sistema jurídico.

Lamentablemente el endurecimiento de las sanciones dispuestas por la nueva legislación para choferes bebedores, no ha producido el efecto contrario, de allí que se hace necesario abordar el problema desde una óptica distinta.

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