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María Soledad Astorga: “Si no me presentaba, veía muy pocas posibilidades de cambio en la Umag y eso me hizo decidir”

Domingo 22 de Mayo del 2022

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En su espacio habitual, en el Instituto de la Patagonia, María Soledad Astorga España se siente realizada. La investigación siempre ha sido su labor principal, junto con la académica, formando profesionales y aportando al conocimiento. Porvenireña, titulada en 1987 como ingeniera de Ejecución Química de la Universidad de Magallanes, cuenta con varios hitos en su trayectoria profesional, como ser la primera mujer de esta casa de estudios en alcanzar el grado de doctora en Ciencias Químicas, en la Universidad de La Laguna de Tenerife, España; en 2004 se convirtió en la primera decana en la historia de la Umag y, en 2010, también fue la primera profesora titular de la institución.

Pero ahora asumió un compromiso mayor y, tras mucho pensarlo, decidió convertirse en candidata a la Rectoría de la Umag, donde espera, nuevamente, ser la primera mujer en ocupar este cargo. 

“En marzo decidí presentarme, venía hablando con un grupo de colegas. El año pasado, en agosto, algunas funcionarias me mencionaron la idea, pero no estaba en mis planes y veía muy remota la posibilidad. Una vez que tomé la decisión, la asumí con absoluta responsabilidad, compromiso ético y profesional con mi institución y con orgullo”, manifestó al inicio de la conversación.

Reconoce que hay una necesidad de cambio en la conducción. “En la universidad, cada cierto tiempo, mis colegas me veían como una posible rectora. Me apasiona lo que hago, hacer clases, laboratorio y la investigación, y por eso la decisión fue un poco compleja. Y quisiera que me vean no sólo por ser mujer, sino que porque vengo de los distintos ámbitos del quehacer universitario. Fui elegida por mis pares y lideré la Facultad de Ciencias desde 2003 a 2006, pero, desde ahí, no me gustó cómo se llevaba la administración de la universidad. No me gustaba cómo se tomaban las decisiones y veía que era muy minoría en mi forma de pensar, y me dediqué exclusivamente a la investigación, docencia, participo activamente en los postgrados, pertenezco al claustro del magíster y doctorado en Ciencias del cual también fui gestora. Por eso, veía las posibilidades lejanas y, siendo sincera, en la administración de la universidad se produjo un quiebre y, entonces, empezamos a conversar la idea de presentar una tercera posibilidad y ahí me convencieron que yo era esa opción. Hice un análisis de los escenarios de lo que pasa en la institución. Si no me presentaba, veía muy pocas posibilidades de cambio y eso me hizo decidir, porque si tengo una responsabilidad con la institución y he dedicado mi vida a ella, quiero que se proyecte, salga adelante y mejore su imagen. Ese compromiso me hizo tomar la decisión”, expuso Astorga.

En lo específico, estima que en la gestión debe haber muchas modificaciones, “pero principalmente, nuestro sello identitario será cambiar la cultura institucional, más participativa, inclusiva, democrática. Después, la toma de decisiones, que sea informadamente, transparentemente y nos vamos a enfocar en nuestra consigna, que es trabajar en comunidad y preocuparnos de las personas. El trato tiene que ser más igualitario y transversal”, manifestó. 

En todo caso, aunque reconoce que en la universidad ha conseguido logros en esta línea, “hay cosas que hacen que nuestra imagen esté dañada y en eso queremos trabajar, porque tenemos grandes profesionales, importantes académicos e investigadores, proyectos de investigación y eso se ve opacado cuando tenemos una ‘toma’, por ejemplo, o con esos carteles que dañan nuestra imagen y que es lamentable, porque vi a muchos colegas, emocionalmente, afectados, por lo que decían los carteles, que son hechos puntuales, pero igualmente, por el tema comunicacional, al no haber un desmentido o una explicación al respecto. Nos vimos impedidos de volver a nuestras instalaciones y cumplir con nuestra labor, los proyectos en desarrollo quedaron detenidos”.

-¿Consideraba válidas las demandas que presentaron las estudiantes que encabezaron la ‘toma’, por situaciones que venían produciéndose hace bastantes años?

-“Es lamentable y no debíamos haber llegado a ese punto. Fue muy lenta la respuesta de la administración. No hubo respuesta en los tiempos adecuados y eso llevó a que las estudiantes reaccionaran. Porque hay muchas investigaciones en curso o decisiones que no se tomaron a tiempo. Esto viene desde 2019 y, como que se quedaron tranquilos, vino la pandemia, y cuando volvimos, ellas vieron que no había pasado nada; no se habían tomado medidas, decisiones y ahora se está contratando a una profesional para que sea fiscal, se va a instalar una Fiscalía en la institución. En realidad, lo que pasó es que las investigaciones que se llevaban a cabo -estamos en transición en ese tema- las hacíamos los académicos y además de hacer nuestras actividades propias de la academia, había que hacer una investigación sumaria para la que no estamos capacitados, no es de nuestra expertise, entonces se ralentiza. Además, hay un problema de que un colega investiga a otro colega, lo que no es lo adecuado. Entonces, hay una ley que establece que las universidades deben instalar una Fiscalía y ahora se están tomando las medidas y así las investigaciones la realizará una persona profesional, para que sea más expedito”.

-¿Cuál será su enfoque cuando se produzcan situaciones conflictivas al interior de la universidad? Tomando en cuenta que no existe una federación de estudiantes.

-“Tenemos en la universidad varias profesionales capacitadas y especialistas, además de la Unidad de Género, lo que pasa es que hay que tomar las medidas que recomiendan. Y desde el punto de vista de los estudiantes, espero que estén organizadas. De hecho ahora, desde la Dirección de Asuntos Estudiantiles, se está propiciando que haya elecciones entre los estudiantes y representantes de ellos, porque parte de nuestro compromiso es que ellos tengan cultura cívica. Los estamos formando para que sean profesionales del país y lo que vamos a abordar es que parte de su formación integral esté también la formación cívica. Y cumplir con los protocolos de la institución, de comunicación -que no existían- de cómo denunciar un acoso laboral, por ejemplo, y está, además, la Unidad de Género para guiar cuando alguien pueda hacer una denuncia. Tenemos que estar atentos de acoger, en el momento oportuno, la demandas, no esperar a que llegue a crearse un conflicto mayor”.

Investigación y
nuevas carreras

En cuanto al área de Investigación, al ser parte de ella, Astorga subraya que la seguirán fortaleciendo. “Estamos partiendo con el Centro Subantártico en Puerto Williams, donde existe proyección de una o dos carreras técnicas. Pero para ello hay que hacer toda una formalización para que sea centro y se puedan impartir carreras. También, fortalecer el centro de Puerto Natales, que tiene el doble de alumnos que hace unos años y siempre trabaja en sistema nocturno, pudiendo trabajar también en diurno”, propone.

En cuanto a la posibilidad de abrir nuevas carreras, advierte que primero se debe analizar si están las condiciones para ello y las capacidades profesionales y de infraestructura, ya que “eso nos ha traído, históricamente, algunos problemas porque las carreras, algunas veces, empezaron a operar antes de tener toda la condición profesional, la masa crítica que corresponde a dictar una carrera. Lo que podemos decir con firmeza es que las decisiones se van a tomar en base a un estudio informado de las necesidades de cuál es la situación actual en la que podemos, responsablemente, dictar una nueva carrera”. Por ejemplo, carreras como Odontología, que fue anunciado por el rector Juan Oyarzo el año pasado como una de las posibilidades, depende, reitera Astorga, “de si están las condiciones, cuál es la demanda, el estudio de mercado, pero, además, ver si tenemos la masa crítica de profesionales y la infraestructura adecuada para dictar una carrera. Hay que ver qué de diferente nosotros presentamos, como universidad, que haga que estudiantes de otras partes del país vengan a Magallanes, como ocurrió antiguamente, con la carrera de Ingeniería en Ejecución Química mención Petróleo y Petroquímica, era una demanda de la industria, de Enap y era el único lugar del país en que se impartía y, por lo tanto, vinieron estudiantes de distintas partes”.

A ello apunta Astorga, que ve en la industria del hidrógeno verde, una gran oportunidad para la Umag , “si estudiamos la posibilidad de presentar, como universidad, ese sello distintivo de tener las especialidades que necesita, los profesionales para la demanda que tendrá esta industria, y estamos con todas las ganas de poder ofrecerlas, pero responsablemente, de acuerdo al escenario y la proyección”.

Su equipo

En la presentación de las candidaturas, el pasado martes, María Soledad Astorga fue la única que estuvo acompañada de su equipo de trabajo, “porque soy una convencida de que los cambios los lidera una persona, pero se hacen en equipo. Después que decidí liderar una propuesta que eleve los estándares de calidad de la institución y que recupere la esencia, que es a lo que apuntamos. Nos juntamos a soñar nuestra universidad, pero la decisión del equipo, la tomé yo, pensando en la gente más idónea”.

Por ejemplo, con Juan Carlos Judikis, que integraría la Vicerrectoría Académica, “trabajamos juntos y logramos por primera vez en el país, una reunión entre decanos de facultades de Ciencias y Humanidades, y también trabajamos en la Asociación Regional de Académicos, al igual que Carmen Paz Oval, que va a asumir la secretaría de la universidad. En el caso de Ricardo Aguila, nos conocemos de toda una vida y tengo mucho respeto por su compromiso y por los proyectos que ha llevado adelante, como el del CFT de Porvenir. José Retamales, muy conocido, fue director, por muchos años del Inach y además, fue mi profesor cuando estudié Ingeniería Química y tiene una gran capacidad humana y profesional; trabajó en la instalación del Inach en Punta Arenas y posicionó a Chile en la investigación antártica, y al mismo tiempo, a la universidad, que antes hacíamos muy poco, y le pedí que me acompañe en la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado. Manuel Lorenzo estará en la Dirección de Gabinete, es ingeniero químico igual que yo, pero después estudió Psicología y es director del Departamento de Psicología. Y finalmente, Claudia Salinas, en Vinculación con el Medio, que lidera el proyecto Explora, en el que yo también trabajé en sus inicios, con Margarita Garrido. Claudia siguió con ese legado y en esta vicerrectoría necesitamos una persona profesional, comprometida, que tenga llegada a la comunidad. Tenemos que hacer una nueva propuesta en cómo fortalecer la comunicación interna y externa de la institución, para que realmente se conozca lo que hacemos”, describió Astorga.

En esa línea, la candidata a rectora concluye: “Estamos debilitados en la imagen porque no se muestran los logros importantes que tenemos, por ejemplo, egresados que son gerentes de empresas como Methanex, egresadas que lideran seremías, y eso no se dice. Tenemos actualmente científicos que lideran proyectos de investigación que tienen impacto mundial, como Judith Pardo, que es ex alumna nuestra y la noticia de su investigación ha dado la vuelta al mundo”.