Desarrollo ferroviario para Chile
Hace unos días el Presidente de la República, Gabriel Boric, dio su primera cuenta pública al país y, claramente, a menos de 90 días de haber asumido, su alocución habló más de los deseos y donde quiere que se pongan los esfuerzos, en sus cuatro años de gobierno. Temas, énfasis, prioridades, proyectos, programas, tratamientos de temáticas, en fin todo lo que significa la diversa vida y necesidades de los chilen@s.
Dentro de los temas tratados en la cuenta pública del Presidente, estuvo uno que debo destacar por la trascendencia, como es el estímulo al desarrollo ferroviario de nuestro país, lo que muestra una voluntad de Estado y con esto, el Presidente entiende, que las tareas hay que pensarlas, plantearlas y, que se construirán muchas veces en varios periodos presidenciales por la magnitud y costo de inversión de éstas. En esto, se debe reconocer la visión de Estadista. Aunque les suene no conveniente a esta generación gobernante, es la visión que en muchas materias presentó el ex Presidente Lagos con la revolución de la infraestructura portuaria, aeroportuaria y de las carreteras de este país.
Pero volviendo al discurso del Presidente Boric, y el anuncio de su férrea voluntad de concretar el tren de Santiago a Valparaíso y de lograr un retorno del tren a la vida nacional, la pregunta es ¿qué podemos esperar en esta materia en nuestras australes latitudes? Si vamos a pensar, que aquí deberán operar, sólo las rentabilidades económicas o sociales, quedaremos siempre supeditados al “círculo vicioso” donde las inversiones y las mega inversiones públicas y privadas se siguen llevando a cabo en Santiago, y bastante más atrás en Valparaíso o Concepción.
Claramente, se debe reconocer que Chile no resiste seguir utilizando sólo el vehículo, el camión y el bus, para el transporte de carga o de pasajeros, sino que en un país largo como el nuestro, es tan importante el contar con alternativas que aseguren a todo evento, el mover la carga y el creciente movimiento de pasajeros.
Argentina, para no ir más lejos, con todos sus problemas políticos y económicos de sus últimas cinco décadas, es un país, que no se ha solazado sólo con desarrollar su Metro en el Gran Buenos Aires (el más antiguo de Latinoamérica), sino que tiene un desarrollo ferroviario envidiable, con algunos ejemplos como el Tren de Buenos Aires a Bariloche o “Travesía de la Patagonia”, “La Trochita” de Esquel a El Maitén, el Metro Tren de Buenos Aires al Tigre, el “Tren a las Nubes” en Salta o, el famoso “Tren al Fin del Mundo” desde Ushuaia a Lapataia (del que muchos se ríen pero que ahí está y cómo potencia el turismo de dicha ciudad austral).
Entonces, ante el necesario potenciamiento de nuestra capital del turismo como lo es Puerto Natales, de las acciones de integración austral con Argentina, o del desarrollo de infraestructura ante el desenfrenado crecimiento del parque automotor en Punta Arenas se hace recomendable al menos, partir por desarrollar los estudios de demanda, de proyecciones, de manera de poder tomar decisiones ojalá más temprano que tarde o desechar con argumentos sólidos estos deseos que planteo en esta columna, no por primera vez.
Estudiar con seriedad técnica y voluntad política, el Tren Bioceánico entre Río Turbio en Argentina y Puerto Bories en Puerto Natales Chile, sería un hito que enriquecería el intercambio bi-nacional y reforzaría más, el interés, sobre la capital del turismo de nuestra región. ¿Por qué si desde 1916 a 1973 funcionó el Tren de Puerto Natales a Puerto Bories, hoy no se podría reeditar con un énfasis en la maravilla de recorrer el seno de Ultima Esperanza? Quizás, con sencillez, con tecnología moderna, provisto y funcionando con energías limpias, sería un atractivo, que haría carne, la nóvela “Patagonia Express” de Luis Sepúlveda. Y en líneas generales desde Turbio a Puerto Loyola (línea férrea que ya existe), se uniría literalmente, el
Atlántico con el Pacífico.
Y en Punta Arenas, con un parque automotor que en pocos años llegará a las 100.000 unidades, estudiar el Corredor Punta Arenas-Río Seco-Aeropuerto-Kon Aiken, es imprescindible, toda vez que desde las plantas experimentales de hidrógeno verde, de la actual planta de Methanex, de Bahía Laredo y su siempre soñado destino Mega-Portuario, el Aeropuerto y sus planes de expansión para triplicar su capacidad, la Base Aérea, los regimientos, los frigoríficos, el progresivo y constante poblamiento del centenario poblado de Río Seco y Barranco Amarillo, y el Barrio Industrial, obligan al Estado al menos a efectuar los estudios de Pre-factibilidad, para establecer un Metro-Tren de superficie, que permita movilizar a este creciente flujo que entra y sale de Punta Arenas y que tiene colapsada la ruta.
Esperemos, no seguir siendo el vagón de cola en las inversiones del Estado en esta maravillosa tarea como lo es repotenciar y desarrollar lo ferroviario en Chile. En todo caso bien Presidente, por algo se parte.