G7 admite su preocupación por la economía global y promete una respuesta unida
En Alemania se reúnen los siete países más ricos del mundo,
con foco principal en la economía mundial y la inflación.
Los líderes de los siete países más ricos del mundo, el G7, admitieron ayer su preocupación por el estado de la economía mundial, con una inflación disparada y problemas de suministro, y prometieron desde Alemania una respuesta unida a los retos planteados.
Los líderes del G7 colocaron al principio de su agenda en Elmau (sur de Alemania) el análisis de la situación económica mundial, caracterizada por una subida de precios sin precedentes desde hace más de cuatro décadas, espoleada por la crisis que desencadenó la invasión rusa de Ucrania.
La discusión sobre el estado de la economía global abrió las conversaciones amparadas por el anfitrión, el canciller alemán Olaf Scholz, quien la víspera admitió en un mensaje a sus conciudadanos que “muchas cosas que compramos están ahora más caras” y que los precios no suben tanto desde hace 49 años.
Encargado de resumir los primeros contactos de los líderes del G7 (compuesto además de Alemania por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Japón) más la Unión Europea, Scholz comunicó la “preocupación compartida” por la “situación económica” global y en especial de la inflación, por efecto de la guerra de Ucrania y la crisis energética derivada de ésta.
“Compartimos esta preocupación”, dijo Scholz, quien, sin embargo, quiso subrayar “la confianza de que sabremos lanzar desde aquí el necesario mensaje de cohesión” frente a la situación creada por la “brutal agresión” lanzada por el Presidente ruso, Vladimir Putin, contra Ucrania.
Los líderes del G7 tienen hasta este martes para debatir y confirmar la declaración final, que en este tipo de encuentros suele estar negociada de antemano y espera la rúbrica de los Mandatarios.
“Todos los estados del G7 están preocupados por la crisis que tenemos que afrontar ahora. En algunos países caen los índices de crecimiento, sube la inflación, escasean los combustibles, las cadenas de suministro se bloquean”, reconoció el canciller alemán.
Al tiempo que comenzaba la reunión del G7, desde Basilea el Banco de Pagos Internacionales (BPI) matizaba; sin embargo, en un informe que la subida de los precios de las materias primas, uno de los que afectan en cascada al incremento de precios general, será menor que la que se produjo en la década de 1970.
Entre las medidas valoradas ahora por los miembros del G7 figuran las destinadas, y todavía por precisar totalmente, a promover inversiones y favorecer el desbloqueo de las cadenas de suministros.
Scholz adelantó que los líderes del G7 tienen previsto abordar en Elmau aspectos relacionados con la inversión en infraestructuras, dijo que lo harán de una manera “amplia” y mencionó como ejemplos las conexiones ferroviarias y las redes eléctricas.
“Pero sobre todo naturalmente tiene que ver con infraestructuras relacionadas con la salud. En la pandemia de la Covid nos hemos dado cuenta de que semejantes pandemias sólo podemos abordarlas de manera conjunta y (tenemos que ver) qué retos tenemos que afrontar cuando queremos combatirlas”, agregó Scholz.
Iniciativa de inversiones
Un primer elemento concreto, sin embargo, se conoció al inicio de la cumbre: el lanzamiento de un gran plan de infraestructuras, impulsado por Estados Unidos, para contrarrestar el avance de China, una iniciativa denominada “Colaboración por la Infraestructura Global y la Inversión” que pretende impulsar el desarrollo en países de ingresos bajos y medios, fortalecer la economía global y la cadena de suministros.
Así se quiere movilizar cientos de miles de millones de dólares para crear infraestructuras sostenibles en naciones aliadas en desarrollo, en un momento en que las tensiones en la economía mundial amenazan con la estabilidad no solo de los países ricos sino de otros Estados en una situación menos privilegiada.
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