¿Cómo planificar los años dorados?
Ramón Lobos Vásquez
Médico Geriatra y Paliativista
Al llegar a la tercera edad muchas son las preocupaciones o las necesidades a cubrir en un adulto mayor. En la mayor parte de las personas no existe una clara conciencia de que a esta edad se deben desarrollar una serie de estrategias personales o comunitarias que permitan un mejor envejecimiento. Todo lo que se invierta en una mejor calidad de vida o en una mejor salud redundará -indefectiblemente- en mejores condiciones en ese futuro que está por venir. Por ello, es importante que la tercera edad sea una etapa que debe ser trabajada y asegurada desde antes de llegar a ella. No importa el momento en que se realice el cambio, sino que lo necesario y pertinente es justamente hacer un cambio enfocándose en trabajar activamente por una mejor salud.
Muchas son las actividades que se deben priorizar o individualizar para cada adulto mayor. No hay una receta única aplicable a todos, sino múltiples modelos individuales de intervención. Cada cual debe buscar y realizar lo que mejor le acomode y que signifique cambios positivos en el envejecimiento.
Es una tarea a desarrollar por cada uno de los individuos que llegamos a adulto mayor. De allí la importancia y trascendencia que significa individualmente asumir este proceso de envejecimiento. Es en todo momento una tarea personal. Los sistemas de salud y sociales deben disponer de diversas alternativas, para que los mayores tomen lo que necesitan para mejorar sus condiciones actuales. Reiteramos que, aunque no se hagan oportunamente siempre habrá buenos momentos para hacer el cambio. Lo que no debe hacerse es no efectuar estos cambios positivos. Dejar que todo siga igual significa siempre retroceder o no impactar en el envejecimiento personal. La tarea es actuar. Hay que hacerlo. Mientras antes mejor.
Una preocupación de los mayores es siempre tener un buen sistema inmunológico: tener buenas defensas para hacer frente a enfermedades o patologías en la edad mayor. ¿Esto es posible? o ¿Qué debo hacer para lograrlo? Hay acciones cotidianas o acciones beneficiosas para mantener nuestro sistema inmune, es decir, “a punto”. Por ejemplo: mantener una adecuada alimentación. Alimentos más sanos o ecológicos. Asegurar hidratos de carbono de frutas o más integrales, no de los más procesados. Esto significa ingerir cereales o harinas integrales frecuentemente.
Otra de las medidas es ingerir alimentos sanos no muy procesados. Que se produzcan a no más de un kilómetro a la redonda de donde se viva. Especialmente verduras y frutas de temporada. Huevos de granjas. Y así con todo lo que podamos ingerir.
A la hora de cocinar los productos, se sugiere cocción al horno, a la plancha o al vapor. Pues mantiene los nutrientes que aportan los alimentos.
También es importante planificar la alimentación para una semana. Esto permite equilibrar los nutrientes que se deben ingerir. Asegurando una ingesta más acorde a las necesidades. Improvisar habitualmente significa alimentarse con comidas rápidas. Que no son lo más sano nutricionalmente hablando.
Realizar actividad física regularmente reduce el riesgo de padecer muchas enfermedades y ayudan a controlar el sobrepeso.
Beber abundante agua durante el transcurso del día, evitando deshidratarse.
Dejar de lado hábitos nocivos como son el tabaco o el alcohol en exceso.
Mantener la mente sana, siendo importante mantenerse activo intelectualmente. En Magallanes el desafío es salir diariamente fuera de casa en la medida de lo posible.
Desarrollar una buena higiene del sueño, no sólo durmiendo las horas adecuadas para cada etapa del envejecimiento, sino que permitiendo el adecuado descanso y reparación que significa el dormir.
Desarrollar una adecuada y activa vida social, se trata que en la vejez se abran círculos sociales y no encerrarse en las pérdidas o limitaciones. Buscar y desarrollar nuevos desafíos sociales. Participar.
A todo esto, se suma el mantener controles en salud y un plan de vacunación al día.
En definitiva, la vejez no es una edad para solamente vivir en el día a día. El envejecimiento es una etapa de la vida que hay que planificar. Una etapa activa más de nuestras vidas. La jubilación es un tema sólo laboral.
Es por eso que debemos agregar calidad de vida a los años que se tienen, sólo así podremos vivir una mejor edad. No es una etapa de contemplación o de descanso. Hay que vivir la edad que se tiene. Disfrutar y seguir abriendo caminos.
Cada día -trabajado- se construye una mejor vejez. Por eso la importancia que cada mayor o adulto tome conciencia de esto y realice los cambios positivos en su vida. Nunca es tarde para partir haciéndolo.
No es una tarea de la sociedad. Es una tarea de cada uno de quienes vamos viviendo la realidad de envejecer. Mientras más luego lo asumamos y actuemos mejor calidad de vida. Esa es la consigna.




