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Piloto segundo Luis Pardo Villalón: un héroe de paz que marcó un hito en el Territorio Chileno Antártico

Jueves 8 de Septiembre del 2022

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Hoy conmemoramos uno de los grandes hitos de nuestra historia en el Territorio Chileno Antártico, proeza que, sin quererlo, logró llevar la esperanza a un mundo inmerso en una de los conflictos más sangrientos que conoció el pasado siglo XX.

La carta escrita a su padre y entregada el 25 de agosto de 1916 antes de zarpar, nos refleja parte de aquella epopeya trascendental de nuestra historia y nos trae al presente al hombre que la lideraba: 

“La tarea es grande, pero nada me da miedo: soy chileno. Dos consideraciones me hacen hacer frente a estos peligros: salvar a los exploradores y dar gloria a Chile. Estaré feliz si pudiese lograr lo que otros no. 

Si fallo y muero, usted tendrá que cuidar a mi Laura y mis hijos, quienes quedarán sin sostén alguno a no ser por el suyo.

Si tengo éxito, habré cumplido con mi deber humanitario como marino y como chileno. Cuando usted lea esta carta, o su hijo estará muerto o habrá llegado a Punta Arenas con los náufragos. No retornaré solo”.

Luis Pardo Villalón, cuya imagen hoy podemos ver en la Costanera del Estrecho junto a la proa de la escampavía Yelcho, reliquia de nuestra historia naval, es fruto de una época en donde aún las cicatrices de la Guerra del Pacífico y la dura Guerra Civil eran parte de las conversaciones y discusiones, asumiéndose los desafíos del dolor y también el mirar al futuro como país, en un difícil contexto en donde una generación tuvo que reconstruir confianzas para honrar a nuestro pabellón.

Condiciones adversas

Como es conocido, las difíciles condiciones que enfrentó la expedición al mando de Sir Ernest Shackleton, hacían pensar en un rescate imposible, palabra que en la Armada de Chile, fue borrada en 1820 tras el triunfo en Valdivia y Corral en la guerra de nuestra independencia.

Luis Pardo Villalón ostentaba el grado de piloto 2º, era marino mercante que se incorporó al servicio de la Armada de Chile, ante la falta de oficiales para naves auxiliares y algunos departamentos de unidades a flote, siendo en este el contexto en el que llega al entonces Apostadero Naval de Magallanes, para servir en labores de buques auxiliares.

Como ha sido analizado y descrito por diversos historiadores, el piloto Pardo asumió el desafío tras una solicitud oficial del gobierno británico al Estado de Chile, siendo designado por el mando naval para esta misión. Su tripulación la conformó con marinos voluntarios, dejando de manifiesto el liderazgo y natural adhesión que Pardo lograba, cualidades indispensables para el desafío que tenían por la proa.

La escampavía Yelcho era una unidad a carbón, sin calefacción, sin radio, sin doble casco y otros elementos que hoy en día nos parecerían unas tremendas limitantes para ir a hacia el Territorio Chileno Antártico. La ruta trazada lo llevó a través del canal Beagle para reabastecimiento de carbón, pasando por el cabo de Hornos, navegando por el temido paso Drake, para llegar finalmente a los hielos antárticos. 

Al arribar en las cercanías de isla Elefante la maniobra debía ser rápida y certera, no habría otra oportunidad, se desembarcaría un bote para no exponer a la Yelcho a una posible varada, tampoco se estaría más tiempo del necesario, la prioridad era la tripulación, tal cual como lo es hoy, la salvaguarda de la vida humana en el mar. 

Las condiciones meteorológicas de regreso no fueron las mejores, navegó la ruta planificada para poder ingresar a aguas interiores por la boca oriental del estrecho de Magallanes, regresando a su puerto de zarpe, Punta Arenas, con la misión cumplida después de 11 días.

Recibimiento jubiloso

En esta ciudad fueron recibidos como héroes los tripulantes y aquellos desventurados náufragos. Las noticias rápidamente fueron publicadas por los periódicos locales, entre ellos El Magallanes, telegrafiándose a diferentes rincones del mundo que un rescate “imposible”, fue realizado.

Pardo fue ascendido a piloto 1º y posteriormente se le abonaron 10 años de servicio a su hoja de vida.

Hombre íntegro y
amante de su Patria

Es recurrente en historias marineras la anécdota, donde él rechazó una importante suma en dinero por parte de Su Majestad británica, señalando: “No puedo aceptarlo, pues cumplí con mi deber y la Armada de mi país me suministró todo lo necesario”, lo cual es una demostración de un hombre íntegro y amante de su Patria, respetuoso y conciente de su rol, el cual inspira a quienes hoy servimos a Chile desde el mar, mostrándonos cómo, los desafíos deben ser enfrentados, a pesar de las limitaciones.

El piloto Luis Pardo, cuenta con diferentes homenajes materializados en monumentos, entre ellos el existente en la Gobernación Marítima de la Antártica Chilena, así como, el que se encuentra en isla Elefante, lugar exacto donde fue el rescate, además del que existe en el muelle Prat de Valparaíso y las dos unidades de superficie de la Armada de Chile que han llevado y llevan el nombre de este Héroe de la Paz, todo lo que da cuenta de la importancia de “jamás olvidar la tremenda hazaña de Pardo y su tripulación”, quienes a bordo de una pequeña embarcación escribieron páginas doradas de nuestra historia en el Territorio Chileno Antártico y como nos señala la figura de Pardo, “Chile al Sur ….. limita con el Polo”.