“Porque Punta Arenas no tiene problemas en darte cariño”, le cantaron al obispo Blanco en su primera misa en la Catedral

Con aplausos y de pie la feligresía que al mediodía de ayer asistió a misa, le dio la bienvenida al nuevo obispo Oscar Blanco Martínez, en su primera eucaristía en la iglesia Catedral de Punta Arenas.

De visita estaban los religiosos de su congregación de la Orden de la Madre de Dios. Había también un sacerdote de la diócesis de Calama. También estaba el obispo de Antofagasta, Ignacio Ducasse Medina; el obispo de Aysén, Luis Infanti, y el obispo de la Diócesis de San Marcos de Arica, Moisés Atisha Contreras. 

Con todos ellos concelebró la eucaristía, y también con el confirmado vicario general, Fredy Subiabre.

En la misa reiteró que “estamos llamados a ser una Iglesia que acoge, que escucha y sale en busca del alejado, del perdido. Para reintegrarlo a la comunidad. Y eso nos debe provocar alegría y gozo. Que el Señor nos ayude estos días a vivir la vida cristiana que él mismo nos enseñó”.

Canto y aplausos

A nombre de la comunidad, el vicario Fredy Subiabre le dio la bienvenida al nuevo pastor y recordó sus palabras del día sábado, cuando pidió permiso para entrar a las casas de los magallánicos. “Lo que nosotros le damos hoy es la bienvenida y acogida a la primera celebración que preside en su Catedral”, palabras que vinieron acompañas de un fuerte aplauso.

Junto con ello le tenían preparada la canción Al Sur de la Tierra (de Roberto Ternán), que fue interpretada por Hernán Kuscic, y coreada por los asistentes. Sobre todo el estribillo, donde la gente le cantó: 

“Porque Punta Arenas no tiene problemas, 

en darte cariño y darte amistad, 

llamita chilena de amor, Punta Arenas,

que al sur de la tierra esperándote está”.

Saludos a nuestro medio

“Ante todo quiero enviar un saludo a La Prensa Austral, y felicitarlos por el trabajo y servicio periodístico que prestan a la comunidad”, dijo en conversación con nuestro medio monseñor Blanco, al término de la misa.

Sobre su llegada a Punta Arenas, comentó estar acá “porque Dios así lo ha querido, por lo tanto estoy confiado y esperanzado en que podamos hacer un camino juntos. Mi deseo es hacer de esta Iglesia el sueño del Papa Francisco. Una Iglesia en salida, que escucha, que sirve, una Iglesia más misionera que va al encuentro del más necesitado, especialmente los más pobres”.