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Acusado de estafar en $1.400 millones a empresa de cruceros: “Estoy arrepentido”

Miércoles 21 de Septiembre del 2022

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La compañía querellante plantea la comisión de una reiteración de la conducta por más de cinco años con más de 280 operaciones defraudatorias.

“Por mi culpa he hecho sufrir a mi familia”, confesó Juan Reyes ayer frente al trío de jueces que lo juzgará

“Fue algo que partió con montos pequeños, pero luego vimos las falencias del sistema”

 

Para doce días está prevista la duración del juicio oral que comenzó ayer en contra de las dos personas acusadas por la Fiscalía de Punta Arenas de estafar en 1.400 millones de pesos a la empresa de cruceros Australis.

Juan Reyes Navarro y José Soto Díaz enfrentan cargos por “estafas reiteradas” y el fiscal Sebastián González Morales les atribuye participación en calidad de “coautores”.

Para cada uno solicita una pena de 8 años de cárcel.

La empresa afectada, en calidad de querellante de las tres firmas (Transportes Marítimos Vías Australis; Transportes Marítimos Geo Australis y Navarino Administradora de Naves), presentó acusación particular y en esa calidad piden una pena de 15 años de presidio, por “delitos reiterados de estafa”.

La querellante plantea la comisión de una reiteración de la conducta por más de cinco años con más de 280 operaciones defraudatorias.

Presuntos autores

Juan Reyes Navarro, ex jefe de contabilidad y finanzas de la empresa marítima y el ex tesorero José Soto Díaz, aparecen como presuntos autores del fraude cometido entre enero de 2013 y mayo de 2018, cuando ambos trabajaban para la firma.

Según la Fiscalía, los acusados, previamente concertados y de manera reiterada, confeccionaron y giraron cheques de las cuentas corrientes, simulando supuestas deudas para con proveedores de las empresas marítimas, con perjuicios ascendentes a la suma de $1.352.830.701.

Para Sebastián González esto es constitutivo de “estafas reiteradas”. Ayer dijo que estos son hechos simples, a partir de “maniobras defraudatorias burdas”.

Reyes Navarro, entonces jefe de contabilidad, inventaba pagos a proveedores. Confeccionaba los cheques. Se los pasaba a Soto Díaz (ex tesorero) que, luego de tener la segunda firma, los cambiaba por caja en el banco y la plata la depositaba en la cuenta de su ex jefe, quedándose él con un porcentaje del monto total. Esta operación la llevaron adelante durante cinco años.

Por eso pide que se considere esto como “reiteración de delitos, con daños a tres patrimonios”.

El abogado que compareció ayer como querellante, José Rivera Rojas, reiteró las pretensiones de pena solicitadas a nombre de sus representados, que se vieron perjudicados en un millonario desfalco.

Mientras que los abogados defensores, Marcos Ibacache por Reyes y Pablo Santander por Soto, plantearon sus propias teorías en pro de conseguir la absolución de sus defendidos.

Declaración

Los acusados prestaron declaración. Primero lo hizo José Soto, señalando que su ex jefe le ofreció “hacer la maniobra de los cheques”, vía anticipo de proveedores. “Reyes me dijo que no me preocupara porque en Santiago sólo veían números”.

Así fue como se involucró en esta millonaria defraudación, entre los años 2013 y 2018, donde debía confeccionar y completar los datos de la empresa o persona a quien giraban los documentos.

Mientras que a Reyes, según la acusación particular de la empresa, siendo jefe de Contabilidad y Finanzas, le correspondía verificar los pagos que debían realizar las empresas marítimas. Y firmaba los cheques girados para los pagos que debían realizar las empresas del grupo.

Entre el 16 de enero de 2013 y el 17 de mayo de 2018, los acusados procedieron a confeccionar y girar cheques de las cuentas corrientes de las empresas afectadas, simulando para el respaldo de los mismos la existencia de supuestas deudas para con proveedores de dichas empresas.

Los cheques requerían de dos firmas. En primera instancia la de Juan Reyes y luego con engaños obtenían la segunda rúbrica.

Arrepentido

“Por mi culpa he hecho sufrir a mi familia”, confesó Juan Reyes ayer frente al trío de jueces que lo juzgará.

“Estoy totalmente arrepentido”, se le escuchó decir. “En un momento quise salir de esto pero ya era tarde”, complementó. Llevaba 24 años trabajando en la ex compañía Comapa cuando se involucró en este delito. “Fue algo que partió con montos pequeños, pero luego vimos las falencias del sistema”, admitió.