Necrológicas

Base General Bernardo O’Higgins: soberanía efectiva en la Antártica

Sábado 22 de Octubre del 2022

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Por Francisco Sánchez Urra
Historiador

 

En estos momentos, diferentes bases chilenas se encuentran en operaciones en el Territorio Chileno Antártico, entre ellas la Gobernación y Capitanía de Puerto de Bahía Fildes, la Base Naval Antártica Arturo Prat, la Base Aérea Presidente Eduardo Frei Montalva, así como la repartición del Ejército de Chile más austral del mundo, nos referimos a la Base Antártica Capitán General Bernardo O’Higgins.

Es de esta manera que mientras usted lea estas líneas, un grupo de chilenos se encuentra en estos momentos realizando medición de condiciones meteorológicas, control de tráfico marítimo, sostenimiento logístico, exploraciones glaciológicas y registros científicos claves para la comprensión de uno de los lugares más inhóspitos del mundo, superando las bajas temperaturas y fuertes vientos, en una historia que se desarrolla en forma permanente por más de 75 años.

De igual manera servidores navales, aéreos y militares se encuentran culminando el proceso de entrenamiento y apresto del despliegue a la Antártica, preparándose para relevar a quienes casi por un año han estado ejerciendo labores fundamentales para Chile y sus altos destinos, en una labor muchas veces silenciosa pero crucial para la comprensión de nuestro mundo.

Historia y momentos claves

La Base Antártica Capitán General O’Higgins es el primer asentamiento chileno permanente erigido en el continente antártico propiamente tal, siguiendo la senda de la Base Naval Antártica Arturo Prat, esta última creada en 1947, recordándonos a aquellos “valientes muchachos” que la historiadora Consuelo León refleja en las memorias del Teniente 1º Boris Kopaitic, quien junto a su dotación realizaron el primer aislamiento efectivo en el Territorio Chileno Antártico a partir de febrero de 1947.

La base O´Higgins fue construida y fundada el 18 de febrero de 1948 y está situada en el islote Isabel Riquelme, Tierra de O’Higgins en el Territorio Chileno Antártico, en consecuencia con el  delimitado realizado por el Presidente Pedro Aguirre Cerda en noviembre de 1940, siendo un bastión de soberanía efectiva recordándonos que “Chile al sur limita con el Polo”.

Composición de la base

La base está compuesta por construcciones levantadas en el verano de 1948, las que se mantienen construidas hasta hoy y que reflejan tanto las actividades de soberanía como de investigación desplegadas por miembros del Ejército de Chile y científicos, siendo un esfuerzo mancomunado, realizado con entrega, sacrificio y esfuerzo, superando las difíciles condiciones de un territorio maravilloso al mismo tiempo que hostil.

La visita presidencial

y su emplazamiento

Es de está manera que la base fue inaugurada en 1948 por el Presidente Gabriel González Videla, en lo que es considerado como la primera visita de un Jefe de Estado al continente antártico, ocasión que en junto a una delegación de científicos, intelectuales y cuerpo político marcaron un importante hito e impronta de Chile, recorriendo las instalaciones y conociendo los alrededores.

El lugar donde se estableció base O’Higgins fue elegido en enero del año 1948 por cumplir con una serie de requisitos que entonces se consideraban indispensables: estaba sólo a unas cuantas horas de navegación de la entonces Estación Radiotelegráfica y Meteorológica Soberanía (situado a unas 80 millas aproximadamente), protegido del viento sur-este, el suelo era de roca y habían posibilidades de obtener recursos alimenticios en sus cercanías. 

Posiblemente, la elección del lugar no fue la más adecuada ya que, como se apreció en los años siguientes, el estrecho Brandsfield se congela rápidamente dificultando muchas veces las labores de relevo del personal y de reaprovisionamiento de la base, y bahía Covadonga es muy abierta y de poco fondo, pero el territorio antártico en esa época era desconocido siendo una obra clave en la Segunda Expedición Chilena Antártica, en donde las experiencias y desafíos de la base naval al mando del teniente 1º Boris Kopaitic, fue fundamental para aquella primera dotación de militares que iniciaban un capítulo dorado de nuestra historia.

La base fue construida rápidamente, pues debía estar lista para la visita presidencial y para poder albergar a la dotación interinstitucional de 6 personas que invernarían allí al mando del capitán Hugo Schmidt Prado.

En su inauguración se contó con la presencia del Presidente Gabriel González Videla en uno de los actos más importantes de reafirmación de la soberanía austral de nuestro país.

Su misión es operar y mantener en forma permanente e ininterrumpida, la Base Antártica del Ejército Capitán General Libertador Bernardo O’Higgins R., con la presencia de una dotación militar entrenada y preparada para ejecutar misiones en el Territorio Chileno Antártico, tanto de exploración terrestre, apoyo a las actividades científicas, como así también de captura y proceso de datos meteorológicos.

Los desafíos 

actuales de servir

en la Antártica

Hoy la Base O’Higgins tiene una protección oficial bajo el Tratado Antártico como sitio histórico Nº37 y también, es reconocida como Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico por el Gobierno de Chile desde el año 2012, manteniendo a 21 servidores del Ejército durante todo el año.

En la actualidad esta al mando del teniente coronel Francisco López Cornejo, quien desde noviembre de 2021 se encuentra desplegado en uno de los lugares más inhóspitos del mundo, liderando a un equipo humano altamente preparado, coordinando capacidades y trabajo altamente técnico.

En relación a las distintas labores realizadas por los servidores militares, el teniente coronel López, señala que “dentro de las tareas y desafíos más importantes durante el periodo estival se encuentra el apoyo a diferentes proyectos científicos, es en este contexto que la base O’Higgins se encuentra a disposición año tras año para recibir a distintos científicos, sean estos nacionales o internacionales, los que coordinados por el Instituto Chileno Antártico, llegan hasta nuestra base, acá son recibidos y apoyados con alojamiento, alimentación y todo lo necesario para desarrollar su vida lo más normal posible, además  se apoya con personal especialista quienes son los responsables de sus traslados a los distintos lugares de interés, ya sea por medios acuáticos botes zodiac, o buceo, como también sobre el hielo en motos de nieve o sobre esquíes en randonee. Además, nuestros especialistas son los responsables de la seguridad en la ejecución de las actividades”.

De igual manera se realiza un despliegue conjunto, considerando los diferentes elementos de sostenimiento logístico que la Armada de Chile y la Fuerza Aérea de Chile realizan a la apartada repartición, estableciendo diferentes acciones que van en contribución del desarrollo nacional, accionar del Estado y soberanía efectiva.

En este sentido se realiza un importante trabajo con la Autoridad Marítima de la Armada de Chile, destacando el teniente coronel López que “durante el periodo estival la Armada de Chile designa un suboficial que cumple la función de alcalde de Mar el cual ejecuta las coordinaciones con las diferentes embarcaciones tanto del ámbito nacional como extranjero, además de lo anterior mantiene informado a la Autoridad marítima superior de la Antártica (Gobernación marítima de la Antártica Chilena), de manera permanente”.

Señalando que “lo anterior a situaciones que afecten a la salvaguarda de la vida humana en el mar e incidentes que afecten a la protección del medio ambiente marino del área jurisdiccional”. 

Concluyendo que “en este contexto, dentro de los principales desafíos de la base antártica del Ejército con la Autoridad Marítima, se encuentran lo relacionado con las coordinaciones en las diferentes faenas logísticas desarrolladas de noviembre a marzo con la recepción de carga, evacuación  y abastecimiento de combustible, dando estricto cumplimiento al cuidado del medio ambiente, aspecto fundamental para dar cumplimiento a todas las exigencias medioambientales principalmente en lo que respecta al ‘Protocolo de Madrid’, en la conservación del medio antártico”.

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