Integración al fin del mundo

Desde el mundo de la biología, en los ecosistemas no existen fronteras políticas. Una especie no distingue si está en un país o en otro, para ellas las “fronteras” son los cambios de salinidad, alguna corriente marina, la altura o el sustrato donde se instalan para vivir. 

Los seres humanos hemos construido una serie de fronteras, incluso con algunos extremos como las murallas que “defienden” nuestro territorio. Para la organización de los Estados es una herramienta útil, sin embargo para la protección de nuestros ecosistemas debemos pensar los territorios como espacio de colaboración y entendimiento.

Con una mirada de integración, apoyo mutuo, colaboración y de una gran generosidad, se desarrolló a inicios de semana el Encuentro XXVIII del Comité de Integración Austral, donde se pudieron discutir y planificar colaboraciones para distintas temáticas, entre Chile y Argentina. 

Los Recursos Naturales y Medio Ambiente fueron uno de los componentes que destacaron en este evento, ya que pudimos dialogar sobre las amenazas a la biodiversidad de los parajes australes y los desafíos que tenemos por delante. Especies exóticas invasoras como el castor y visón, incendios forestales, áreas protegidas y especies con problemas de conservación como el huemul y el canquén colorado, empujaron el diálogo en estos dos días de trabajo. 

Una mirada ecosistémica, con generosidad y hermandad nos ayudará a potenciar el conocimiento y las capacidades de nuestra comunidad. Asimismo tener una visión en conjunto de desarrollo y de protección ambiental permite sentar las bases de un mejor entendimiento de las especies que se mueven de un lado para el otro del alambre. Cada participante regresa a sus espacios con desafíos y oportunidades claras, adecuando los programas a leyes y presupuestos, pero buscando el bien común, en este sur austral.