“Nosotros creemos que no corresponde un nuevo proceso constituyente en base a una Convención, que es lo que el Presidente vuelve a insistir una y otra vez”
José Antonio Kast, ex candidato presidencial del Partido Republicano, estuvo esta semana en Magallanes para reunirse con sus adherentes y compartir ideas sobre la contingencia nacional. A casi dos meses del plebiscito de salida, el ex diputado insiste en que no hay que olvidar que 8 millones de chilenos rechazaron en septiembre pasado la propuesta de nueva Constitución y que las prioridades de hoy son otras: seguridad y economía.
El lunes pasado Kast estuvo por primera vez en Puerto Williams, la única localidad de la región que le faltaba conocer. El ex candidato presidencial aspira a recorrer las 345 comunas de Chile y lleva cerca de 300. “Entremedio del estallido social, la pandemia y las elecciones me impidieron seguir avanzando. Ahora voy paso a paso por las últimas 40 que me quedan”, agrega.
En su paso por Magallanes destacó el trabajo partidario de la coalición que formó, no guardó sus críticas al desempeño de gobierno y tampoco a la forma en que éste ha impulsado el proceso constituyente.
– En las últimas semanas se ha generado un debate espontáneo sobre qué es lo que realmente quiere el país: atacar la delincuencia o priorizar el proceso constituyente. En ese sentido ¿cómo vislumbra ese panorama?
– “Es un hecho de la causa de que los problemas urgentes que tiene Chile son el tema de la seguridad y el de la economía, junto con el tema de la salud por todo el retraso en las atenciones después de la pandemia, pero seguridad y economía son temas esenciales. Por otro lado, tenemos un mandato de la ciudadanía de decir que no quiere una Constitución cruzada por líneas ideológicas, sino que quiere una Constitución que entregue soluciones a los problemas del día a día. Mirado eso y el resultado de la Constituyente, con 8 millones de votos en contra, y el estado de la Nación en estos temas relevantes nosotros decimos ‘abordemos los temas urgentes y que las modificaciones a la Constitución la ejerzan quienes tienen el mandato para hacerlo, que son los parlamentarios’”.
– Usted menciona las modificaciones a la Constitución. ¿Pero está de acuerdo con que se desarrolle un nuevo proceso constituyente y que se termine con la actual Constitución?
– “Nosotros creemos que no corresponde un nuevo proceso constituyente en base a una Convención Constituyente, que es lo que el Presidente vuelve a insistir una y otra vez. El dice: ‘El mandato está vigente’. El mandato que la ciudadanía dio fue para elegir una nueva Convención Constituyente que redactara un texto y si ese texto no se aprobaba quedaba hasta ahí y quedaba la Constitución del 2005 (por las modificaciones que se hicieron ese año a la Carta Magna de 1980)”.
– Pero hay un sector que siempre menciona los resultados del plebiscito de entrada de 2020 en que la opción de una nueva Constitución ganó por 78% contra 22%.
– “Yo le pediría al Presidente que se quede con los 8 millones. Al Presidente le gusta jugar con los números y reinterpretar todo a su antojo y aquí hay 8 millones de personas que son más que las que participaron en el proceso anterior y que dijeron ‘No’ al borrador (de nueva Constitución) y le dijeron ‘No’ a él como jefe de campaña. Y él sigue insistiendo en reabrir una campaña que ya terminó y se resiste a gobernar. Su proyecto político terminó porque ese proyecto político era en base al borrador de la propuesta de nueva Constitución, porque él mismo señaló que necesitaban esta nueva Constitución para llevar adelante su programa de gobierno. Y él se convirtió en su jefe de campaña y en su propia región fue rechazado. Yo creo que el golpe más duro que recibió fue aquí en Magallanes, donde su propuesta fue rechazada ampliamente”.
– ¿Qué le dice a la gente que votó Rechazo en este plebiscito de salida, pero que sí quiere otra Constitución?
– “Primero que digan cuáles son los cambios. Es lo que nosotros le planteamos a Chile Vamos. Ellos fijaron 10 puntos a cambiar por una mejor o nueva Constitución. Nunca estuvo en el debate si era a través de una Convención o del Parlamento. Los diputados fueron electos recién en noviembre, de manera muy posterior al plebiscito de entrada que tuvo mayor votación y mayor representatividad democrática que los constituyentes mismos. En su mandato constitucional está la posibilidad de hacer modificaciones a la Constitución. Y uno se pregunta, ¿por qué tenemos que elegir otro Parlamento para realizar una labor que ellos mismos están mandatados a hacer? Por tanto, no nos negamos a que se le hagan cambios, pero primero digan qué cambios. Chile Vamos propuso 10 puntos. Enfrentemos los 10 puntos, pero en el Congreso, que los diputados hagan ese trabajo y que el gobierno pueda ocuparse de temas como la economía, la seguridad y la salud. Los ministros, que dicen que no están involucrados, terminan involucrándose. Teníamos a una ministra del Interior que hasta hace poco estaba preocupada de que se firmara el acuerdo de una nueva Convención. Lo mismo la ministra Uriarte y tantos otros ministros que siguen hablando del proceso constituyente en vez de hablar de su trabajo en concreto y en las áreas que les corresponden”.
– ¿Como republicamos ustedes tienen la intención de incorporarse a Chile Vamos, en el corto o mediano plazo, pensando en lo que está ocurriendo con el proceso constituyente?
– “Nosotros hemos sido muy claros en decirles que no compartimos la postura de sentarse en una mesa a negociar partiendo porque en ella esté sentado el presidente del Partido Comunista (Guillermo Teillier), que tiene como tres condiciones: porque es parte del gobierno, es parte del Congreso y es parte de la calle. No ha definido cuál es su línea ni su opción. Discutimos que Chile Vamos se haya sentado en la mesa con una de las personas que ha tenido mayor injerencia en los niveles de violencia que hemos sufrido en Chile en los últimos años. Tampoco participamos en la mesa paralela porque no nos parece que lo que se requiere sea un nuevo proceso. Nosotros volvemos a insistir en que esto debe ser abordado por el Parlamento que ha sido recientemente electo”.
– En el plebiscito de salida hubo más participación gracias a la incorporación del voto obligatorio. ¿Le parece que se debería mantener este voto obligatorio?
– “Cuando se hicieron estas modificaciones siempre fuimos partidarios de que el voto se mantuviera obligatorio con inscripción voluntaria. Creemos en que tiene que haber una parte del proceso que sea voluntario, ya sea la inscripción o el voto. Esta elección (presidencial) nos demostró que nosotros no pudimos convocar a las personas a votar y ahora la obligatoriedad hizo que más gente asistiera. No es un acuerdo de partido ni de nada, yo al menos creo que en alguna parte tiene que haber voluntariedad, ya sea en que yo me inscribo para votar o en la votación. La fórmula podría ser voto obligatorio pero con inscripción voluntaria”.
– ¿Cree que quizás habría tenido otro resultado en la segunda vuelta presidencial de diciembre pasado si el voto hubiese sido obligatorio? Lo pregunto porque el resultado del plebiscito de salida dio para muchos análisis sobre ese tema.
– “A mí me pasa que yo actúo sobre lo que existe. Qué saco con volver atrás y decir ‘qué distinto habría sido’. Me sucedía lo mismo cuando me preguntaban qué hubiese hecho yo en caso de ser Presidente en vez de Sebastián Piñera para el 18 de octubre (de 2019). Claramente yo habría hecho cosas muy distintas, pero no se dio. O personas que me dicen ‘nosotros ganamos la elección’, pero no es así. Los hechos, los votos, las instituciones determinaron que ganó Gabriel Boric. El es el Presidente, por tanto yo no hago ciencia ficción ni hacia adelante ni hacia atrás. Hacia atrás yo ya lo di por superado y sigo trabajando para el futuro. Hay personas que viven siempre mirando hacia el retrovisor y yo miro hacia adelante. Por lo tanto, lo que hoy día nos ocupa es que el gobierno se aboque a solucionar los problemas reales de las personas y empiece a gobernar y ver la primera urgencia, que es la violencia y la delincuencia. Punta Arenas tiene una situación un poco distinta al ser una localidad extrema y llegar acá puede ser un poco más complejo. En caso de haber bandas organizadas tal vez sería de alguna más fácil de identificarlas, a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de Chile y sobre todo en el norte. La urgencia N° 1 es que el gobierno comience a ejercer su rol para el cual fue electo”.
– ¿Qué mensaje les deja a los que han sido sus adherentes y a los que no lo son?
– “Que Chile nos requiere a todos. Chile necesita a todos más allá de las diferencias puntuales o políticas que podamos tener, las urgencias sociales no tienen color político y no corresponde atrincherarse en un mal gobierno sólo por una posición política. Uno tiene que ser objetivo. Nosotros fuimos objetivos en criticar al gobierno de Sebastián Piñera por cosas que no nos parecían y creemos que aquellos partidarios del actual gobierno que tratan de ocultar o de obviar las evidentes falencias que tienen, le están haciendo un flaco favor al gobierno y lo están hundiendo aún más. No se puede ser incondicional con las malas acciones públicas”.