Premio no binario en Maratón: ¿legítimo derecho o distorsión al mérito?
Eduardo Pino A.
Psicólogo [email protected]
Este año la esperada y codiciada Maratón de Nueva York ha llamado la atención por algo más que su podio o la gran fiesta animada por miles de runners de todo el mundo que inundan las arterias de la “gran manzana”. El nombre de Jake Caswell ha sido incluso más difundido que el ganador de la prueba, a pesar de quedar en el puesto 172. Su mérito ha sido convertirse en la primera persona no binaria en adjudicarse esta categoría en que se inscribieron 59 participantes, número que contrasta con los 29.993 hombres y 23.752 mujeres que se inscribieron. Si bien esta categoría no binaria ya se había creado el año pasado con 16 personas que la eligieron, lo que hizo surgir las críticas de diferentes sectores fue que este año al ganador se otorgó un premio de 5.000 dólares.
Quienes no se encuentran de acuerdo en la adjudicación de esta recompensa en dinero, aluden que las categorías diferenciadas por sexo en el deporte se justifican debido a las disímiles capacidades asociadas a la potencia física entre hombres y mujeres, pues por más que ambos entrenen a la par, el hándicap que presenta el sexo femenino resulta evidente. Siguiendo esta argumentación, el caso de Caswell sería polémico pues su condición de no binario está basada en una autopercepción donde lo psicológico sería lo principal, pero su cuerpo sigue presentando la configuración masculina respecto a su musculatura y dinámicas hormonales, que en este caso resultan determinantes en el resultado de una maratón. Además esgrimen que resulta injusto para las decenas de corredores que a pesar de hacer un tiempo mucho mejor que Caswell, no obtuvieron ningún premio debido a que se encontraban inscritos en la categoría “varones”.
Por otra parte, quienes apoyan a este pionero e inédito vencedor, reclaman que el monto de dinero otorgado resulta muy exiguo e injusto, pues el ganador de los varones y la ganadora de mujeres se llevó cada uno(a) la suma de 100.000 dólares. Además destacan el aporte que el oriundo de Nueva York a sus 25 años ha realizado en pos de los derechos de personas que se identifican con categorías sexuales alternativas.
Más allá de lo que cada uno opine según sus pensamientos y evaluaciones, esta temática nos invita al análisis, a informarse recurriendo a fuentes científicas más que ideológicas y especialmente al diálogo bajo un contexto que invite a la humanización. Posiciones extremas de intolerancia son tan nocivas como aquellas que presentan una defensividad victimizante que termina paradógicamente en agresión y descalificación a quien piensa distinto, provocando mayor daño al caricaturizar una temática que resulta legítima respecto al bienestar que todas las personas tienen derecho.
Resulta inevitable que aquellas temáticas en que la autopercepción se encuentre involucrada, se provocarán conflictos al tratar de llevarse a la normatividad o consenso social, pues los diversos puntos de vista esgrimirán sus argumentos para legitimar sus respectivas posiciones, las que en ocasiones resultan incompatibles. En este caso en particular, los criterios para separar en categorías a los competidores son de orden biológico principalmente, pues el sexo presenta diferencias evidentes como ya hemos expresado, pero además la edad incide en el desempeño de manera comprobada, de ahí que se divida en categorías etarias pues científicamente se ha demostrado que el paso del tiempo después de terminar la madurez física incide en un menor rendimiento. La pregunta entonces sería: ¿el no identificarse como hombre o mujer incide en el rendimiento de una prueba deportiva como ésta? ¿En el futuro esta categoría no binaria se diferenciará entre transgéneros, transexuales, géneros fluidos, agéneros, géneros neutros y otres? Si bien resulta legítimo el respeto por la autopercepción, ¿dónde está el límite de lo adecuado respecto al perjuicio hacia otras personas que pudieran sentirse postergadas por este tipo de convenciones?, por ejemplo estos corredores que se esforzaron y demostraron un mejor rendimiento que Caswell, o que el 2° lugar de la categoría que recibió 4.000 dólares llegando en el puesto 1.237, o hasta el 5° lugar que llegó en el puesto 3.263 y se le otorgaron 1.000 dólares.
Como toda temática en que las legítimas demandas psicológicas de las personas deben integrarse a las complejas dinámicas sociales y culturales, reitero la necesidad de abordar de manera seria y científica las opiniones, priorizando el respeto y evitando ideologías efectistas que dificultan una justa inclusión basada en la convivencia.