“Nuestra mayor necesidad es la falta de infraestructura”
El Cosam está instalado en dependencias que datan de la década del 60. Además, por la cantidad de población se requiere contar de un segundo centro de salud mental.
“Algo que inicialmente costaba 50 millones de pesos, por decir algo, ahora sale más de 90 millones, lo cual excede la capacidad de pago que nosotros podemos tener… A eso me refiero con la precarización, o sea, que el Estado no logré visualizar la necesidad real durante tantos años es bien doloroso”.
Silvia Leiva
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Uno de los requerimientos más importantes que tiene la salud mental en la región es poder normalizar la infraestructura. La idea es contar con espacios que se adecuen a los modelos de atención y a las necesidades que existen. Estas mejores dependencias permitirán avanzar en otros aspectos como la brecha de recursos humanos.
Sonia Rocamora Danielovic, jefa del Departamento de Salud Mental, explica que la salud mental tiene una historia que data de los años 60. “Ha ido evolucionando y tuvo una explosión muy grande en los años 90, en que se expandieron los centros de tratamiento y la oferta. Ahora tenemos una amplia oferta, pero todo está muy centrado en lo que es Cosam, por lo tanto nuestra labor ha sido durante este año (2022) reforzar el resto de la red”, comentó.
Apuntó que la red se articula entre la atención primaria, la atención secundaria (el Cosam) y la atención terciaria, que son los dispositivos que ya son residenciales y de hospitalización. Lo que se busca es que esa vinculación esté en cada una de las comunas. La atención se divide en atención abierta, atención cerrada y todo lo relativo al modelo de urgencia.
En este sentido, ella advirtió que son oferta única para los cerca de 177 mil habitantes de la región. A nivel nacional, los centros de salud comunitarios de salud mental están diseñados para 50.000 habitantes, por lo tanto, este centro debe responder tres veces más de lo que deberían tener.
“Es muy importante que la población sepa la necesidad que existe de ir generando más infraestructura. Cuando yo planteaba la expansión desde el 90, también hay que reconocer que después nos quedamos sin una gran inversión por parte de los distintos gobiernos, salvo ahora que está entre las tres líneas principales, pero necesitamos infraestructura para poder pedir recurso humano, porque, de lo contrario, no tenemos dónde sentar a las personas”, dijo.
Los equipos son todos multidisciplinarios e intentan articularse de la mejor manera y realizar un trabajo para cada paciente. En el modelo actual de atención, se busca que el usuario esté de acuerdo y que participe de su propio proceso, pero eso requiere de una infraestructura que permita que el equipo se reúna, que el paciente venga, que la familia del paciente pueda participar de las distintas dinámicas.
“En la medida que uno tiene una infraestructura deseable, borramos el estigma del hospital psiquiátrico, borramos una serie de conceptos que están en el inconsciente respecto de la salud mental como algo negativo… Si tenemos una población en Punta Arenas de 177.000 es deseable por lo menos tener otro Cosam en algún otro sector de Punta Arenas”, dijo.
Los tiempos de
tramitación
La idea es elevar la calidad de la salud mental y que pacientes y funcionarios tengan establecimientos de calidad y que cumplan con las normas técnicas.
“Nosotros necesitamos tener instalaciones adecuadas, una sala de espera para los pacientes en farmacia. Algo que inicialmente costaba 50 millones de pesos, por decir algo, ahora sale más de 90 millones, lo cual excede la capacidad de pago que nosotros podemos tener. Ahí es donde, pese a que somos una institución pública y hemos golpeado varias puertas, no tenemos resultados. A eso me refiero con la precarización, o sea, que el Estado no logré visualizar la necesidad real durante tantos años es bien doloroso”, dijo.
Agrega que la única expansión es el centro de geriatría y de salud mental que se había pensado cercano al Hospital Clínico de Magallanes. “ Ahí tú tienes una clara evidencia de que eso se empezó a trabajar hace más de 12 años como modelo y en la medida que hemos ido avanzando, se ha demorado tanto en salir y ha recibido, pese a tener firmas conformes y que selló que al final llegamos al punto en el cual ya estamos totalmente fuera de norma y fuera de ley, por lo tanto, deambulamos 12 años, perdón en que esperamos algo que ahora ya no nos sirve. Entonces, esas son los periodos de latencia, un proyecto de infraestructura pequeño dura 6 años”.
Las consultas
Desde el año pasado, se realizaron 64.000 consultas en la región, un 86% corresponde a Punta Arenas, pero también es la comuna con mayor oferta y por lo tanto, no hay claridad cuántos pacientes hay que requieren atención. Por eso estamos realizando un rediseño de la red temática de salud mental, para analizar a los usuarios, se busca saber dónde viven y cuáles son los principales focos de atención.
Por prevalencia de estudios, el Cosam debería tener alrededor de 2.600 usuarios bajo control y hay 3.326. “Por lo tanto, pese a que no corresponde a la normativa de la cantidad de usuarios ni de funcionarios, sí logramos dar cobertura a toda la prevalencia que deberíamos tener y esto habla muy bien de cómo se ejecutan las prestaciones”, dijo.
La prioridad es el rediseño, tener súper claro cuáles son las características de la población de toda la región, qué tipo de establecimientos requieren y además ir posicionando a los equipos en los distintos niveles y la capacitación. Así los desafíos son el conocimiento de la población, infraestructura que va de la mano de nuestros Recursos Humanos y capacitación del recurso humano.